El Parque de Isabel La Católica y las nutrias que acaban con cisnes, ocas y demás aves acuáticas
En defensa de las aves del
Parque de Isabel la Católica

Por Ana I. Martín.
(17 Septiembre 2014)

 

A finales del mes de junio volvieron al parque las aves supervivientes de la masacre provocada por las nutrias a lo largo de dos años. Se trata de unos 50 ejemplares de patos, ocas y cisnes de la valiosa colección de unos 300 animales con que contaba el parque y que, como sus antecesores, proporcionaron momentos muy agradables a personas de todas las edades, generación tras generación. Juzguen ustedes. Las aves son el principal reclamo de este parque, el más emblemático y con más encanto, al que no se puede renunciar.

Ahora, las aves están confinadas en el estanque pequeño de las Driadas, a modo de Guantánamo aviar. Por muchas razones, deben recuperar el espacio y la semilibertad que tenían antes de la llegada de las nutrias. El hacinamiento en el cercado provoca escasez de alimento, pues tienen que pacer en el mismo espacio que patean y en el que depositan sus excrementos, lo que acarrea una deficiente higiene alimentaria con repercusiones negativas para su salud. La escasez de espacio genera agresividad entre las especies, por ejemplo, los cisnes impiden el baño de las ocas. Pudiera ser posible también la electrocución o el estrangulamiento de algún ejemplar al querer picotear la hierba del otro lado del vallado, sin olvidarnos del hostigamiento nocturno al que se pueden ver sometidas por las nutrias y lo poco grato que es verlas recluidas así, o como los tres cisnes negros, en un minúsculo recinto.

Parece que se van a adquirir nuevos ejemplares para reponer las especies desaparecidas, muy bien, pero no cometan el mismo error instalándolos en el estanque pequeño ni tampoco cercando el estanque principal. Se dice, “la nutria vuelve a casa”. Pero, ¿cómo vuelve? Porque la naturaleza de la red hidrográfica de la zona hace pensar que fueron introducidas. ¿Puede ser su casa un parque urbano?

De sentido común. ¿Cómo se entiende que en un parque las aves estén encerradas para que las nutrias campen a sus anchas? Parece evidente el desatino. Tampoco se comprende que aún no se hayan anulado los posibles puntos por donde entran al parque.

La solución más ventajosa para las aves y las nutrias, también la más económica, es el traslado de las nutrias a su medio natural, pero el gobierno del Principado sigue oponiéndose sin aportar otra razón que “las nutrias no comen aves”, sin investigación alguna que lo avale y sin un estudio riguroso que determine el número de nutrias existentes y sus zonas de caza y encame. Los gijoneses merecemos algo más, pues el gobierno regional también tiene la obligación de evitar la entrada de las nutrias en el parque y debe de colaborar con el Ayuntamiento a tal fin.

Si no se resuelve con la opción indicada, una solución muy razonable es cerrar desde la calle todo el área que corresponde a los dos estanques. No resultará caro, la situación lo demanda y podría incluirse dentro del presupuesto del proyecto en ciernes de mantenimiento y mejora del Parque. Y si por falta de dinero fuera, el mobiliario puede quedar muy digno sometido a una buena limpieza, y esperar para su reposición. Sin embargo, considero fundamental el análisis de las aguas y lodos de los estanques y canales, y proceder a su saneamiento si fuera necesario.

Las aves del Parque proporcionan momentos muy gratos, por lo que es razonable pedir a los gestores municipales que afronten su cuidado y protección en justa reciprocidad.