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Oficina de Defensa del Anciano         Asturias Republicana
   
   

La alcaldesa Carmen Moriyón es una firme partidaria de la opacidad
en los asuntos relacionados con el medio ambiente

El portal de la transparencia y las nutrias

Por Marcelino Laruelo.

 

 

En 2012, aparecieron ya los primeros patos muertos en los estanques del Parque de Isabel la Católica y todos los indicios señalaron a las nutrias, introducidas artificial y subrepticiamente en la cuenca del Piles, como autoras de los ataques. El Ayuntamiento de Gijón permitió, y hasta facilitó con su inoperancia, incompetencia y pereza tradicionales, que todos los patos del Parque sirvieran de carnaza. Fuentes fidedignas hablan de más de 250 ejemplares devorados.

Se serraron barrotes de las rejillas de alcantarillas y canales para facilitar el acceso de las nutrias a los estanques y se dejó expedito el acceso por una escalera desde la canal del río. Acuciados por las denuncias y la presión de la opinión pública, crearon un “Guantánamo” en el que se pudieron salvar los últimos ejemplares. De no haber sido así, en este momento no quedaría bicho viviente en los estanques del Parque.

Hasta ahí la inoperancia, la incompetencia y la pereza. Pero, ¿qué hay de la transparencia? El tres de Julio de 2014, en instancia dirigida a la alcaldesa de Gijón y responsable de medio ambiente, se le solicitaba que informara, o facilitase el acceso a los expedientes y documentación complementaria, para conocer las gestiones realizadas por el Ayuntamiento desde que se tuvo conocimiento de aquellos hechos, así como las investigaciones realizadas para averiguar la procedencia de las nutrias, organismo que autorizó y llevó a cabo su introducción, estudios justificativos, etc. Además del expediente de haber reclamado ante el gobierno regional los daños causados por la “fauna salvaje”.

En plena campaña por la “transparencia” institucional, la callada por respuesta: el famoso e impresentable “silencio administrativo”, pero practicado por la primera autoridad local. Y eso por no entrar en otros aspectos más bochornosos, como las miles de firmas ciudadanas que acabaron arrumbadas en un cajón…

Como en Oviedo están los jefes de las nutrias y “presuntos” autores intelectuales del desaguisado, a Oviedo me fui. La primera comprobación, respecto a lejanas expediciones, es que no es cierto que los quelonios vivan más años que ciertas especies de funcionarios finos. La segunda, es que tampoco aquí se pueden ver ni consultar los expedientes de daños de la fauna salvaje relativos a las nutrias del Piles ni, mucho menos, los referidos a su introducción artificial en esa cuenca fluvial.

El tan publicitado “portal de la transparencia” lleva a la escalera de la penumbra y a los despachos de la más opaca oscuridad. “Buen portal y mala casa”, que se decía. Y eso que hablamos de nutrias y no de recalificaciones. Mientras tanto, a sentarse y esperar la llegada de la escorribanda.