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Oficina de Defensa del Anciano         Asturias Republicana
   
   

¿Qué pasó con el dinero de la Ley de la Dependencia? ¡A ver si hacían igual que los "mareas"!
Tres historias (verídicas) del ERA

Por Marcelino Laruelo.


El ERA es una HUNOSA de bata blanca creada por la comandita PSOE-IU en los tiempos “gloriosos” del socialfelipismo. El objetivo de esta explotación es el yacimiento ancianífero de Asturias. Su fin último, la incautación de los bienes de los ancianos gravemente enfermos y más indefensos. Llevarse los ahorros y el patrimonio que queda después de sufrir la voracidad de Hacienda y sus ivas, de los ayuntamientos, con sus ibis y viñetas, y de tantas tasas sin tasa. Incautarse de los frutos del trabajo, del sudor, del sacrificio y del ahorro de las gentes humildes.

A la señora X., después de papeleo y gestiones infinitas, superados los interrogatorios gestapenses, le correspondieron 325 euros mensuales de ayuda por la Ley de Dependencia, ley que, conviene recordar, no la aprobó Felipe González, ni Aznar, ni Rajoy, sino Rodríguez Zapatero, al que tanta basura se le echa encima. Nunca nadie le explicó cómo se hicieron los cálculos para que saliesen esos 325 euros: la tradicional opacidad. La señora X., gravemente enferma (grado 3, nivel 1), con lo que tenía de pensión, el cuatro por ciento que le rentaban los ahorros de toda una vida en el banco y esos 325 euros de la ayuda, cubría el importe de la factura mensual (iva incluido) de la residencia privada en la que estaba.

Cuando la señora X. pasó a ocupar una plaza en una residencia del ERA (“en defensa de lo público”) le cobraban el 75% de la pensión. Los bancos se pusieron a cero de interés y los 325 euros de la ayuda a la dependencia desaparecieron. El batallón de asistentes sociales aseguraba que no se generaba ninguna deuda, aunque el precio público fuera el doble (¡) que su pensión, pues, decían, tenía aprobado el PIA de la Ley de la Dependencia. Como el ERA no envía las facturas mensuales ni informa de nada, tuvieron que pasar siete años para que se hiciera insoportable el olor a “cuernu quemau”. No tiene un pase nada de lo que hace el ERA, pero, ¿esos 325 euros mensuales a dónde fueron a parar? Los de la señora X. y los de miles de dependientes. ¿Qué pasó con el dinero de la Ley de la Dependencia? ¡A ver si hacían igual que los “mareas”!

Al señor Y., persona muy mayor y con las capacidades físicas y mentales mermadas, el ERA le ha enviado una carta resolución de dos folios y pico escrita en cantinflesco. En ella se hace referencia a más de una docena de leyes y decretos, y se le pide que opte entre pagar una cantidad u otra superior. Sin embargo, tampoco se detallan los cálculos que dieron esas cantidades, ni qué pasa con la supuesta deuda “odiosa” y otras cuantas cosas más. ¡Y esta carta resolución es fruto de la “revisión general” ordenada por la consejera Pilar Varela! ¡A ver si uno de los grandes problemas del ERA va a ser que los titulados y víctimas de la LOGSE no saben redactar!

A la señora Z., al entrar en una residencia del ERA y por culpa de un fallo en el automatismo, la puerta se cerró súbitamente y la tiró al suelo, provocándole graves heridas. Tuvieron que operarla, no es fácil que vuelva a caminar y no pude comer por sí misma. Una residencia de ancianos es como un hotel y tienen que tener un seguro de responsabilidad civil. En cualquier hotel, darían parte al seguro y tratarían de contribuir a paliar la desgracia con toda clase de amabilidades. En el ERA, todo lo contrario: tergiversación, ocultación, zancadillas… ¡Lo de siempre! Y que pague el SESPA los gastos, que es dinero público, y no el seguro, que es privado.

El ERA es un Titanic de chapa prensada con cuentas falsas y pañales. Van los mandamases y demás titulados muy ufanos con su copa de champán en la mano mientras la fanfarria interpreta su música servil en partituras de papel prensa y timbrado. Pero en el horizonte acecha el iceberg de las auditorías y las cuentas claras.