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Contra el expolio de la playa de San Lorenzo.

El muro de la playa de San Lorenzo de Gijón.
En defensa de la playa en 1887.


El Grito del Pueblo.
Órgano del Comité Republicano Federal
Coalicionista de Gijón.1887.
Dirigido por Jesús Espiniella.

 

 

Vemos con placer que nuestro colega local El Comercio no deja de mano asunto de tan vital interés para nuestra villa.

También nosotros le hemos dedicado algunos artículos, y seguiremos por el mismo camino interín no se haga la luz que pedimos todos los que combatimos el negocio y el agiotaje, mucho más si estos se hacen a costa de los intereses de Gijón.

Nosotros hemos sido los primeros en dar la voz de alerta a nuestros convecinos, y la seguiremos dando hasta que el Municipio, sacudiendo el marasmo en que se halla sumido, y dejándose de apoyar tácitamente en lamentables e infaustos proyectos, no salga a la defensa de los intereses que le están encomendados.


Nosotros quisiéramos saber a qué obedece esa apatía, esa indiferencia de los señores concejales.

Ven estos señores que la hermosa playa de San Lorenzo está próxima a desaparecer. ¡Y tan impávidos!

Ven que la única playa con que Gijón cuenta seguirá el mismo camino que la antigua de Pando. ¡Y tan indiferentes!

Ven que una empresa trata de hacer su negocio perjudicando notablemente a nuestra hermosa villa. ¡Y tan apáticos!

Que tras de esta indiferencia hay algo oculto, no cabe duda, pues si así no fuera, no se hubiera colocado la Corporación municipal de Gijón en el terreno en que hoy está. ¿Tendrá la culpa el vergonzoso caciquismo que aquí reina? ¡Quién sabe!

Pero si culpa tiene el Ayuntamiento gijonés, no menos culpa tienen todos los hijos de esta villa, que unánimemente no protestan contra la construcción de un muro que haría desaparecer una playa que otros pueblos menos afortunados tendrían a orgullo poseer.

Ahora estamos a tiempo. ¿No lo hacemos? Pues no culpemos a nadie de lo que pueda suceder. Nosotros hemos cumplido con nuestro deber de dar la voz de alerta.

El Comercio, como decano de los periódicos gijoneses, debe formular una solemne protesta que, firmada por toda la prensa y por los verdaderos amantes de Gijón, se elevaría a donde procediese a fin de que no se llevase a cabo un proyecto que tantos perjuicios irrogaría.