Escanear al ERA
Por
Marcelino Laruelo.
Venía
yo bastante cabreado de escanear dni’s para los banksters
(¡qué tiempos aquellos, los de la dictablandísima,
en que bastaba la firma en una cartulina!) y se me ocurrió
que mejor harían en “escanear” a otros, a los
opacos; por ejemplo, al denominado organismo autónomo Establecimientos
Residenciales para Ancianos de Asturias, más conocido como
el ERA.
La jueza Alaya,
con el Spectrum y la Instamatic que guarda en el troley, lleva muchos
años “escaneando” al “tripartito andaluz”
(partidos, empresarios y sindicatos) y llenando carpetas con chanchullos
de cientos de millones de euros (“escaneados”), pues,
según parece, los del “tripartito” llevaban las
cuentas y negocios según las normas de la afamada escuela
contable de don Gonzalo Fernández de Córdoba. ¡Qué
no descubrirá ahora el ministro Montoro, que tiene ya a toda
la clientela bancaria en un clic y a los “drones” del
Ayuntamiento de Oviedo listos para fisgar por las ventanas!
En Asturias,
el ya famoso ERA fue creado por ley en 1991 y adscrito entonces
a la Consejería de Sanidad y Servicios Sociales. El ERA cuenta
para su gobierno con un consejo de administración, presidido
por la consejera, y un director-gerente. En lo que se refiere a
las cuentas, que es lo primero que interesa “escanear”,
se establece como función del Consejo de Administración
del ERA, entre otras, la aprobación de una memoria anual
que elevará al Consejo Asesor de Bienestar Social (por consejos
y consejeros que no quede) y a la Comisión de Bienestar Social
del parlamento asturiano.
La memoria económica
y de gestión, que en cualquier empresa se consigue en un
clic, llevo años buscándola sin que nadie me haya
enseñado nunca un solo ejemplar. Creo sinceramente que no
existe porque nunca se confeccionó. En las dependencias del
parlamento asturiano no se conoce ninguna memoria del ERA y no hay
ningún ejemplar de ningún año archivado. La
citada Comisión parlamentaria de Bienestar Social y Vivienda
está formada por catorce diputados regionales y, que conste,
que ni la preside el PSOE ni tiene la mayoría. ¿Cómo
es que nadie se interesó por el control y estado de la gestión
y las cuentas de este importante organismo autónomo de Asturias
y el cumplimiento de lo que pone la ley?
Los directores
de las residencias del ERA no dan a conocer a los ancianos residentes
y a sus familiares el presupuesto anual de ingresos y gastos equilibrados.
¿Cómo se puede ocultar una información tan
elemental y fundamental? Máxime cuando en la ley se establece
que los precios “serán los que resulten de la contabilidad
que debe llevar cada uno de los centros”.
El organismo
autónomo ERA tiene presupuestado para 2015 un gasto de dos
millones seiscientos veinte mil euros (436 millones de pts.) en
gas y electricidad. No he visto por ninguna parte que se haya convocado
un concurso para adjudicar dicho suministro a la oferta más
barata. ¡Qué contraste con la preocupación y
el interés que pone el gobierno regional para conseguir buenos
precios en ambas energías para las grandes empresas de la
región!
Otro aspecto
que conviene sacar a la luz es el sanitario, en su doble aspecto:
marginación y duplicidad. La Sanidad pública tiene,
en realidad, abandonados a su suerte a los ancianos indefensos y
gravemente enfermos que están en las residencias. Eso es
así. Pero, además, ¿Por qué tienen que
soportar en el precio de la plaza el coste del personal sanitario
de la residencia? ¿O es que no tienen derecho, como los ancianos
de la calle, a una sanidad pública y gratuita? Lo que ocurre
es que desde el ERA nadie se ha tomado la molestia de hacer un convenio
con el Sespa “con el fin de garantizar el sistema de prestación
de asistencia sanitaria a las personas residentes”, como la
ley establece.
Hasta donde yo
sé, este organismo autónomo tan poco transparente,
nunca ha sido sometido a una auditoría externa y sigue con
esa, a mi modo de ver, práctica escandalosa de no enviar
a los ancianos de sus residencias la factura detallada con los diferentes
conceptos y el importe mensual, como sí hacen las residencias
privadas. El ERA “fomenta” el endeudamiento de los ancianos
con la única finalidad de “ocultar” el precio
real de 1.435 euros mensuales de la plaza y tiene la fea costumbre
de esperar a que hayan transcurrido cuatro años desde la
muerte del anciano para reclamar la “deuda” a sus familiares:
¿Por qué esa ceremonia de la confusión propia
de la falsa “progresía”? ¿Cómo
se pueden reclamar deudas sin facturas y sin que el deudor ni sus
familiares fueran conscientes de ellas debido a la pésima
y contradictoria información que se les facilitó ni
conocieran dicha deuda en el trámite de la herencia?
Ese “escaneo”
judicial de los “Eres” andaluces ha colocado en la lista
de los “40 Principales” la figura del interventor con
su canción “Miraste para otro lado”. El ERA lleva
varios meses sin “Director económico-administrativo”
tras la dimisión-destitución de la consejera Esther
Díaz. La funcionaria que ocupó dicho cargo hasta Diciembre
de 2014 ha sido nombrada, en Abril de 2015, interventora general
del Principado. Y dice la ley que “el control interno de las
actividades realizadas por el organismo autónomo y sus centros
se sujeta al régimen de auditoría”. “La
auditoría, que se realizará por empleado público,
como mínimo una vez al año comprenderá…”:
ingresos, pagos realizados y pendientes, existencias, libros de
contabilidad, balances, etc., etc., del organismo autónomo
y, por separado, de los centros de él dependientes.
Como los que
mandan dicen: “los poderes públicos no pueden permanecer
indiferentes” ante las discriminaciones y agravios de que
son objeto los ancianos más indefensos de las residencias.
Lo primero, las cuentas claras y la gestión transparente
y eficaz. Lo segundo, amnistía para los difuntos y que a
ningún anciano que esté ingresado en una residencia
pública se le cobre más del setenta y cinco por ciento
de lo que cobra de pensión, sin generar “deudas”
post morten de ninguna clase, y descontando las cargas familiares
previas que tuviera. Todo lo cual es de justicia social elemental.
UNIDOS
POR INTERNET
Campaña para la instalación de webcams en las residencias
de ancianos para facilitar el contacto con los familiares y allegados,
y la protección de los ancianos indefensos.
¡Que entre la luz de la calle en los geriátricos!
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