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El nuevo gasómetro de la central térmica de Hidrocantábrico-EDP en Aboño está a menos de 100 metros de la cantera en la que se hacen voladuras para la obra de El Musel



Por
Carmelo de Samalea


Puede resultar chocante empezar un artículo periodístico así, pero, honradamente, no pedemos hacerlo de otra manera. Así que formulamos públicamente estas preguntas:

¿Puede explotarse una cantera, emplear dinamita y hacer decenas de voladuras cotidianamente cuando a una distancia inferior a cien metros en línea recta existe un gasómetro que almacena miles de metros cúbicos de gas inflamable procedente de los altos hornos y de las baterías de cok de la factoría de Arcelor-Mittal de Veriña, que se emplea como combustible en la central térmica a la que pertenece dicha instalación?

¿Se cumplen en este caso las normas y distancias de seguridad establecidas para grandes depósitos de gas de uso industrial?

¿Cuenta dicha cantera con autorización de explotación? ¿Concedida cuándo y por quién? ¿Tuvo en cuenta dicha autorización la existencia del citado gasómetro a menos de cien metros?

Estas preguntas deben de ser respondidas de forma clara e inequívoca por la autoridad competente en la materia. Las leyes están para cumplirlas. Y en este caso no se trata de que la goma de una cocina de un particular esté caducada o no. A nadie se le puede escapar que las consecuencias de un accidente en instalaciones como ésta pueden ser dramáticas. Los sindicatos y los responsables de la seguridad de los trabajadores también tienen bastante que decir en este asunto.

En la fotografía que encabeza el artículo se lee que la distancia medida desde el borde del gasómetro a la pared de la cantera es de 75,84 mts. Cualquiera puede verificarlo en internet, localizando el área desde el visor del sigpac.

En la obra de ampliación del puerto de El Musel se han venido denunciando y comprobando situaciones inauditas: ¿será ésta otra de ellas? En cualquier caso, es necesario decir aquí que tanto en los estudios previos de la obra como en la documentación aportada para la evaluación de impacto ambiental, se detallaba un elevado número de canteras de las que se podría hacer los acopios de material necesarios. Últimamente parece que la única cantera utilizable es la que se encuentra en tan peligrosa cercanía de un gigantesco depósito de gas.