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Oficina de Defensa del Anciano | Asturias Republicana |
Al entrar en la llamada sala Constitución, de Fruela’s Palace, uno tiene la sensación de penetrar en la corte de Alfonso III el Magno, aunque sin mastines ni lanceros. Por allí pasó ‘la crème de la crème’ de la burocracia gobernante y del empresariado, pero también, en vivo contraste, los representantes de la Asturias doliente. Todo el mundo pudo expresarse y todo el mundo fue escuchado y grabado. Esperemos que para el año que viene, los que se queden sin poder salir a comer sean los de ‘la crème’ y no los ‘dolientes’, y que haya un teléfono donde poder consultar ‘dudas’ (por ejemplo, si el consejero de Sanidad cobra más que el presidente) en ese extenso poemario en el que economistas creativos riman cifras y cantidades con la imaginación del poeta. “Presupuestos” viene de presuponer y suponer, de calcular y barajar números. A mí me interesan mucho más los resultados, el balance: saber lo que se recaudó y lo que se gastó, y en qué. Rigor contable y cuadrar las cuentas, superávit y no dejar deudas e hipotecas para los que vengan detrás. Mis proposiciones, esquemáticamente, fueron las siguientes: a la Consejería de Hacienda, que triplique la asignación del servicio jurídico, porque eso de “ejecutar” deudas odiosas a familias humildes con base en contratos firmados con la huella dactilar de ancianos que no estaban en sus cabales, tiene tela. El consejero de Sanidad, por su parte, va a tener que contratar cien médicos y cien enfermeras para acabar con la marginación sanitaria de los ancianos recluidos en esos hospitales clandestinos que llaman residencias. Son españoles pero reciben peor atención que los presos en la cárcel, pagan y afrontan gastos dúplices. ¿Por qué las enfermedades mentales de los ancianos no se atienden en los centros de salud mental del Sespa? ¿Por qué el médico que receta nunca comprueba los efectos de fármacos tan potentes que tumban a un caballo? ¿Quién y con base en qué ordena amarrar a una persona a una silla o encamarla de por vida? ¡Y cuidado con los ‘paliativos’ y ese mandar a la gente para el otro barrio sobre la base de presunciones y sin permiso de la víctima! En la consejería de lo social hay un fenómeno que no deja de tener su gracia: ‘susanistas’ (Pilar Varela) y ‘sanchistas’ (la gerente del ERA) palean en amor y compaña para tapar el escándalo: ¿Dónde está el dinero de la ley de la dependencia enviado por el Imserso? Señora Varela: ¿cómo es posible que sea la mitad más barato irse con el Imserso a un hotel de cuatro estrellas en Benidorm, con pensión completa, que vegetar en una habitación cochambrosa del ERA y comiendo rancho? ¿Por qué no se instalan cámaras de videovigilancia en las residencias? ¿Cómo es posible que su consejería y los ayuntamientos amparen el esclavismo laboral que sufren las trabajadoras de atención a domicilio? ¿Por qué se resisten a auditar e investigar las cuentas de ese organismo opaco llamado ERA? ¿Por qué sigue sin enviar las facturas mensuales y sin confeccionar una memoria anual económica y de gestión? Si esa ‘joint
venture’ entre ‘susanistas’ y ‘sanchistas’
tiene su aquel, no menos ‘gracioso’ resulta el ver al dúo
Ripa-León haciendo de la gratuidad de las guarderías infantiles
un ‘Mazucu’ inverso de resistencia frente a los sucesores
de Belarmino Tomás. Y, al mismo tiempo, sin decir ni una palabra
a favor de que los ancianos en las residencias públicas no paguen
más del 75 por ciento de su pensión. Y eso que gracias
a Podemos se aprobó la ley que suspendió temporalmente
la ‘estafa’ del ERA y obligó, de momento, a devolver
a familias trabajadoras más de cinco millones de euros. O sea,
¿de 0 a 3, gratis total, pero de 70 a 90 (y por enfermedad) 900
euros al mes? ¡Vaya par de delanteros si los goles los metieran
en la puerta contraria en vez de en la propia!
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