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El crecimiento de la red de saneamiento tendría que haber ido acompañado de la construcción de sistemas de depuración. Pero no se hizo así.

"El mejor plan de saneamiento de Europa" y otras maturrangas. (1ª parte)

Por Marcelino Laruelo.
Este texto se terminó de redactar
el día 10 de Junio de 2018.
Por cuestiones que no vienen
al caso, se subió a la red el
día 26 del mismo mes y año.


A Rodolfo Alonso Astoreca.
Y a Toño Marcos, Luisma y Joaquín Aranda
(In memoriam)

Por primera vez en la historia local, la playa de Gijón fue cerrada al baño por la contaminación de sus aguas. No porque hubiera naufragado otro ‘Castillo de Salas’ u otro ‘Prestige’ a sus orillas, sino porque unas lluvias un poco fuertes tiñeron sus aguas de color marrón. Hechos similares ya ocurrieron antes un millar de veces, pero esta vez hubo testigos con documento gráfico y prensa. La mar como un plato y bandera roja: inaudito.

Inaudito, pero previsible para cualquier persona informada. Estamos peor que hace 50 años, porque esto es como si el dueño de un chalet conectara el desagüe del wc a su piscina y, no contento con eso, fuera llevando voluntariosamente las aguas negras de los chalés vecinos también a su piscina, hasta convertirla en un pozo negro. En Gijón se ha ido extendiendo la red de alcantarillado hasta lugares remotos al tiempo que crecía la ocupación del campo por edificios, chalés, polígonos industriales y carreteras y caminos asfaltados. Lo que antes iba al terreno y los regatos, ahora va a los colectores. El consumo real de agua por habitante seguro que se duplicó o más. La utilización en los hogares de toda clase de productos químicos, altamente tóxicos para el medio ambiente, que de una forma u otra forma acaban en los desagües, no admite comparación con medio siglo atrás. Por todo ello, el crecimiento de la red de saneamiento tendría que haber ido acompañado de la construcción de sistemas de depuración. Pero no se hizo así.

La playa de Gijón, las otras playas, el resto de la costa y la mar no pueden ser consideradas como un mero recurso turístico al servicio de los negocios hosteleros. Son bienes públicos, son nuestros, del pueblo; un don con el que la naturaleza premió a esta ciudad y a los que en ella habitan; la mar y la costa son fuente de vida y de disfrute. Por eso es inadmisible que por la incompetencia, desidia y necedad de ministros, presidentes y consejeros autonómicos, alcaldes y concejales, ingenieros, arquitectos y demás técnicos de dudosa capacitación, nuestro mar litoral, como la piscina del chaletista, se esté convirtiendo en una cloaca.

Un ayer no tan lejano

La corporación municipal surgida tras las elecciones de 1979 se dedicó a buscar un vertedero para las basuras, a urbanizar las calles de los barrios obreros, a construir escuelas y a promocionar el deporte popular. Gijón era una ‘ciudad sin ley’ en urbanismo y aquella corporación encargó la redacción de un Plan General de Ordenación Urbana. En 1982, en el avance de aquel PGOU, ya se defendía la necesidad de hacer “un gran esfuerzo en saneamiento” con una propuesta de red de colectores, emisarios y de control de vertidos para evitar inundaciones y proteger la costa. Un año más tarde, ya estaba listo un “Estudio base para el saneamiento integral de Gijón”. De acuerdo con la orografía, Gijón quedaba dividido en dos cuencas por una línea que va de la Atalaya a Begoña y Ceares. Se dibujaban dos emisarios submarinos, uno en Peñarrubia y otro en la zona del cabo de Torres. En 1986, la consejería del ramo y la CUOTA aprobaron definitivamente el PGOU de Gijón, pero el Ayuntamiento tuvo que presentar un recurso sobre media docena de modificaciones ‘menores’ introducidas por dichos organismos, entre ellas, la supresión de los emisarios submarinos con depuración previa. La alcaldía pidió que se dejase como estaba, porque, de lo contrario, habría que ponerse a estudiar otro sistema alternativo.

La degradación de las aguas costeras siguió aumentando. Se produjo el accidente (evitable) y naufragio del’ Castillo de Salas’ en aguas de la bahía. Para intentar reflotarlo, unas de 50.000 toneladas. de carbón se vertieron al mar. Se enviaron muestras a un organismo parisino para que dictaminara si el vertido de carbón era contaminante o no (¡). No se intentó ni se quiso que, con cargo al seguro del barco, las dragas sacaran del fondo marino ese carbón que aún hoy viste de luto de vez en cuando la playa. Pero, veinte años después, se extrajeron, ilegalmente según mi entender, 25.000.000 de metros cúbicos de arena del fondo marino de la playa y bahía para los rellenos de la ampliación de El Musel.

En 1987, en plena fiebre chaletista, se tramitó el desarrollo de la UA 105, del Pisón (Somió). Resulta ‘simpático’ que como solución al problema de la evacuación de las aguas residuales y pluviales de esa urbanización de chalés se propusiese que: “la red de alcantarillado se llevará hacia la vecina Casa de Máquinas”.

En 1989, las autoridades regionales anunciaron, dentro del Programa Nacional de Interés Comunitario (PNIC), la inversión de 18.656 millones de pesetas para el saneamiento de los ríos Nalón, Caudal y Nora, y las zonas de Avilés y Gijón. Afirmaban que las obras estarían concluidas en el primer trimestre de 1993. Mientras tanto, en pleno verano gijonés, alguien quiso acabar con los ‘culiformes’ del Piles echando unas garrafas de lejía... ¡Ycon lo que acabó fue con los pobres muiles!

En la primavera de 1991, un mes antes de las elecciones municipales, el ministro de Obras Públicas, el presidente de Asturias y el alcalde de Gijón, acompañados de otras autoridades, presentaron “el mejor plan de saneamiento de Europa”, que se iba a llevar a cabo en Gijón. La inversión total era de 12.915 millones de pesetas: 5.670 para la zona Este y 7.245 para la Oeste. Se construirían en tres fases redes de alcantarillado, colectores interceptores, estaciones de bombeo y pretratamiento, estaciones depuradoras y emisarios submarinos. El plazo de ejecución de la obra era de diez años. Las aportaciones previstas, en millones de pesetas, eran las siguientes: ministerio, 5.885; 45,56%; Gobierno asturiano, 3.300; 25,56%; Ayuntamiento, 3.730; 28,88%. También se creó una comisión de seguimiento integrada por dos representantes de cada administración. La depuradora del Este iría en terrenos colindantes con la Casa de Máquinas y la del Oeste, en terrenos portuarios en el arranque del dique de la Osa, frente a La Figar de Jove.

2ª parte.

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