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El Western.
Mito y Rito para un Pueblo sin Historia.

Por Juan Antonio de Blas.

Capítulo VII

Ganaderos y Vaqueros


Las Rutas Ganaderas.

 



El mundo de la ganadería USA tuvo su principio cuando Gregorio de Villalobos desembarcó ocho reses andaluzas en el territorio continental americano en 1521, y dos años antes que acabase el siglo XVI, Juan de Oñate introdujo siete mil cabezas de vacuno en las llanuras de Nuevo México. Ese ganado, multiplicado rápidamente, explotado en ranchos y misiones, exigió un personal laboral especializado, casi siempre mestizo de español e india, al que los misioneros enseñaron los rudimentos de su trabajo, de modo que, al poco tiempo de aprendizaje, pudieron competir con los mejores jinetes de Europa.


Retrato de Juan de Oñate (n. en Zacatecas, México, en 1550;
m. en prov. de Sevilla, España, en1626). De familia
originaria de Guipúzcoa, exploró y colonizó los territorios
de lo que hoy es el suroeste de USA. Fue gobernador de
Nuevo México cuando pertenecía al virreinato de Nueva España.
Gregorio de Villalobos, natural de Jerez de la Frontera,
llegó a las Indias en 1516 y estaba en Cuba en 1518,
uniéndose a Hernán Cortés al año siguiente y se le ordenó
permanecer en Veracruz. Trajo de la isla de Santo Domingo
a Nueva España (México) "cantidad de bezerras para que
hubiese ganado y fue el primero que los truxo".

En menos de un siglo, los vaqueros mexicanos alcanzaron la mayoría de edad, y los descendientes de los primeros vaqueros americanos, que fueron los empleados de Hernán Cortés después de la conquista, alcanzaron la maestría de los jinetes andaluces y los “charros" de Salamanca, que tenían una cultura propia del caballo y del ganado vacuno. De esa cultura de la Mesta española nació el vaquero mejicano, del que aprenderían los indios, y del mestizaje de ambos nacería el cibolero, el cazador de bisontes, que fue la primera cultura autóctona mestiza que se produjo en lo que con posterioridad serían los USA.


Cibolero preparandose para alancear a un bisonte.

El vaquero mexicano enseñó su trabajo al jinete tejano y la preponderancia anglosajona acabó por imponer la denominación "anglo" de cowboy, si bien el mundo de lo que sería el western adoptó los usos, y hasta el lenguaje, de la cultura vaquera mejicana.

La palabra cowboy es de origen irlandés y pasó al idioma inglés con la conquista de Erín por los ingleses. En América se empleó por primera vez en Nueva Inglaterra, y se cree que la divulgaron los prisioneros de guerra irlandeses que Cronwell deportó a las colonias. El término pasó a Texas con los primeros ganaderos que, en contra de la opinión general, eran minoría frente a granjeros y cultivadores de algodón. La palabra cowboy acabó siendo la mistificación de la realidad del vaquero, ya que la palabra española se refería a la cultura ranchera de ganado abierto y la irlandesa era designación del cuidador de vacas, pero en granjas cerradas.

El ganado en Texas, Nuevo México y California, después tarnbién en los estados más al norte, fue un fabuloso negocio inicial del siglo XIX que perdió beneficios al legalizarse el mercado ganadero y desaparecer la permisividad que autorizaba la venta de los grandes rebaños robados en México y vendidos en Louisiana y Mobile, lo que dio tiempo a qua se repoblasen de animales zonas ganaderas que por las agitaciones políticas de la independencia habían quedado casi devastadas o abandonadas.

Se asegura que el primer rebaño de ganado tejano conducido hasta Missouri se realzó en 1842, pero la primera expedición probada, y fechada, transcurrió cuatro años más tarde a cargo de un ranchero llamado Piper, que llevó mil cabezas de grado hasta Ohio. El negocio volvió a dar fuertes beneficios al producirse en 1848 la fiebre del oro de California, que necesitó importar grandes cantidades de carne para alimentar al gran número de nuevos pobladores atraídos por la riqueza aurífera. En estas primeras expediciones a California se cobraba, al final de trayecto, treinta dólares por cabeza, cuando el precio inicial tejano era inferior a los diez.

El éxito californiano, y el fin de la fiebre del oro, animó a los ganaderos tejanos a intentar colocar sus animales en mercados del norte, dejando aparte el peligroso territorio apache, pero el nuevo mercado produjo más complicaciones
que beneficios. El ganado tejano, los Longhorn, cornilargos, propagó una enfermedad llamada piroplasmosis, que acabó siendo conocida como fiebre de Texas, que motivó conflictos interestatales, entre los gobiernos de Missouri y Texas, y que acabaron con el cierre de la frontera missouriana al ganado procedente de Texas en 1858. El inicio de la guerra de Secesión, en 1861, acabaría con la primera época de explotación del ganado texano, ya que sus mercados de venta estaban en el otro bando del conflicto. Texas se unió a la Confederación de Estados del Sur mientras que sus clientes eran los estados industriales que permanecieron fieles a la Unión. La salida al sur del ganado tejano era imposible, pues México estaba inmerso también en una guerra civil entre conservadores y liberales.

