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Oficina de Defensa del Anciano         Asturias Republicana
   
   

Cada mes, se debería elaborar en cada residencia del ERA (pública) un estadillo detallando los gastos: luz, agua, comida, calefacción, lavandería, limpieza… Y sueldos del personal y subcontratas. Colocarlo en el tablón de anuncios y mandar copia a residentes y familiares.
Control y fiscalización contra la mala administración.

Rescatar (también) a los ancianos afectados por el ERA

Por Marcelino Laruelo.

 


El organismo autónomo Establecimientos Residenciales para Ancianos de Asturias es como una hipoteca y los ancianos enfermos e indefensos de sus residencias son las víctimas propiciatorias. Son los otros “afectados por la hipoteca” de los que nadie se preocupa. Es una hipoteca inversa y perversa, con cláusula de defunción: lo que no les cobran ahora es para poder incautarse de sus bienes y ahorros después, cuando hayan muerto. Bienes y ahorros logrados tras una vida dura de mucho trabajo y muchos sacrificios que “heredan” los enemigos de la herencia.

Gobernando en Asturias la pseudo izquierda, allá por Abril de 1991, entró en vigor la llamada “Ley de asistencia y protección al anciano”. Su título VII lo dedica a la creación del organismo autónomo Establecimientos Residenciales para Ancianos de Asturias (ERA), que se encargaría de la gestión de las residencias de ancianos dependientes del gobierno asturiano. En el capítulo dedicado a la Financiación e Intervención (art. 51), se dice que “el control interno de las actividades realizadas por el organismo autónomo y sus centros (ojo, cada residencia) se sujeta al régimen de auditoría”. Más adelante (art. 52), se dice que: “los establecimientos residenciales dependientes del Principado de Asturias formularán anualmente un proyecto de presupuesto de ingresos y gastos equilibrado”, y en base a esos gastos y a la contabilidad de cada centro se establecerá el precio de cada plaza de residente (art. 53).

La pseudo izquierda en particular y la clase política en general son enemigas de la contabilidad, del cuadrar las cuentas y de la racionalidad en el gasto: ¡con qué facilidad se gasta el dinero de los demás! Y ahí tienen, tan cerca, a la alcaldesa del ayuntamiento Gijón que, con una deuda de ni se sabe, se anda gastando millones de euros en cambiar farolas nuevas por otras un poco más nuevas. No les preocupa el deber porque tampoco tienen pensado pagar.

Al misterio insondable del coste del kilovatio/hora se ha venido a sumar otro misterio, el del coste de una plaza en una residencia del organismo autónomo ERA. Dicen, ahora que el árbol está abatido, que el hombre que prejubiló de oro las cuencas mineras pasaba facturas de miles de euros de puros habanos. En las residencias del ERA no se fuma ni Celtas cortos, pero nadie puede saber si los directores/as se funden la pasta contratando a Julio Iglesias para que, de incógnito, haga una gira de “musicoterapia” por las residencias o si ponen una cucharadita de caviar beluga y una copita de champán francés con las comidas para animar a los ancianos y facilitar la circulación. Y cuando no se dice en qué se gasta el dinero de los demás, malo, muy malo.

Cada mes, se debería elaborar en cada residencia del ERA un estadillo detallando los gastos: luz, agua, comida, calefacción, lavandería, limpieza… Y sueldos del personal y subcontratas. Colocarlo en el tablón de anuncios y mandar copia a residentes y familiares. Control y fiscalización contra la mala administración. Si ningún anciano en la calle tiene que pagar a las enfermeras del ambulatorio, a psicólogos, asistentes sociales, animadores socioculturales y demás, ¿por qué los ancianos de las residencias sí? Eso se llama duplicidad y es un ejemplo más. Pero, ni estadillos, ni presupuestos de ingresos y gastos por residencia, ni facturas mensuales, ni memorias anuales, ni nada de nada.

La pudriella es tan grande y extensa que ya hasta el Síndico de Asturias se queja de que el gobierno regional no le da toda la documentación que necesita. Las cuentas no se ven claras ni tras complejos procesos de filtraje y maquillaje. Vienen otras elecciones generales con su descomunal aparato publicitario y propagandístico. Volaran los misiles de papel. Llegaran las mareas vivas y reflotará el pecio de ese “bajel pirata que llaman” MAREA, encallado en una arrecife de togas. A las grandes pleamares les siguen las grandes bajamares que pueden sacar a la luz el cofre de los bucaneros/as con el plano del tesoro y el libro mayor de los por cientos. A ver si los nuevos se animan a rebuscar por la orilla, que para coger peces…