asturiasemanal.es
Oficina de Defensa del Anciano         Asturias Republicana
   
   


Lo que han hecho y hacen en el organismo autónomo ERA es otro caso MAREA, pero elevado al cuadrado.
En defensa de los ancianos en los presupuestos regionales para 2018

Palabras pronunciadas por Marcelino Laruelo el día once de Diciembre de 2017en la comparecencia informativa para la tramitación de los presupuestos regionales de 2018.

Señoras y señores, buenos días:

Nos ha tocado vivir en un mundo en el que cada vez se da menos valor al rigor y la exactitud. Un mundo en el que, para lo que aquí interesa, abogados y funcionarios legislan para abogados y funcionarios, y economistas creativos riman cifras y cantidades con la imaginación del poeta. Para letrados y poetas de los ripios en miles de euros he traído este libro.

No me interesan los presupuestos, que vienen de presuponer y de suponer, de calcular y barajar números. A mí me interesan los resultados, el balance. Saber cuánto se ha recaudado, cuánto se ha gastado y en qué. Me gusta el viejo rigor contable y el cuadrar las cuentas, el superávit y no el endeudamiento y la hipoteca para los que vengan detrás.

Me invitan, y yo lo valoro y agradezco sinceramente, a que, si fuera capaz, haga alguna aportación, diga algo, que redunde en bien de todos. Presuponen ustedes algo que no creo que pueda cumplir, pese a intentarlo. Tengo la impresión de estar en una especie de Operación Triunfo a ver quién da el gorgorito más reivindicativo. En otro caso, deberían de haber puesto un servicio telefónico específico donde poder preguntar cómo se accede al presupuesto 2018 por Internet o si, p.ej., el consejero de Sanidad gana más al mes que el presidente del gobierno asturiano.

Entrando en materia, les digo que lo que han hecho y hacen con los ancianos y sus familias en el organismo autónomo ERA es otro caso MAREA pero elevado al cuadrado. Por eso, a la señora Consejera de Hacienda le sugiero que triplique la cantidad asignada al Servicio Jurídico del Principado. Por su propio interés. Porque eso de reclamar por vía ejecutiva a familias obreras deudas odiosas amparadas en contratos firmados con la huella dactilar por personas que no estaban en sus cabales, tiene tela.

Al señor consejero de Sanidad le sugiero también que mande adaptar los versículos correspondientes porque va a necesitar contratar a un centenar de médicos, por lo menos, y al correspondiente número de enfermeras para que se acabe esa marginación sanitaria y empiecen a atender a las personas gravemente enfermas recluidas en esos hospitales clandestinos llamados residencias de ancianos. ¿O es que no tienen derecho a la sanidad pública como el resto de los españoles? ¿Por qué, entonces, tienen que afrontar gastos dúplices? ¿O es que merecen menos consideración que los que cumplen condena en una cárcel? Señor consejero de Sanidad: ¿Por qué los ancianos con enfermedades mentales no tienen derecho a ser atendidos en los centros de salud mental del Sespa? Señor consejero de Sanidad: ¿Cómo es posible que potentes fármacos que tumban a un caballo se administren con tanta facilidad y sin que el médico que los receta pase nunca a comprobar sus efectos en cada paciente? Señor consejero de Sanidad: ¡Cuidado con los paliativos! ¡Cuidado con ese mandar alegremente a la gente para el otro barrio en base a presunciones y sin permiso de la víctima! ¡Mucho cuidado!

Señora consejera de Servicios y Derechos Sociales y presidenta del consejo de administración del organismo autónomo Establecimientos Residenciales para Ancianos de Asturias, el tristemente famoso ERA: Rectifique, si es que aún está a tiempo. Abandone al bando del abuso, de la estafa y del maltrato y póngase del lado de la luz, de la honradez y de la justicia. Rompa ese pacto de silencio, esa omertá y cuente públicamente todo lo que sabe. Después de mucho luchar unos pocos, han tenido que reconocer ustedes que, de momento, les habían cobrado de más a familias humildes de ancianos indefensos cinco millones y pico de euros, que tienen canto. Y eso, según mis estimaciones, es sólo la décima parte de lo que les ventilaron a la gente. Señora Pilar Varela: ¿dónde está el dinero de la ley de la dependencia enviado por el Imserso?

Señora Varela: únase usted a los que solo piden un trato digno para estos ancianos tan enfermos como indefensos. ¡Y las cuentas, claras! Auditoría, memoria anual económica y de gestión y mandar las facturas mensuales detalladas. Que a nadie se le cobre más del 75% de su pensión. ¿Cómo es posible que sea la mitad más barato irse de vacaciones con el Imserso a un hotel de cuatro estrellas en Benidorm con pensión completa que estar en una habitación cochambrosa del ERA, sin toallas en el baño y comiendo rancho? Señora Varela: los consejeros separatistas catalanes se quejaron públicamente de la comida que les daban en la cárcel. Y eso que era gratis. ¿Por qué no podemos ir usted o yo, o cualquier diputado a una residencia del ERA, no digo a quedarnos unos días, pero, por lo menos, a pedir la prueba de la comida de ese día y echar una ojeada por allí? ¿Por qué tanta opacidad y tanta puerta cerrada? Hay otra cosa que me ha hecho gracia estos días: se ha montado una suerte de “casus belli” a propósito de la gratuidad de las guarderías de niños de cero a tres años, pero, aquí, les parece bien a todos, no les importa, que a esos otros “niños”, los de 70 a 90 años, les cobren en la guardería de la residencia de día más de lo que tienen de pensión al mes. Señora Varela: Mande instalar cámaras de video vigilancia y web cams para los familiares, que todos hemos visto cosas horribles en los telediarios. Señora Varela: Acabe con el enchufismo y la impunidad en eso organismo autónomo fuera de control y que cada palo aguante su vela. Señora Varela: No permita los malos tratos ni los abusos, ni que se amarre a los ancianos a una silla de por vida y defienda su derecho a ver la luz del sol todos los días. Haga suyo lo que yo acabo de pedir al consejero de Sanidad. Todo ello es de justicia social elemental. Señora Varela y señoras y señores este libro se titula: La rueda de la mentira. Se refiere al ciclista norteamericano Lance Amstrong, que ganó el Tour siete veces. El tema de fondo del libro es que todo el mundo sabía que había doping, que se utilizaban sustancias prohibidas, que hacían transfusiones de sangre prohibidas. Pero hasta que no declararon las personas que tenían conocimiento de ello por ser miembros del equipo de Amstrong, no pudo actuar la justicia y las agencias antidopaje. Esto mismo se puede traslada al ERA: hasta que no hablen las personas que saben todas las irregularidades, por decirlo suavemente, que se cometen ahí, no podrá ponerse fin a esa situación.

Muchas gracias. Muchas gracias y que haya salud.