Con el final del conflicto secesionista, se inicia la gran época de los cowboys y las rutas de ganado que se va a alargar hasta la década de los ochenta. La explosión de las rutas de los cornilargos se produjo por una ruina estatal. Texas fue uno de los estados sudistas que más perdió en la guerra, aunque apenas hubo operaciones militares en su territorio. El paro, la falta de materias y el aislamiento no fueron grandes dificultades ante el hecho de que una cabeza de ganado de buena carne se pagaba a casi noventa dólares en Massachussets, pero no llegaba a los diez en los saturados mercados tejanos. Esa enorme desigualdad de precios fue el gran motivo que abrió las rutas de ganado para el transporte, ya que, como decían los primeros guías de las puntas de ganado, “los bueyes tejanos son los únicos filetes que se transportan sobre sus propias patas”.


Conducción de ganado por las llanuras americanas.

La primera conducción de ganado tejano fuera del estado la protagonizó Nelson Story, que desde Texas pasó a Kansas y llegó a la zona minera de Virginia City, en diciembre de 1866, donde le pagaron cien dólares por cada res de las que había traído desde Texas. Nelson Story se hizo rico y su ejemplo fue el acicate real que convenció a otros ganaderos y rancheros a intentar conducciones masivas de ganado, que incluían millares de reses, por senderos casi desconocidos. Se abrieron algunos caminos nuevos aprovechando las condiciones menos desfavorables del terreno, que recibieron el nombre de ruta de Sedalía, a la que sucedió la ruta de Chisholm, y a ésta, la de Dodge City.


Nelson Story (1838 - 1926) pionero en Montana,
minero y ranchero.

Los ganaderos tejanos, estancados económicamente por la derrota del Sur, necesitaban los mercados del Norte para reponerse, pero la relaciones eran poco menos que imposibles por el panorama de odios que marcó el final de la guerra. Fue precisamente un nordista con buenas relaciones políticas, Joseph McCoy, quien facilitó el acceso del ganado tejano a los grandes mataderos del norte y escogió Abilene, a la que acababa de llegar el ferrocarril, como punto de embarque para los animales que, desde allí, eran enviados a Quincy y Chicago, a los grandes mataderos industriales. Así, la recién fundada Abilene, justo en el centro del estado de Kansas, se convirtió en la primera ciudad ganadera cuya vida giró en torno al mundo del cowboy.

McCoy contrató a Jesse Chisholm, un mestizo cheroke, gran conocedor de los terrenos del sur, para que explorase los posibles caminos por los que el transporte de ganado resultase menos dificultoso. En el verano de 1867, Chisholm eligió una ruta que era casi la misma que ya habían empleado los primeros conductores tejanos desde el sur al norte. El guía y explorador Chisholm moriría sin enterarse de que la ruta de conducción de ganado más famosa sería bautizada con su nombre, aunque él no la había descubierto.


Joseph "Cowboy" McCoy (Sangamon, Illinois, 1837; Kansas City, 1915)
También construyó un hotel, un almacén, oficinas y un banco en una
pequeña aldea junto a las vías de la Unión Pacific. Esta aldea empezó
a ser conocida como Abilene.


Abilene en sus días de gloria.

Durante dos años, la ruta de Chisholm cumplió su función de llevar el ganado tejano a los mercados del norte y el este sin el menor incidente que no fuese laboral. En 1867, llegaron Abilene treinta y cinco mil cabezas de ganado y, dos años después, fueron diez veces más. Será un negocio fabuloso hasta que le ponga fin la invasión de los granjeros, cada vez con mayor fuerza política y, por lo tanto, decisorios en las elecciones. De forma que para 1872 dominaban el territorio en torno a Abilene. Ante las dificultades con los granjeros y la nula ayuda ciudadana a sus problemas, ganaderos y cowboys abandonaron la ruta de Abilene y la ciudad dejó de ser el centro del gran negocio de la carne. Por esta primera ruta de ganado pasaron más de un millón y medio de animales en cinco años, lo que es un dato incuestionable para señalar la magnificencia del negocio del ganado convertido en carne para las grandes ciudades del este.


Jesse Chisholm (Tennessee, 1806; Oklahoma, 1868) era hijo de un
comerciante de esclavos de origen escocés y de una india Cherokee
Comerció con los indios de las grandes llanuras y dominaba 14
dialectos, siendo solicitado como guía e intérprete. Liberó a muchos
jóvenes, mexicanos en su mayoría, secuestrados por los indios y los
adoptó como hijos. Murió envenenado al comer carne rancia de búfalo.

