El Parque de Isabel La Católica y las nutrias que acaban con cisnes, ocas y demás aves acuáticas
La oca del muelle

Por Ana I. Martín.
(15 Enero 2015)

 

En la primera quincena del pasado mes de diciembre (2014) vimos en el puerto deportivo de Gijón un inquilino muy particular. Se trataba de una oca cisne, en muy buen estado, que había recalado en el lugar, probablemente, tras separarse de la bandada migratoria de la que formaba parte. En la segunda quincena del mismo mes pudimos verla en el parque de Isabel la Católica. Se había instalado en la canal del Molino Viejo, junto a la única pareja sobreviviente de cisnes blancos; un espacio, en principio, más propicio para vivir. Ahora es la última víctima de las nutrias; sus restos aparecieron el pasado día 5 en una isleta del estanque principal, lo que indica que trató de huir puesto que podía volar. Pobre animal.

La muerte del último cisne negro tuvo el lugar el 11 de noviembre del pasado año, y este hecho desencadenó, por fin, declaraciones en la prensa de la Alcaldesa, del concejal de Mantenimiento y Obras de Infraestructuras, encargado del parque; y, sobre todo, el reconocimiento de la directora general de Recursos Naturales, Fina Álvarez, de los estragos que la presencia de las nutrias están provocando en las aves del parque. Ambas administraciones, municipal y autonómica, acuerdan la creación de un grupo de trabajo mixto para la búsqueda de soluciones.¡Ya era hora¡

Hubo más víctimas, entre las que se incluyen ánades y dos ocas que podían volar, y la primera reunión tiene lugar el día 4 de diciembre, siendo calificada de “constructiva y cordial” ¡Que bien¡ Se emplazan para la siguiente reunión, una semana más tarde, esta vez sobre el terreno. Ya estamos a 10 de diciembre, y los técnicos del Principado toman fotos de los puntos de entrada de las nutrias en el parque y recogen muestras de excrementos de las nutrias. ¿Qué finalidad tiene el análisis de las deposiciones? La ciudadanía tiene derecho a estar informada, dada la preocupación por lo que está sucediendo. Desde entonces, silencio.

Ha pasado un mes, y las nutrias han acabado con la vida de un ánade real, trece patos criollos, una oca , y herido en dos ocasiones a un cisne blanco. Inconcebible el mantenimiento de una situación tan triste y absurda. Por supuesto que no hay que criminalizar a las nutrias, pero sí a los que permiten todo lo que está sucediendo desde hace dos años. El número de víctimas de patos, ocas y cisnes de la colección del parque es de 220, y el de aves silvestres de varias especies rondará el centenar. ¿Cómo es posible haber llegado hasta aquí?

La solución es recoger las nutrias y trasladarlas a un curso fluvial que garantice su supervivencia, y del que no puedan retornar. ¿Cómo vuelve la nutria al río Piles? Es probable que con la repoblación de la zona centro de Asturias, en la que estaba ausente, por parte del propio Principado. No puede la nutria moverse a su antojo en este parque urbano, mientras éste languidece. La situación de las aves del estanque de “Las Driadas” empieza a ser insostenible, en el estanque principal apenas hay vida, el número de especies de paso e invernantes se ha reducido drásticamente. No dejen pasar más tiempo, y devuelvan el parque a su ser con las mejoras necesarias.

Por otra parte, según Decreto 73/1993 de 29 de julio, por el que se aprueba el Plan de Manejo de la Nutria en el Principado, se advierte que “dicho Plan es un documento abierto, por lo que se habilitan los medios necesarios para su seguimiento y revisión, si así se estima aconsejable.”