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Oficina de Defensa del Anciano         Asturias Republicana
   
   


Lo del ERA es mucho peor que lo del Canal de Isabel II, pero en el parlamento asturiano nadie presenta una moción de censura. ¡Y mira que hay escándalos en Asturias!
Inframujeres

Por Marcelino Laruelo.


También lo podría titular infrahombres o infrahumanos. Pero, por cuestiones biológicas, son más las mujeres afectadas. Desde la noche de los tiempos, en lo profundo del ser humano se debate una cosa y su contrario, el bien y el mal. Por ejemplo, ayudar a un herido o darle muerte para desembarazarnos de él “y que no sufra más”. En las sociedades avanzadas, esos instintos primarios negativos están mediatizados, controlados, por las leyes, las religiones, las costumbres y los principios éticos y morales de cada sociedad y momento. No suprimidos. En aquella Alemania avanzada, las primeras cámaras de gas hitlerianas fueron construidas en 1939 para “conceder a los enfermos incurables el derecho a una muerte sin dolor”. La idea de eutanasia ya había sido expuesta por Hitler en 1935, pero esperó a que estallase la guerra para facilitar su aceptación. Los primeros “beneficiarios” fueron los enfermos mentales. Entre finales de 1939 y agosto de 1941, unos cincuenta mil alemanes fueron gaseados con monóxido de carbono en cámaras que simulaban ser duchas y baños, igual que se haría después en Auschwitz. El mismo personal y el mismo sistema se trasladaron al este para exterminar pueblos enteros. Decretos secretos, protocolos y órdenes confidenciales…

La mujer, y ciudadana española, que llamaré María, tuvo que ingresar en una residencia del ERA debido a una enfermedad mental. Fue incapacitada y estaba bajo la tutela del organismo de la Consejería denominado Letrado del Anciano. Hace unos años, le salió una mancha o herida, del tamaño de una uña, junto a la nariz. Hace unos meses, la operaron, pero, debido al tiempo que habían dejado pasar, lo que hubiera sido “una broma” de intervención, se convirtió en una operación de “cirugía mayor”, con extirpación e implantación de hueso y tejidos de otras partes del cuerpo. No entro en detalles. La indefensa María, la “tutelada” María, perdió la visión del ojo derecho y le quedó una deformación terrible del rostro de por vida. Días después, sufrió una fuerte hemorragia y tuvo que ser intervenida de nuevo. Además, se contagió con una bacteria hospitalaria. No entro tampoco en los “sobrecostes” del caso para la sanidad (“pública”).

Esta historia que me cuentan los familiares, familiares lejanos y que bastante tienen ya con cuidar de sí mismos, y que yo resumo, forma parte de las cosas de la vida que, como los “decretos secretos” del otro, se ocultan y sólo se conocen en los “círculos de iniciados”. Porque los familiares llamaron a la Consejería, al Letrado del Anciano, pero, nada de nada. Llamaron al ERA y enviaron por escrito el relato acompañado de fotos: ¡que si quieres arroz, Catalina! Reclamaron el informe médico por si presentaban denuncia en los juzgados, ¡en los juzgados!, pero no les dieron ningún informe ni documento… ¡porque no tienen la tutela! Del trato y los modos, los habituales de esta burocracia omnímoda.

Si todo lo que aquí cuento de la señora María, y lo que me callo, hubiera ocurrido por culpa de su marido, novio, amante o pareja (como hay que decir ahora), sería noticia de apertura en los telediarios de la nación, y al hombre en cuestión le caería lo no escrito en los códigos. Pero como se trata de… (¿podré decir “violencia”?, ¿será mejor “descuido”?, ¿tal vez “incidencia” sería más correcto?) institucional, entonces, “noche y niebla”.

Lo de María no es una excepción. Forma parte del gigantesco iceberg de la discriminación sanitaria con los ancianos indefensos de los hospitales clandestinos, de la desorganización con los fármacos, del amarrar a los ancianos, de la estafa continuada de las liquidaciones, del no envío de las facturas mensuales, de que no se auditen las cuentas ni se elaboren las memorias anuales y de gestión… ¡Y de que no haya una toalla en el baño de habitaciones con un precio de 2.900 euros mensuales! Lo del ERA, a mi modo de ver, es mucho peor que lo del Canal de Isabel II, pero en el parlamento regional nadie presenta una moción de censura. ¡Y mira que hay escándalos en Asturias!