Abilene marcó el comienzo de la leyenda de las turbulentas ciudades ganaderas, en las que no existía ley ni orden y todos los problemas se dirimían con el uso de la violencia y las amas de fuego. Lo cierto es que durante los dos primeros años de existencia de la ciudad ganadera, no hubo ni una sola muerte violenta. Eso sí, el primer edificio, en duro, de Abilene fue la prisión, mientras que las demás edificaciones lo eran de madera. El primer asesinato se produjo cuando los poderes locales, presionados por los ciudadanos, contrataron a pistoleros famosos para que actuasen como jefes locales de policía. En realidad, la ley en Abilene se preocupaba más de esquilmar a los cowboys que de mantener la tranquilidad o la legalidad. Uno de los primeros tiroteos serios de la ciudad, sin muertos, se produjo cuando un grupo de cowboys tejanos asaltaron la cárcel para poner en libertad a uno de sus compañeros injustamente encerrado. La anécdota es sintomática de una manera de sentir propia de la cultura vaquera, ya que los asaltantes tejanos eran todos ex soldados de la Confederación y el cowboy al que rescataron de la prisión un vaquero negro.

En Abilene se produjo una incomprensión entre la vida rural y la ciudadana que acabaría en antagonismo. Los vaqueros tejanos, después de meses de duros trabajos, pedían licores, diversiones y mujeres, y los ciudadanos de Abilene se las proporcionaron a cambio de los beneficios del sagrado dólar, pero al tiempo que sacaban grandes beneficios, los respetables ciudadanos de Abilene condenaban públicamente el juego, el alcohol y la prostitución, pese a que eran los dueños de los locales en los que se practicaba. El cowboy, que no estaba viciado por el mercantilismo, pues los que hacían los grandes negocios eran los rancheros dueños del ganado, no podía aceptar la doble moral ciudadana de condenar pero aprovecharse. Cuando además de esquilmarlos se dedicaron a poner trabas de peaje, los tejanos dejaron atrás Abilene sin ninguna pena y buscaron otros lugares menos hipócritas y con mejores tarifas de ferrocarril.

Abilene fue la creadora de la moda de contratar pistoleros famosos con altos salarios para mantener el orden, un orden que excluía hacer caso a los vaqueros tejanos cuando se quejaban de los múltiples engaños a los que se les sometía. Por las calles de Abilene paseó la insignia de jefe de policía Tom Smith, muerto de un hachazo, y, después, Wild Bill Hickok. El asesinato del dueño de un saloon, un tejano, por Wild Bill fue la gota que hizo rebosar el vaso de la paciencia de los cowboys, que dieron la espalda a la ciudad sin gastar ni un solo dólar de las conducciones de 1872. La consecuencia fue que Abilene entró en la ruina, una ruina que les duraría poco, ya que el alcalde Henry apostó por el trigo de invierno y el dinero estacional de la conducción ganadera se convirtió en el capital estable de las cosechas agrícolas. Su iniciativa fue el principio de la aventura que convertiría a Kansas en el granero de USA.


Thomas James Smith, más conocido como Tom "Bear River" Smith
(Nueva York, 1830; Abilene, 1870). Boxeador de los pesos medios
con fama de hombre duro, trabajó de policía en varios destinos.
Presumía de poder controlar Abilene solamente con sus manos, sin
necesidad de armas.


James Butler Hickok, más conocido como Wild Bill Hickok
(Bill el Salvaje) (Illinois, 1837; Dakota, 1876). Con fama de buen
tirador de pistola desde joven, estuvo punto de morir en las garras de
un oso. Trabajó para el ejército y fue sheriff en distintas localidades.
Fue asesinado por un cazador de búfalos de un disparo por la
espalda mientras jugaba al poker en un saloon de Deadwood.

El mismo esquema de actuación y explotación se repitió en las siguientes ciudades ganaderas de Newton y Wichita, y cuando el malestar de los cowboys coincidió con unas mejores tarifas del ferrocarril para el transporte del ganado, se elegían nuevos puntos de embarque que se convertían así en nuevas capitales ganaderas.

La ciudad de mayor estabilidad en el negocio ganadero fue Dodge City. Su mercado ganadero se mantuvo a lo largo de diez años y provocó que a esta ciudad se la conociera como la Gomorra de las praderas. Dodge City se convirtió en una ciudad de servicios en la que bares, hoteles, teatros y burdeles rivalizaban en la caza del dólar del cowboy. Allí nació la expresión de “Boot hill”, colina de las botas, para designar al cementerio. La denominación se convertiría en un tópico que copiarían muchas ciudades del Suroeste, hasta el extremo de que en la actualidad hay numerosos, y falsos, “Boots hill” que se muestran como reclamo para los turistas.

Aparte de la venta del ganado, los dos grandes negocios de Dodge City fueron el juego y el alcohol, ambos prohibidos oficialmente por el gobierno de Kansas, pero tolerados en la ciudad ganadera, cuyo ayuntamiento pagaba de antemano una fuerte multa a las autoridades del estado, que hacían la vista gorda y no realizaban inspecciones en los locales de juego o bebidas, que permanecían abiertos las veinticuatro horas del día.


Dodge City en 1876.

