asturiasemanal.es
Oficina de Defensa del Anciano         Asturias Republicana
   
   


El último barullo que se ha montado en torno al presente y futuro de la colosal obra ferroviaria es incomprensible, pero también revelador del conocimiento superficial de los grandes asuntos que evidencia una parte no desdeñable de los prebostes opinantes

Ruido con sentido

Por José Antonio Rodríguez Canal.
(15-10-2018)


El ruido político y mediático que se arma por un simple quítame allá esa traviesa polivalente puede ser motivo, en ocasiones, de que se pierda la perspectiva correcta para abordar el asunto objeto de debate. Quiero decir que portavoces de partidos políticos, sumados a los voceros habituales de corporaciones y entidades diversas, con el añadido de simples aficionados a hablar por hablar, se aplican con entusiasmo a fortalecer la ceremonia de la confusión cuando se trata de las vicisitudes de la variante de Pajares (es un ejemplo, hay otros, como el estado de la playa, pretexto para un campeonato de despropósitos que, por fortuna, no superan hasta ahora el estadio de la verbalización).

El último barullo que se ha montado en torno al presente y futuro de la colosal obra ferroviaria es incomprensible, pero también revelador del conocimiento superficial de los grandes asuntos que evidencia una parte no desdeñable de los prebostes opinantes. Se les nota a kilómetros que tocan de oído, que no parece figurar entre sus lecturas predilectas la literatura periodística sobre el caso ni, desde luego, la del Boletín Oficial del Estado, aunque no llegan a las inefables expresiones de entrañable delirio apreciadas en algunos desenfadados componentes del muestrario de gente corriente consultada sobre la materia.

El hecho es que se ha planteado como novedad perturbadora algo que era conocido y consensuado con el Gobierno anterior y que el nuevo Ejecutivo parece dispuesto a llevar a cabo: de los túneles de la variante payariega, uno tendrá vías de ancho estándar (llamado también internacional, europeo) y el otro dispondrá además de un tercer carril, para hacer posible la circulación de los trenes de mercancías, que van por ancho convencional o ibérico, porque el tráfico mixto por la variante es un objetivo indiscutible, irrenunciable, que no debería ser necesario recordar a cada paso que se da.

Si esto, un túnel de ancho internacional y el otro de ancho mixto, con triple carril, se consensuó así, y desde el Gobierno se sostiene que va a ser así, y ya se han tomado medidas en ese sentido, da la impresión de que, salvo por el ritmo, sin duda muy mejorable, de ejecución de las obras, se hace muy cuesta arriba, tarea imposible, encontrar motivos de queja. Y sería absurdo buscarlos en el hecho de que esté adjudicada la renovación de vía en el tramo León-La Robla (20,2 kilómetros) donde se sustituirá la doble vía actual en ancho convencional con la implantación de un tercer carril para dar continuidad a las vías de ancho estándar, que ahora finalizan en León, hacia las de ancho estándar y mixto con que estará dotada la variante.

Con este fin, se ha resuelto, por acuerdo del Consejo de Ministros del pasado jueves, 11 de octubre, la resolución del anterior contrato de ejecución del montaje de vías en el tramo La Robla-túneles de Pajares, para licitar a continuación la sustitución de la vía única prevista, de ancho convencional, por vía doble, una en ancho mixto, con un tercer carril, y la otra en ancho estándar. Por la misma razón, había sido resuelto por el Consejo de Ministros, el 29 de junio de este año, el contrato de ejecución del montaje de vías entre los túneles de Pajares y Pola de Lena, con vía única en ancho convencional, para, en su lugar, proceder a la licitación de la instalación de vía doble, una de ancho internacional y otra de ancho mixto, con un tercer carril, entre los túneles y Campomanes, donde se instalará el cambiador de ancho, de estándar a convencional, que es el que tiene el trazado hasta Gijón. Además, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias ya adjudicó hace menos de cuatro meses la colocación de traviesas y carril para las vías de la variante.

Todo está claro. Lo que hace falta es llevarlo a la práctica. Con ese fin sí merece la pena, tiene sentido, hacer mucho ruido y presionar al Gobierno de la nación con insistencia y firmeza.