Mitin del Partido Republicano Democrático
Federal en Gijón
(el de Pi y Margall), celebrado el día cuatro de
Mayo de 1931.
Se
celebró en la plaza de Galán, (antes, del
Carmen) a las ocho de la tarde del lunes cuatro de Mayo.
Millares de personas llenaban la plaza y las calles aledañas.
Frente al edificio del Centro Instructivo Republicano
se había levantado una tribuna para los oradores
y se habían colocado altavoces en lugares estratégicos.
Este mitin se iba a celebrar el domingo pero tuvo que ser
suspendido por la lluvia.
El
presidente del Partido Republicano Federal de Gijón,
Manuel Conde Olañeta, presidió el acto y estuvo
acompañado en la tribuna, entre otras personas, por
Benigno Fernández, de las juventudes federales; Luis
Zubillaga, secretario general del PRDF; Ramón Fernández,
ex alcalde de Gijón y concejal y jefe de la minoría
federal en el ayuntamiento de Gijón, y Eduardo Barriobero,
presidente nacional del PRDF.
Intervino
en primer lugar, Manuel Conde Olañeta, que “dedicó
un recuerdo a los antiguos federales gijoneses,
verdaderos románticos, a la par que valientes, decididos
y abnegados en la lucha”. Hizo la presentación
del resto de oradores y se refirió a Eduardo
Barriobero como el hombre que “representa en España
la venerable figura de Francisco Pi y Margall”.
Benigno
Fernández afirmó en su intervención
que “hay que luchar todos unidos para afianzar la
República y establecer después la República
Federal”.
Luis
Zubillaga, aludió “al espíritu rebelde
de Asturias a través de la Historia, y advirtió
que los federales lo eran por tres motivos fundamentales:
porque sienten la región y por una razón de
historia del nacionalismo español, y se refirió
a la historia de España desde la época de
Carlos I hasta el advenimiento de la I República”.
Dijo “que es preciso terminar para siempre
con los que se arriman a la carroza del triunfo para atropellar
al pueblo”. Trazó el programa del
Partido Federal y afirmó que “la autonomía
individual que se propugna tiene que alcanzarla el pueblo
y no esperar a que venga desde arriba”.
Se refirió luego a la república catalana y
dijo “que no podía saber si es un modelo, pero
que sí podía asegurar que es cierta, y que
por ello es preciso anudar el hilo que rompió Maciá
al proclamarla”. Finalmente, afirmó que “la
República de 1873 se perdió por haberse sostenido
los viejos moldes, pero la que ahora ha nacido no puede
perderse porque el pueblo sabe que es ciudadano y evitará,
por las armas o como sea, que se la arrebaten”.
Ramón Fernández dio comienzo a su
intervención recordando “el gran ejemplo de
ciudadanía que había dado el pueblo en las
pasadas elecciones de Abril”. Se refirió
también “a la gran labor que, en el corto tiempo
que lleva en el poder, viene haciendo el gobierno provisional
de la República”. “Recordó la
obra funesta de la dictadura y señaló la lección
que llevaron todos aquellos que decían que el pueblo
no estaba preparado para una república y que no se
contaba con hombres para consolidarla”. Para finalizar,
“pidió que en las próximas elecciones
a Cortes Constituyentes tenían que servir para afianzar
la República”.
Eduardo
Barriobero y Herrán, dio comienzo a su discurso
con estas palabras:
“Ciudadanos de Gijón: Una vez más vengo
a cambiar con vosotros el abrazo espiritual, no como antes,
perseguido como en las catacumbas, sino al aire libre, bajo
el sol o la luna. Vamos, pues, a aprovechar esta libertad
de que gozamos, no para en una orgía celebrar el
triunfo, sino para, más unidos todos, prepararnos
para continuar la lucha intensa necesaria en pro
de la República. Se ha cambiado la forma de gobierno,
pero no el régimen, lo cual sucederá cuando
la voz del pueblo se escuche en las Cortes Constituyentes,
cuando el pueblo imponga su voluntad consciente.
Antes
veníamos a estos actos esgrimiendo el hacha demoledora
para atacar al régimen monárquico, pero hoy
venimos sólo con el cemento y las piedras para construir
el edificio glorioso de la República. Y hay que cambiar
de sistema, dejando la exaltación para dar paso a
las cifras y a los temas científicos y filosóficos”.
Barriobero
se refirió, a continuación, a la proximidad
de la convocatoria de Cortes Constituyentes y afirmó
que era el Partido Republicano Federal el único que
tenía la masa y la tradición para
luchar por instaurar una República Federal:
“Por eso vengo como única oposición,
pero oposición cordial, dogmática, orientadora.
Esta es nuestra oposición, oposición generosa,
que lucha por dejar el camino llano para que la República
federal llegue felizmente. Por eso yo os pido que nos acompañéis.
El pueblo siente en todas partes la República federal,
y porque así lo siente, voy a explicaros cómo
ha de ser le República federal”.
Tras
describir uno por uno todos los problemas a los que iría
dando solución el federalismo, con especial referencia
al ejército, la iglesia y la enseñanza, Barriobero
afirmó que “la República federal no
pide la cabeza de nadie, sino la transformación de
las cosas”.
Eduardo
Barriobero pidió a los militantes y simpatizantes
de la CNT (a los que tantas veces y desde hacía tanto
tiempo venía defendiendo en los tribunales) que diesen
una tregua que facilitara la conquista de la República
federal soñada, en la que, además, encontrarían
mejor ambiente para la propagación de sus ideales.
También se dirigió a los gijoneses para decirles
que debían de llevar a sus propios conciudadanos
republicanos y federales a las Cortes Constituyentes, y
señaló como luchadores de gran prestigio a
Manuel Conde, Ramón Fernández y Alfredo Fernández,
que al ser de Gijón podrían defender y amparar
a su pueblo mejor que nadie de afuera.
Barriobero
terminó su intervención diciendo que se debían
exigir responsabilidades a los que causaron la ruina de
España, pues la República no puede
dejar sin sanción tantos desmanes. Aclaró
que no pedía ni el patíbulo ni la guillotina,
que considera contrarios a los ideales republicanos, sino
la actuación de los tribunales populares que sancionen
los delitos que se hubieran podido cometer y se cumplan
las condenas. Rindió homenaje a los capitanes
Galán y García Hernández, fusilados
por la dictadura, y expresó su deseo de que fueran
las dos últimas víctimas de la lucha por la
Libertad.
Todos
los oradores fueron muy aplaudidos. Tras la larga ovación
que siguió a las últimas palabras de Eduardo
Barriobero, el presidente del Partido Republicano Democrático
Federal en Gijón, Manuel Conde Olañeta, agradeció
a todos los presentes su asistencia y dio por finalizado
el acto.