En 1885, el constante avance de los granjeros y sus cercados ocupaba ya la mayor parte del territorio de Kansas, y cuando el ganado local empezó a entrar en la oferta para los mataderos del norte, se redescubrió la piroplasmosis del ganado tejano y se decretó el bloqueo estatal para los rebaños procedentes de Texas. Dodge City cerró sus puertas como ciudad de recepción del ganado del sur y las conducciones de ganado tejano a Kansas pasaron a la historia.

El éxodo de las tribus indias, después de la campaña militar de 1876, abrió los grandes territorios de pastos de Nebraska, Wyoming y Montana, con lo que los ganaderos de Texas perdieron el monopolio del mercado del ganado, que se desplazó hacia el norte.

La empresa individualista de aventureros convertidos en negociantes de carne tomó otro cariz cuando en 1884, en San Luis, se fundó la Asociación de Ganaderos, que emplearía métodos industriales de explotación y acabaría con el carácter aventurero, sustituyéndolo por la rígida disciplina capitalista. Los grandes ranchos pasaron a ser propiedad de sociedades anónimas en las que se introdujeron fuertes capitales ingleses, sobre todo de la aristocracia escocesa. Precisamente fue la represión del robo de ganado por estas compañías anónimas lo que sería la causa principal de las llamadas guerras ganaderas, en las que el asesinato era un instrumento más para la ampliación de beneficios. La reducción del personal de los grandes ranchos, para abaratar costos, el cierre invernal y las grandes heladas que se produjeron, llevaron a muchos cowboys a quedarse sin trabajo y no pocos se pasaron entonces al bandidaje y al pistolerismo profesional.

Los cowboys que se hicieron famosos en las rutas de las praderas, después de terminada la guerra de Secesión, desaparecieron a finales de siglo, y el último de los cowboys de leyenda, Tom Horn, fue ahorcado en Wyoming en 1903 por un cargo de asesinato. Había sido asesino a sueldo de la Asociación Ganadera durante años, pero no comprendió que se avecinaban tiempos nuevos y la Asociación dejó que lo colgaran. El tiempo de los mitos heroicos desaparecía en una realidad de crímenes por encargo. Por cierto que el mito del vaquero pasado en numerosas ocasiones al otro lado de la ley es también una falacia. En las mismas condiciones socioeconómicas de adversidad, la criminalidad en los sectores agrícolas y urbanos oscilaba entre el treinta y el sesenta y cinco, frente a un ocho por ciento en el caso de los cowboys. El mundo de los cowboys fue un medio en el que las reivindicaciones laborales tardaron bastante en llegar, ya que la primera huelga de cowboys se produjo en 1883, en la cuenca del Canadian River, y se saldó con un absoluto fracaso que hizo que los vaqueros “sindicalistas” tardaran en volver a levantar cabeza. Las guerras ganaderas han sido expuestas por la literatura y el cine como el exponente máximo de la violencia. La más famosa, la de Lincoln County, duró cerca de cuatro años y no llegó al centenar de bajas, y la última, la de Johnson County, acabó con una insurrección popular que obligó al gobierno a enviar tropas regulares para conseguir la pacificación del territorio.


Portada de un periódico con la condena de Tom Horn.
Thomas "Tom" Horn (Missouri, 1860; Cheyenne, Wyoming, 1903),
a los diciséis años participó como explorador civil con la Caballería
USA en las guerras contra los apaches y en la persecución de Jerónimo
por territorio mejicano. Trabajó como sheriff en Arizona y como
detective para la agencia Pinkerton. Fue contratado como pistolero por
varios rancheros de Wyoming y Colorado y trabajó para los "barones"
de la WSGA durante la guerra ganadera de Johnson County,
creyéndose que participó en la muerte de Nate Champion así como en
la de otras personas sospechosas de robar ganado. Fue condenado a
la horca por el asesinato de un joven de 14 años en un juicio celebrado
en Cheyenne. Investigaciones posteriores pusieron en duda su autoría y
en un juicio simulado celebrado en 1993 fue absuelto.

Los primeros conflictos ganaderos graves se dieron en Texas en la década de 1840 y en ellos influyó tanto el robo de ganado como las enemistades políticas. Aparte de algún que otro tiroteo, la nota de suceso más grave la dio un envenenamiento con arsénico que causó veintitrés muertos y treinta y siete enfermos graves. Es el hecho criminal más numeroso de la historia del Suroeste y es divertido señalar que los imitadores de los Borgias ganaron por goleada a los seguidores del coronel Colt.

La guerra ganadera más publicitada es la de Lincoln County, que marcó el mito de Billy el Niño. El condado de Lincoln era el más grande de todos los Estados Unidos, ya que ocupaba la quinta parte del territorio de Nuevo México. Este territorio fue poblado por los ganaderos tejanos antes de la guerra de Secesión, el principal de los cuales era John S. Chisum, que se convirtió en el rey del negocio de la carne del territorio al conseguir la exclusiva para el suministro a las guarniciones militares y a las reservas indias que habían que habían sido establecidas en la zona. El enorme beneficio del negocio ganadero a costa del capital del gobierno federal creó grandes intereses en Santa Fe, la capital de Nuevo México, en la que se organizaron diversos trusts empeñados en conseguir el monopolio del suministro de la carne.


