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El periódico El Combate y la Partida de la porra (1870)

 

Recuerdos de juventud (I).

El periódico El Combate y la Partida de la porra.


Por E. Rodríguez Solís.


El batallador periódico El Combate empezó a publicarse el martes uno de Noviembre de 1870, con la siguiente redacción:
Director: José Paul y Angulo. Redactores: Ramón Cala, José Guisasola, Francisco Córdova y López, Francisco Rispa Perpiñá, Federico Carlos Beltrán y Luis Pierrad.- Administrador: Ignacio Sastre.

Luis Pierrad dejó de serlo pronto. En cambio, entraron en la redacción Francisco Flores García y el que estos recuerdos publica.

Estableció sus oficinas en la Plaza de los Mostenses, en el piso principal del número 24, que hoy tiene el 17.

Al comenzar sus tareas, me encontraba yo convaleciente de unas fiebres perniciosas de que me habían curado los eminentes doctores y queridos amigos, don José Esquerdo y don Santiago González Encinas.

No tardé en conocer a Pepe Paul, como quería que le llamásemos, presentado por mi fraternal amigo Ignacio Sastre, en su casa de la calle Bordadores, número 5. Me invitó a tomar parte en las tareas del periódico, y como era una publicación tan valiente como perseguida, y yo era un joven lleno de entusiasmos y de fe, acepté gustosísimo, y cada semana publicaba uno o dos artículos satíricos con el epígrafe de Confidencias.

Habíase fundado por entonces una titulada Partida de la porra, compuesta de una treintena de individuos, unos, los de arriba o jefes, en busca, según se decía, de un empleo; y otros, los de abajo, para ganarse un jornal, con la especial misión de matar El Combate, matando a sus redactores. Estaba protegida por las más altas personalidades a las que estorbaban la energía y el valor de la publicación.

Conocedores de este proyecto, en El Combate del día 2 de Diciembre apareció la seguiente nota:
“El día en que un hombre de El Combate sea maltratado siquiera, aquel día será para Madrid un día de luto y de ignominia, y para los desgraciados que componen la Partida de la porra, a los que conocemos muy bien, un día de exterminio, porque estamos decididos a todo.”

En esas horas había ocurrido un grave suceso. La noche del 30 de Noviembre debía estrenarse en el Teatro de Calderón, un apropósito titulado Macarroni I, y al dicho coliseo acudió la Partida de la porra, logrando impedirlo, precipitándose sobre el escenario, después de romper la barandilla que la separaba de él, y puñal y revólver en mano, vociferando amenazas y haciendo disparos, destruyendo sillones y localidades propias de un teatro, causando varias desgracias, en particular de mujeres y niños, obligaron a huir al público, y a los actores, algunos de los cuales fueron cariñosamente atendidos y aun curados en la redacción del diario republicano La Igualdad, situada cerca de dicho teatro.

El distinguido escritor y antiguo progresista D. Fermín Gonzalo Morón, escribió una notable Hoja, de la que voy a copiar algunos renglones:
“Los moros del Riff, no están en Melilla, ni en el Peñón, están entre nosotros. Esos frenéticos salvajes con navaja y revólver en mano, invadieron el teatro Calderón. (...) Yo me dirijo hoy a esos salvajes y los denuncio, a la faz del país, y los reto una y mil veces a que se presenten delante de mí, en su barbarie y sus sangrientos alaridos. Y tú, gobernador de Madrid, tu brillaste anoche por tu criminal ausencia; tú y tus hombres de orden fuisteis anoche cómplices del desorden y del asesinato. Y vos, presidente del Gobierno, vos, general Prim ¿qué hacéis de vuestra faja y vuestra espada a la vista de estos incalificables atentados?”