El Parque de Isabel La Católica y las nutrias que acaban con cisnes, ocas y demás aves acuáticas
El Parque de Isabel la Católica
(Los patos, prisioneros, y las nutrias, campando a su antojo)

Por Ana I. Martín.

 

Los excrementos de las nutrias, recogidos el día 10 de diciembre del pasado año por los técnicos del Principado, han ido a reunirse en el olvido con los cadáveres de los patos cuya necropsia certificaría la posible epidemia de botulismo del verano pasado. Que las nutrias comen aves está documentado y comprobado. El análisis del ADN de las heces serviría para determinar el número de individuos. No ha habido ninguna comunicación a la prensa en relación con las reuniones del grupo de trabajo mixto Ayuntamiento-Principado, para buscar soluciones a los estragos que las nutrias están provocando en las aves de colección del Parque, y que afectan también a las silvestres que habitan allí.

Cabe suponer que haya habido contactos entre ambos gobiernos, y que éstos no fueran “fructíferos y cordiales”, dado que se está levantando un segundo cercado electrificado en torno al estanque grande. ¡Cuántas aves masacradas durante tanto tiempo! La nutria es especie protegida de “interés especial”, y al Principado le corresponde comprobar si sigue siendo así por medio de los controles poblacionales que han de hacerse, al menos, cada cinco años.

En ningún caso se trata de provocar daño a las nutrias; creo que el traslado a otro curso fluvial no supondría problema para ellas, salvo la adaptación inicial. Incluso sería ventajoso alejarlas del medio urbano, y el Parque recuperaría su esencia. Señora Consejera y equipo asesor, con su deliberada inacción sí parecen indicar que tienen “interés especial” en la degradación del parque; patos, ocas y cisnes prisioneros y la nutria, depredador intruso, moviéndose a su antojo.

Señor Presidente del Principado, es una lástima que no aplique a las nutrias su afirmación de “no ser partidario de proteger a todas las especies en vías de extinción”. Además, al residir en Gijón, habrá ido al parque en múltiples ocasiones “a ver a los patos”, en libertad como ha sido siempre y así debería seguir siendo puesto que no hay mal en ello. Recapacite, aún es momento de dejar a un lado la sinrazón, eso sí antes de que la vergonzosa precampaña electoral en la que están inmersos hace tiempo llegue a su punto álgido.

Señora Alcaldesa, un segundo cercado provisional cuando el primero ya ha demostrado que es inviable, no tiene mucho sentido. El estanque de Las Driadas está esquilmado, sin pación, además de otros problemas derivados de la ocupación de un espacio reducido. En el estanque principal sucederá lo mismo. Busquen la forma de ampliar ambos espacios por el bienestar de las aves. Queda el impacto del antiestético vallado y lo poco grato que es verlas así. Ningún sistema de cercado de los estanques puede resultar amable.

En cuando a las mejoras que están realizándose en el Parque, cuiden el diseño del nuevo mobiliario. Esperamos que no retiren los bancos de piedra, y que los nuevos sean acordes con el estilo del Parque, pues las sillas “modelo Gijón” no parecen las más apropiadas. Las antiguas rosaledas tenían más gracia, por más que los rosales hayan

desaparecido hace tiempo. Respecto a las farolas, por poco que se haga resultarán más atractivas. Sean también respetuosos con el arbolado y no cercenen más allá de lo estrictamente necesario. Traten los árboles que tengan problemas, para talar siempre habrá tiempo.

Finalmente, hay un aspecto fundamental que es el saneamiento de las aguas y lodos de estanques y canales, así como el establecimiento de un protocolo para el seguimiento de la calidad de aquellos “in situ” y desde los puntos de origen. Una intervención a tiempo evitaría males mayores. También es importante el control de las aguas de la laguna del Pueblo de Asturias y del río Piles.