John Simpson Chisum (Tennessee, 1824; Arkansas, 1884) comenzó
sus negocios ganaderos en 1854 y fue uno de los primeros en enviar
sus rebaños a tierras de Nuevo México. Obtuvo tierras para su rancho
en Bosque Grande, en la cuenca del Pecos. Vivía con una extensa
familia en su rancho Jingle Bob Ranch, que en esa época era el rancho
más grande de USA. Nunca estuvo oficialmente casado, pero convivió
con una joven esclava, con la que tuvo dos hijas. El actor John Wayne
interpretó el papel de Chisum en la película homónima.

Chisum, más que un rancho, poseía un territorio que equivalía a una pequeña nación. Llegó a ser dueño de treinta y dos mil kilómetros cuadrados en los que pastaban unas ciento cincuenta mil reses a las que trataban de cuidar un ejército de doscientos cowboys. Era una fuerza económica y política de primer orden, pero el pasado “sudista” de Chisum, por ser tejano, despertaba recelos en las autoridades nordistas, que aún tenían recientes los odios de la guerra civil. La realidad de la enemistad política encubría el deseo de los yanquis de apoderarse del negocio ganadero en manos de los rancheros tejanos. Para remediarlo, se organizó el “Santa Fe Ring”, el Círculo de Santa Fe, sociedad secreta formada por políticos, comerciantes y autoridades civiles y militares. Designaron como representante al comerciante de origen irlandés Lawrence G. Murphy, que de propietario de un pequeño almacén de mercancías generales pasó a ser el dueño de un banco y, con la ayuda gubernamental, consiguió el contrato del sistema de transportes. La relación “encadenada” del Círculo de Santa Fe incluía préstamos sin interés al gobernador Axtell, el fiscal general de Nuevo México era socio fundador de la asociación y todos los mandos militares recibían sobornos en metálico o la liquidación de sus deudas de juego. La máquina untada con la grasa de los dólares funcionó con presteza y perfección. La prensa también estaba de parte del Círculo gracias a numerosos encargos publicitarios y adelantos sobre futuros trabajos. Ante la presión general, el ganado de Chisum fue excluido del suministro de carne con cargo a los fondos federales y la nueva contratación, en 1876, la recibió Murphy, del que ya que señalar que no poseía ni una sola cabeza de ganado.


Lawrence G. Murphy (Irlanda, 1831; Santa Fe, 1878) llegó a los USA
en 1851 y se enroló en el ejército durante diez años para volver a las
armas y luchar en las filas de la Unión durante la Guerra Civil. Llegada
la paz, se inició en los negocios junto con Emil Fritz en Fort Stanton,
aprovechando los contactos con los militares para vender alimentos a la
Agencia de la reserva Mescalero-Apache. También vendieron a
crédito tierras que no poseían a colonos recién llegados,
embargándoles después por falta de pago las tierras, y el ganado y
enseres, que volvían a revender a la Agencia india.

Chisum se dio cuenta de la jugada que buscaba su ruina y, a efectos de paliar su ideología “sudista”, se alió, formando sociedad mercantil, con el abogado Mc Sween, de origen canadiense, que demostró ser un excelente comerciante, de modo que al poco tiempo ya poseía en Lincoln una gran tienda y una empresa de préstamos que hizo fuerte competencia a la de Murphy. Chisum también entró en tratos comerciales con John Tunstall, un acaudalado ganadero inglés, de familia noble, que, atraído por la aventura, se estableció en Nuevo México como ganadero. El frente formado por Chisum y sus aliados, que también tenían influencias, hizo que el Círculo de Santa Fe pasase a una ofensiva violenta, que provocó una guerra ganadera en la que no se había disparado un solo tiro hasta 1878. La población de Lincoln County estaba dividida en dos grandes bandos y la neutralidad era imposible, ya que lo estaba en juego era la total riqueza generada por el negocio del ganado.


Alexander A. McSween (Canadá, 1843; Nuevo México, 1878) viajó
a San Luis para estudiar Derecho. Se casó en 1873 con Susan
Hummer, que pasaría a la posteridad como la Reina de los ganaderos
de Nuevo México.


John Henry Tunstall (Londres, 1853; Nuevo México, 1878) emigró,
pese a pertenecer a la clase medi-alta, a la Columbia Británica a los 19
años para trabajar en una empresa de la que su padre era socio.
Cuatro años después, se trasladó a California y a Nuevo México, y
conoció en Santa Fe al abogado McSween, que le convenció para que
comprara un rancho en Río Feliz, a 50 kms. de la ciudad de Lincoln,
donde comenzó a hacer negocios. Su asesinato, 18 meses después,
cuando llevaba nueve caballos a Lincoln desde su rancho, fue la muerte
que inició la llamada "Lincoln County War".

