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El Ayuntamiento continua con la destrucción de ese pequeño santuario de naturaleza dentro de la ciudad

"Gijón Central Park": La degradación del Parque de Isabel la Católica

Por Ana I. Martín.

 

Con una denominación tontita se ha desarrollado en el parque de Isabel La Católica, entre el 8 y el 11 de setiembre, un evento desatinado. Es la segunda vez que sucede en lo que va de año. El parque fue el escenario, en marzo, del primer campeonato de “food trucks” o camiones-comida.

Según los organizadores, Concejalía de Festejos-Metrópoli, “vamos a darle un aprovechamiento perfecto a un espacio emblemático de la ciudad”. Lo han llevado a cabo atestando el paseo central de casetas con comidas y bebidas variopintas. Todo ello acompañado de múltiples actividades de ocio. Declaran, eso sí, “con respeto a los animales y al espacio”.

La carpa de la música distaba sólo 7 pasos del estanque grande y la primera caseta gastronómica pocos más. El parque es un pequeño santuario de la naturaleza dentro de la ciudad, catalogado como Jardín Histórico dentro de los bienes del Patrimonio Cultural del Principado.

Constituye un ecosistema en el que conviven las aves de colección (ahora recuperándose) con especies silvestres, albergando también especies protegidas como el martín pescador o el pito real (pájaro carpintero). Todas ellas conviven en armonía y son el deleite de los usuarios cotidianos del parque, que somos muchos. Nada que ver con las hamburguesas, tortillas, gofres, cerveza y combinados, etc..

Parece que entre ese porcentaje exagerado, dicen “90% de gijoneses que no conocen el parque”, se encuentran Uds., dada la aberración que supone la celebración de semejantes festejos. Sea el que sea el porcentaje, desde luego no incluye a los más jóvenes que durante el curso escolar, desde hace años, realizan allí actividades encaminadas al conocimiento de la naturaleza, inculcándoles el respeto.

Afortunadamente los estanques fueron los espacios menos visitados; no obstante la afluencia de público era superior a la habitual. Algún asistente declaró “No veo que los patos estén estresados”. Lo que yo vi fue que las aves del estanque grande se concentraban en el extremo opuesto a la feria y los pavos se refugiaban en la pradera de prolongación del estanque pequeño. El resto de la fauna buscaría también cobijo. ¿Cómo ha repercutido en las aves silvestres y en las que estuvieran anidando?

¿Han evaluado los daños en su totalidad?, porque algunos desperfectos saltan a la vista. Las aves acuáticas ya sufrieron, durante más de dos años, la tremenda presión ocasionada por las nutrias. Recordemos que más de 200 ejemplares fueron masacrados bajo la permisividad del Principado y la tibia actuación del Ayuntamiento. El resultado añadido, instalación del desafortunado cierre electrificado de los estanques y, al menos, 4 nutrias muertas por atropello. De lo que ha sido del resto de las nutrias nada ha trascendido, como tampoco de la causa de su aparición en el río Piles.

No vuelvan a mancillar con festejos de este tipo un enclave que califican de tesoro, y lo es; cuídenlo. Sobran espacios en la ciudad para la celebración de campeonatos, festivales, u otros tinglados similares.