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Oficina de Defensa del Anciano         Asturias Republicana
   
   


Tal vez llegásemos, incluso, a ver a los médicos del Sespa visitando a diario a estos enfermos graves, crónicos y ancianos para ver cómo responden al tratamiento y cómo se encuentran
Barbón no quiere números claros
en el ERA


Por Marcelino Laruelo.
(8-3-2018)

 

Siempre que hay cambio de gobernantes veo con simpatía a los nuevos que llegan, porque pienso que lo van a hacer mejor que los anteriores, ya que peor sería casi imposible. No obstante, casi nunca acierto. Lleva ya seis meses al frente del Gobierno asturiano el señor Adrián Barbón y, en general, el nuevo presidente hace gala de mucho empuje, afán y diligencia frente a los fiascos de toda clase que acogotan a esta región, pero hasta ahora sólo constato humo (a pesar del cambio climático). Es lo que ocurre con el organismo autónomo Establecimientos Residenciales para Ancianos de Asturias (ERA), donde en lugar de haber actuado con bisturí para extirpar el cáncer que está destruyendo ese organismo, tan necesario, por otra parte, máxime en una región muy envejecida y de mala salud como esta, el Gobierno regional (son varias las consejerías directamente implicadas) ha optado por poner tiritas y paños calientes, y el presidente, cirujano en jefe, por mirar para otro lado e ignorarlo.

Se demoró bastante el nombramiento de la nueva directora-gerente del ERA que recayó, finalmente, en Ana María Suárez Guerra, la cual, a los muchos títulos y acreditaciones profesionales que tiene, añade la circunstancia de que el actual consejero de Salud es marido suyo. Ya sé que en este país parece que el matrimonio, religioso o civil, ha ido a rellenar el vacío que quedó en el “armario” y que, según los manuales de periodismo de ocultación al uso, no es correcto mencionarlo. Pero a mí me parece que, en este caso concreto, se podrían producir grandes sinergias y que las residencias de ancianos del ERA, si hay suerte, podrían dejar de ser en poco tiempo los hospitales clandestinos que son. Tal vez llegásemos, incluso, a ver a los médicos del Sespa visitando a diario a estos enfermos graves, crónicos y ancianos para ver cómo responden al tratamiento y cómo se encuentran, que es lo que habría que hacer. No hay que descartar que ante la mejora de la comunicación entre el ERA y Salud/Sanidad, se logre convencer también al Sespa de que los ancianos de las residencias son ciudadanos asturianos y españoles, con los mismos derechos que los demás y que, por lo tanto, no tienen por qué pagar de sus bolsillo los sueldos y gastos de auxiliares, enfermeras, médicos y demás, porque ya contribuyeron y contribuyen bastante y más que muchos.

El organismo autónomo ERA fue creado por una ley de abril de 1991 para encargarse de la gestión de las residencias de ancianos dependientes del Gobierno regional, una vez traspasadas las competencias del Imserso en esta materia. Durante años, el ERA fue funcionando, como el resto de las administraciones públicas, al tran-tran; o sea, manifiestamente mejorable, pero sin llegar a la incautación de bienes y otros desmanes que se vieron después. Hasta que llegó uno de Laviana, comunista de los de: “si tienes dos yates, uno pa ti y otru pa’l partido”. ¿Cómo se pudo tolerar y amparar tanto abuso y demasía? ¿Dónde estaban toda la gente legal e inteligente y razonable que hay/había en el PCE, en IU, en el PSOE y en los sindicatos? No hablemos ya de los funcionarios de carrera con responsabilidades en el tema. En qué cabeza cabe que una persona mayor pueda y tenga que vivir en su casa con 500 ó 600 euros, y que en una residencia del ERA, en habitación compartida y de calidad deplorable, le cueste el doble o el triple. Durante años, la izquierda obtusa que mangoneó el ERA sin control subió los precios más del doble de lo que subían las pensiones, despilfarró a manos llenas (la bolera más grande del mundo), implantó la contabilidad del Gran Capitán… ¡Y causó mucho dolor y mucho daño a miles de familias con sus abusos y prepotencia! El señor Barbón debería saber todo esto y mucho más: la pudriella del ERA. El señor Barbón, como licenciado en Derecho que es, no ignorará que la llamada Ley de la Dependencia, aprobada por el Gobierno de Zapatero en 2006, ya establecía que la participación de los ancianos en el coste de la plaza estaba supeditada al previo cálculo de su capacidad económica. En Asturias, no. En Asturias, esos listos dijeron: vamos a crear otra Hunosa de bata blanca. Inflaron los precios y al mismo tiempo que cobraban la financiación del Imserso, les reclamaban a las familias de los ancianos dependientes fallecidos deudas enormes de un contrato hostelero fraudulento. El señor Barbón pide a otras administraciones “número claros”, pero no los impone en el ERA. Por coherencia y respeto a la legalidad, debería exigir en el ERA los números y las cuentas claras (y el chocolate, espeso) antes de que ese organismo autónomo descarrile y se vaya al traste. Y los descarrilamientos, como en Valencia o Androis, suelen tener muy malas consecuencias.

PD 1.- Esperaba con la ilusión de quien espera justicia, que el gobierno PSOE-Podemos nombrara directora del Imserso a Rosa María Espiño (pocas con más méritos en combate), pero nombraron a un socio del lobby filo empresarial Asociación de Directores y Gerentes de Servicios Sociales, los que nunca quisieron enterarse de lo que pasaba en Asturias con la estafa del ERA.

PD 2.- No fue la Humanidad. Los Auschwitz se empezaron a construir en España en 1936 con la aquiescencia, si no beneplácito, de Francia, Inglaterra y los USA.

PD 3.- En la explosión de la planta química de Tarragona, una chapa de casi una tonelada de peso salió despedida, destruyó una vivienda y mató a una persona situadas a casi tres kilómetros de distancia. Para que luego los chapuceros de aquí digan tonterías de la (no) regasificadora de El Musel.