Los hombres de Murphy, instalados en los cargos públicos de designación gubernamental, no se paraban en el expolio y se dedicaron a robar, incluso el dinero de los impuestos. Fue por ello que Tunstall, que debía de creer en la legalidad, les acusó, con pruebas, ante la prensa, sin que se pudiera acallar el escándalo que se levantó. El resultado fue el asesinato del ganadero inglés por una partida de hombres armados al mando del sheriff Brady. El asesinato señaló el comienzo de la leyenda de William Bonney, Billy el Niño, cowboy al servicio de Tunstall, al que un juez de paz nombró alguacil del condado para perseguir a los asesinos. Billy y varios compañeros del rancho empezaron la persecución y emboscaron al sheriff Brady y a uno de sus ayudantes en las mismas calles de Lincoln, matándoles de una descarga por la espalda. Dio comienzo entonces una escalada de violencia, con un par de docenas de muertos y heridos, y que terminó con el asedio al almacén de McSween por el nuevo sheriff Pippin y sesenta hombres de Murphy. Dentro de la casa estaban Billy y cuatro de sus compañeros, que devolvieron el fuego en un combate a tiros que no terminó ni siquiera con la llegada de una unidad del ejército. El oficial al mando, otro de los hombres del Círculo, en vez de tratar de poner fin al conflicto, se unió a los que sitiaban el almacén, pero sin conseguir que los sitiados se rindieran. La casa de McSween fue incendiada por los sitiadores y cuando el abogado salió a parlamentar, fue asesinado por los hombres del sheriff Pippin. Lo extraordinario fue que Billy y sus compañeros se abrieran paso a tiros y consiguieran romper el cerco y escapar. La hazaña, ensalzada por la prensa, se convirtió en mito, y la publicidad hizo que el gobierno federal tomase cartas en el asunto. La primera medida fue destituir al gobernado Axtell, con lo que el Círculo de Santa Fe perdió su principal apoyo.


William J. Brady (Irlanda, 1829; Nuevo México, 1878) llegó a
Nueva York en 1851 y se alistó en el ejército, donde permaneció 10
años y llegó a sargento. En la guerra civil se alistó con los voluntarios
de Nuevo México como teniente y participó en la batalla de Glorieta
Pass y en campañas contra los navajos y apaches, siendo
desmovilizado en 1866 con la graduación equivalente de comandante.
Sheriff de la ciudad de Lincoln.


William H. Bonney, más conocido como Billy el Niño (Nueva York,
1859; Nuevo México, 1881), llegó a Nuevo México con su madre y
hermano, quedando huérfano cuando tenía 14 años. Tanto la familia
que le recogió como los maestros hablaron bien de él. Tras años de
vida agitada, fue contratado en 1877 por Tunstall, junto con otros,
como vaquero y guardaespaldas. Formaron el grupo The Regulators y
se dedicaron a eliminar a los que creyeron culpables del asesinato de su
patrón. Hecho prisionero por el sheriff Pat Garret, fue juzgado y
condenado a la horca por la muerte del sheriff Brady. Consiguió
escaparse de la cárcel de Lincoln tras matar a los dos guardianes.
Pocos meses más tarde, fue tiroteado por el propio Garrett cuando
entraba en casa de un amigo.

El nuevo gobernador designado fue el general Lewis Wallace, un veterano de la Guerra Civil, que se iba a convertir en un afamado escritor, pues ya había terminado la novela histórica Ben-Hur. Wallace tenía muy pocas ganas de meterse en el avispero de Nuevo México y lo que quería era que le nombraran embajador de Estados Unidos en algún lugar lo más cercano posible a Tierra Santa, y esa era su verdadera obsesión. Wallace, que tenía probada su capacidad, metió en vereda a los socios del Círculo y, además, la muerte de Murphy, a causa de un cáncer de hígado, dejó a la sociedad secreta sin cabeza visible para seguir la guerra en Lincoln. El territorio se fue tranquilizando y la promesa de Wallace de proclamar una amnistía general para todos los implicados hizo que las armas callaran.


Lewis "Lew" Wallace (Indiana, 1827; 1905) hijo de un militar de West
Point, dejó los estudios de derecho para servir como teniente en la
guerra contra México de 1846. Abogado y político, fue un temprano
admirador de Lincoln. Durante la guerra civil reclutó tropas y tomó el
mando como coronel del 11º de Infantería de Indiana. Luchó a las
órdenes de Grant y fue el general más joven. Se encargó de la ayuda
secreta a México para expulsar a los franceses. Aparte de su best-
seller Ben-Hur, publicó varias novelas y biografías, y sus memorias.

La complicación posterior vino de fuera. La familia de Tunstall, desde Londres, presionó al gobierno USA y encargó al prestigioso abogado tejano Tem Houston Chapman la investigación a fondo del asesinato del ganadero inglés. La investigación del abogado se saldó con su asesinato, la desaparición de las pruebas que había recogido, la detención de sus asesinos y la “inexplicable” fuga de estos. Estos sucesos marcaron el reinicio de los tiros. Eso y el hecho de Billy el Niño fue el único excluido de una amnistía que alcanzó a ciento quince personas implicadas en la guerra y a las que hubieran correspondido fuertes penas de prisión. Convertido en un perseguido, no muy perseguido, Billy organizó una partida con compañeros de trabajo y se convirtió en leyenda para todos los habitantes de Nuevo México.

