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Manifiesto republicano federal
en Asturias en 1868.

Manifiesto del Comité Republicano Federal de Oviedo

El Comité Republicano Federal de Oviedo ha dirigido a sus correligionarios de la provincia, la siguiente alocución:

"Asturianos : Vais a contribuir a la solución de un problema de gravísimas consecuencias: vais a votar en la Asamblea nacional, por medio de vuestros representantes, la forma de gobierno y las leyes que han de asegurar nuestra Libertad, tantas veces entrevista, y otras tantas arrebatada.

Pero antes de usar de este importantísimo derecho, por primera vez ejercido, si bien con restricciones que deploramos, quedaos a solas por un momento con vuestra conciencia, y decidnos si podéis confiar tan sacrosanta causa a los hombres que por un puñado de vil metal han entregado nuestra querida patria en brazos del despotismo bárbaro del siglo XVI; a los que creyeron que el brillo de una condecoración obtenida al precio de la honra de la nación, pudiera ocultar la vil podredumbre del pecho que cubriera; a los que medraron, a costa de la escasa sangre de la exhausta y moribunda madre, a quien aherrojaron, para que a mansalva la pisoteasen y escarnecieran los que hubieran de seguirles en la nefanda obra de la destrucción.

Si el cinismo, compañero inseparable de tales histriones, les hiciese aparecer en la próxima lucha, oponed a la procacidad y desvergüenza la dignidad que la honra inspira. No creais en los arrepentimientos: para una Magdalena se encuentran dos mil Judas, que os harán llorar con lágrimas de sangre el ósculo de paz que de ellos recibiérais.

¿Queréis la regeneración de la patria? ¿Queréis las libertades que hacen la felicidad de la Suiza con un presupuesto de 50 millones, con preferencia a las menos amplias, qua cuestan a la Bélgica 600? ¿O preferís seguir pagando 2.500 millones con un déficit continuado y consiguientes créditos supletorios?

¿Queréis que los pedazos de vuestro corazón no se vayan desgarrando cada año, hasta dejaros sin lagrimas para llorar vuestro infortunio? ¿Queréis que el pan que hubieran de llevar a la boca los hambrientos hijos que os dejen, no vaya a fomentar el vicio de una corte corrompida?

¿Estáis convencidos de que catorce siglos no han producido cuatro reyes que hayan procurado la felicidad de España? En este caso, el corazón y la cabeza os hacen abrazaros, al frondoso árbol de la República Federal, como áncora de vuestra salvación.

Los hombres que hayan de ayudaros a coronar tan santa obra, no puede menos de mostrároslos vuestra conciencia.

Oviedo 31 de diciembre de 1868.—José Centeno.—Nicolás Martínez.—Antonio Rodil y Argüelles.—José Gonzalez Llana.—Vicente Collada.—Casimiro Suárez.—Wenceslao Guisasola.—Bernardo Coterón.—Ramón Lafarga.—Domingo Ordóñez.—Alfredo Dóriga, secretario.»