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Catástrofe del Prestige: una jueza federal de Estados Unidos desestimó la demanda del gobierno español contra la sociedad inspectora de buques American Bureau of Shipping que había certificado el buen estado del petrolero


Por Julio A. Suárez



Según información proporcionada por diversas agencias, la jueza Laura Swain desestimó la demanda presentada por España ante la corte de distrito de Manhattan contra la empresa sin ánimo de lucro ABS, la cual había inspeccionado y certificado el buen estado del petrolero Prestige seis meses antes de su naufragio. La jueza determinó que España debía presentar su demanda contra ABS ante sus propios tribunales.

En la demanda presentada en 2003, la parte española pedía compensaciones económicas a ABS y otras empresas por considerar que habían actuado con negligencia al otorgar los certificados que permitían navegar al Prestige. Por su parte, la ABS argumentó que tanto España como Bahamas, en cuyo registro figuraba el Prestige, habían firmado el convenio internacional Civil Liability for Oil Pollution Damage que, entre otras cosas, establece la responsabilidad del propietario del barco, que exime a terceras partes, y determina que las demandas judiciales se llevaran ante los propios tribunales. De igual modo, ABS argumentó en su defensa que el hundimiento del buque se hubiera podido haber evitado si las autoridades españolas hubieran gestionado mejor el desastre. ABS afirmó ante el juez que cuando el Prestige empezó a tener problemas, el gobierno de España se negó a dejarlo entrar en puerto y el barco averiado fue remolcado durante varios días por un mar tempestuoso hasta que se partió en dos y se hundió.

American Bureau of Shipping es una empresa de inspección y certificación de buques norteamericana fundada en 1862 y que tiene su sede central en la localidad tejana de Houston. ABS tiene delegaciones en setenta países y es una sociedad sin animo de lucro que no paga dividendos, destinando sus beneficios a la investigación, extensión y mejora de sus servicios. En España tiene abiertas oficinas en Bilbao y Madrid.

Recordemos que el vertido petrolífero del Prestige provocó el mayor desastre ecológico de España. Sus consecuencias fueron especialmente graves en la costa atlántica gallega y en todo el cantábrico, llegando sus efectos contaminantes hasta las playas francesas de la región de atlántica y las costas inglesas del Canal. Los daños fueron valorados en más de cinco mil millones de euros.

El Prestige había sido construido en los astilleros japoneses Hitachi en 1976. Con una eslora de 243 metros y un peso muerto era de 81.000 toneladas, ABS se había encargado de la inspección y certificación del buque desde su construcción hasta el momento del hundimiento. En ese momento era propiedad de la sociedad Mare Shipping Inc, domiciliada en Liberia, que solamente posee este barco, pero detrás de esa “sociedad” parecen estar los navieros griegos Coulouthros. Su capitán era Apostolos Mangouras, griego, de 67 años, la tripulación estaba formada por marineros filipinos y rumanos que, producirse los primeros indicios de accidente tuvieron que ser evacuados en helicóptero por su nerviosismo, permaneciendo a bordo durante los días sucesivos solamente el capitán, el primer oficial y el jefe de máquinas. El Prestige transportaba 77 mil toneladas de fuel oil pesado procedente de puertos rusos y letones del Báltico, carga que pertenecía a Crown Resources, una sociedad afincada en Suiza y vinculada al consorcio ruso Alfa Group.

El Prestige estaba asegurado en Londres y también estaba cubierto por la mutua creada para casos de contaminación por petróleo. La revisión Marpol 13g la tenía en vigor y le caducaba en 2005, y cumplía con las exigencias CBT. En 2001, había sido reparado en los astilleros chinos Guangzhou Cosco, siendo inspeccionado por ABS las obras y los materiales empleados.

El 15 de Mayo de 2002, inspectores de ABS procedieron a realizar la inspección anual del Prestige en Dubai, efectuándose las reparaciones ordenadas por los inspectores, que emitieron la certificación del buque el día 25 del mismo mes. En 1999, el Prestige había pasado satisfactoriamente cinco inspecciones portuarias, cuatro de ellas en puertos estadounidenses y otra en el de Rotterdam