Sorprendido en Mesilla, fue capturado por una fuerte partida de vigilantes. Fue juzgado y condenado a pena de muerte, sin que las pruebas presentadas en su contra tuvieran consistencia. El posible indulto de Wallace, que hubiera puesto definitivo fin a la guerra, su fue al traste cuando Billy se fugó la cárcel de Mesilla después de matar a sus dos guardianes que, por cierto, eran antiguos miembros de la tropa de Murphy. Wallace, cansado del conflicto y habiendo pacificado Nuevo México, consiguió el anhelado nombramiento de embajador en Turquía y dejó el territorio. Billy el Niño se había convertido en una simple cuestión policial y cuatro meses después de la marcha de Wallace, en Julio de 1881, fue muerto en Fort Sumner por su antiguo amigo Pat Garrett, convertido en sheriff. Se asegura que Billy iba desarmado en el momento de su muerte y que la bala que le alcanzó le entró por la espalda. Pero es tal la acumulación de medias verdades que es un dato imposible de comprobar. Años más tarde, Garrett moriría asesinado cuando se había convertido en un próspero ganadero.


Patrick Floyd Garrett (Alabama, 1850; Nuevo México, 1908), más
conocido como Pat Garrett, a los 19 años abandonó la próspera
plantación familiar en Louisiana para trabajar como cowboy en Dallas y
cazador de búfalos. En Nuevo México abrió un saloon y se casó.
Nombrado sheriff de Lincoln, liquidó a Billy el Niño y a su banda, pero
nunca recibió los 500$ de recompensa por la cabeza de aquél. Con la
ayuda de un amigo periodista, escribió La auténtica vida de Billy el
Niño. Tras perder varias elecciones a sheriff y al senado de Nuevo
México, fue capitán de los Rangers de Texas y de nuevo sheriff en
Doña Ana County. Su amistad con el presidente Teddy Roosevelt le
valió el nombramiento de recaudador de aduanas en El Paso. Tras
cinco años en el puesto, no le fue renovado y regresó a su rancho en
Nuevo México. Acosado por las deudas y las enemistades, se dio a la
bebida y el juego. Pat Garret murió el 29 de Febrero de 1908 de dos
balazos que le disparó en una carretera cerca de Las Cruces un
arrendatario con el que mantenía diferencias. El autor fue absuelto,
pero las circunstancias de la muerte de Garrett permanecen rodeadas
de interrogantes sin aclarar.

El mito del salvaje Oeste ya estaba suficientemente establecido entre el público USA, pues al cadáver de Billy el Niño le cortaron el dedo índice, el dedo que apretaba el gatillo, y, conservado en alcohol, fue vendido a un coleccionista por ciento cincuenta dólares. La saga del pistolero, ensalzada en canciones vaqueras y baladas, llegó a afirmar que tenía en su haber veintiún muertos, uno por cada año de su vida, sin contar negros ni mejicanos, pero sólo se pudo confirmar la autoría de los dos vigilantes a los que mató para escapar de la cárcel de Mesilla. Hay pruebas de su participación en tiroteos que causaron seis muertos más, pero esos altercados fueron pequeñas batallas en las que intervinieron bastantes tiradores por ambos bandos. El único que salió bien librado de la guerra de tres años de Lincoln County fue John S. Chisum, que dejó a los demás enfrentarse entre sí y el permaneció encastillado en su rancho sin permitir incursiones enemigas ni la salida de sus cowboys.

El final de la guerra del ganado en Nuevo México marcó una época de tranquilidad. El gobierno federal apretó la tuercas para que nadie se desmandase de nuevo, y esa tranquilidad coincidió con la aparición de inversores extranjeros que, por medio de peones escogidos, dominaron la Asociación Ganadera. Se calcula que en esos años la inversión de capital extranjero en el negocio del ganado alcanzó los treinta millones de dólares, lo que, como es lógico, ayudó a la prosperidad general de todos los sectores implicados, menos a los cowboys, que además de independencia perdieron muchos puestos de trabajo. También los cowboys fueron derrotados en sus particulares contiendas contra los pastores de ovejas, que fueron ayudados por los gobiernos estatales y contribuyeron a cerrar aún más los espacios abiertos que habían permitido antes la vida nómada del cowboy.

La última guerra ganadera famosa, la del condado de Johnson, en Wyoming, se dio en los postreros años del siglo XIX. Fue más encarnizada que la de Nuevo México y acabó en una agitación social que rozó la rebelión y se convirtió en un escándalo nacional. El comienzo de la guerra vino determinado por la decisión de la Asociación Ganadera, dominada por los escoceses, de suprimir el robo de ganado sin marcar, que, según ellos, era de su propiedad. Consiguieron que se declarasen ilegales las ocho mil marcas registradas por los pequeños ganaderos y que el ganado libre sólo pudiera ser marcado por el personal acreditado que trabajaba para los grandes ranchos.

Los pequeños rancheros, aliados con granjeros y comerciantes, que sacaban beneficios del no demasiado legal marcaje de las reses libres, se enfrentaron a los pistoleros profesionales contratados por la Asociación Ganadera, entre los que se encontraban bastantes cowboys en paro. En los enfrentamientos cayó el ranchero Med Champion. Rodeado por pistoleros del sindicato y con su cabaña ardiendo, escribió un hermoso mensaje de despedida para sus amigos. Los enfrentamientos derivaron en una lucha frontal y el descubrimiento de una lista negra de cien nombres condenados a muerte por la Asociación Ganadera, motivó una rebelión popular. Al final, apareció un regimiento de caballería, enviado por el presidente USA, para salvar a los sitiados pistoleros de la Asociación, que estaban rodeados y al borde de la aniquilación. La ruina terminó por ser el saldo para todos los contendientes y el escándalo nacional estuvo a punto de desalojar al presidente de la Casa Blanca.


Nathan D. Champion, más conocido como Nate Champion (1857 -
1892), era un modesto ranchero que defendía los derechos de los
pequeños ganaderos frente a los grandes propietarios (cattle barons).
Acusado falsamente de robar ganado, fue sitiado en su cabaña del KC
Ranch durante un día por más de 50 pistoleros contratados por la
WSGA. Incendiada, intentó escapar con una pistola y un puñal en cada
mano, pero fue muerto a tiros. El actor Christopher Walken
desempeñó el papel de Champion en la película de Cimino: La Puerta del Cielo.

El fracaso de Wyoming, unido a las grandes pérdidas producidas en el invierno de 1886-87, hizo que el negocio dejase de ser lo seguro que había sido hasta entonces, y los grandes inversores empezaron a retirar capitales. Hasta ahora, la mejor explicación de esta guerra no la ha dado la historia ni la literatura, sino el cine, y más en concreto, en la película de Michael Cimino, La Puerta del Cielo, que fue denostada por el público y la crítica, y estuvo a punto de arruinar a una de las más grandes compañías productoras cinematográficas USA. El tiempo, que suele hacer justicia, aunque no con la celeridad que debiera, ha convertido La Puerta del Cielo en un clásico del cine, aunque su director sigue siendo un autor maldito.


Michael Cimino (Nueva York, 1939) miembro de la tercera generación
de una familia italo-americana. Niño prodigio y niño rebelde, estudió
Arte en las universidades de Míchigan y Yale, donde se graduó. Su
película El Cazador, que ganó cinco oscar, incluido el de mejor
director, y que fue considerada como la 53 Mejor película de todos los
tiempos por el Instituto Americano del Cine, fue criticada por el rojerío
español de los ochenta, al que escandalizó que la dureza de la guerra
rompiera la imagen angelical de los vietcongs. La Puerta del Cielo fue
un desastre financiero y marcó el fin de una era en Hollywood. La
versión original duraba 5 horas y 25 minutos y fue reducida por
presiones comerciales en varias ocasiones. En 2011 fue seleccionada
en Londres como el 12º Mejor Western. En 2012, el director del
Festival de Venecia, Alberto Barbera, la calificó como "una obra
maestra" perdida y calificó los cortes de 1980 como una "masacre" y
"una de las mayores injusticias de la historia del cine", que destruyeron
las carreras de de Cimino y Kristofferson.

La última guerra ganadera coincidió con el final de los viejos tiempos, que pasaron a ser dominio de publicistas y políticos. Teddy Roosevelt abandonó el Oeste, pero hizo su carrera, hasta llegar a la Casa Blanca, explotando una pose de hombre de la frontera. A partir de él nace USA como imperio, al apoderarse de las posesiones españolas de Cuba y Filipinas. A los políticos estadounidenses les empezaba a quedar pequeño su país, aunque fuera continental.


Theodore "Teddy" Roosevelt (Nueva York, 1858 - 1919)
Estudió en Harvard, practicó boxeo y trabajó un año en una
rancho de Dakota. Historiador, jefe de la policía de Nueva York,
Subsecretario de la Navy, abandonó este puesto para luchar contra
los españoles en la guerra de Cuba, al mando de un regimiento de
voluntarios de Caballería. Propuesto para la Medalla de Honor, que le
fue denegada, se le concedió postumamente en 2001. Vicepresidente
en la candidatura republicana de McKinley, que ganó las elecciones de
1900, asumió la presidencia en 1901 al ser asesinado McKinley.

Poco menos de medio siglo, desde 1865 a 1900, fue suficiente para crear el mito del cowboy, un mito con reminiscencias de lejanía en el tiempo a pesar de su casi actualidad. Esa lejanía sirvió para tomar como realidad una serie de mitos que, idealizados, pasaron a la historia de los USA. El mundo del ganadero y los cowboys fue una herencia hispana, convertida en un negocio anglosajón que acabó en una gran mitificación.

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