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En el Teatro Robledo
de Gijón, los días 13 y 14 de Enero de 1937,
se desarrollaron los actos del que pasa por ser el primer
homenaje de la España republicana en memoria de Federico
García Lorca. Ni la guerra ni la escasez fueron impedimentos
graves para que se llevase a cabo esta iniciativa del Ateneo
Obrero de Gijón. Patrocinaba los actos la Consejería
de Cultura, desempeñada por el escritor y periodista
Antonio Ortega. ¡Qué distante les parecería
a todos aquel verano de 1932 en que los camiones de "La
Barraca" recorrieron Asturias acercando el teatro al
pueblo!
Comenzó
la velada con la interpretación de "Granada",
de Albéniz, por el sexteto "Astoria". Le
siguió la lectura por Luis Iniesta del poema de Antonio
Machado: "El crimen fue en Granada". A continuación,
el Grupo de Ensayos Teatrales del Ateneo Obrero interpretó
el prólogo y la estampa primera del Romance popular
de Federico García Lorca: "Mariana Pineda".
A un intermedio musical en el que el sexteto "Astoria"
interpretó las danzas quinta y décima de Granados,
le sucedió la conferencia titulada "Motivos Lorquianos"
que pronunció Luis Alvarez Piñer. Durante esta
conferencia Luis Iniesta recitó varias poesías
del "Romancero gitano", de García Lorca,
acompañándole Alfredo Yáñez a
la guitarra. Se interpreta "Sevilla", de Albéniz,
y, por último, otra vez el Grupo de Ensayos Teatrales
ocupó el escenario para representar el tercer acto
de la obra de autor homenajeado: "Bodas de Sangre".
El éxito total y absoluto del espectáculo en
sí y la oportunidad del homenaje propiciaron que su
representación se llevara a las otras dos capitales
republicanas del Norte: Santander y Bilbao. De regreso en
Asturias, con el mismo montaje se organizó una gira
por las principales poblaciones de la región.
Derrota, represión
y exilio: habrían de pasar más de veinticuatro
años hasta que, en Octubre de 1961, se volviera a representar
en Gijón una obra de Federico García Lorca:
"Los títeres de cachiporra", montada por
el grupo teatral "Gesto".
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Se
le vio caminar...
Labrad, amigos,
de piedra y sueño, en el Alhambra,
un túmulo al poeta,
sobre una fuente donde llore el agua,
y eternamente diga:
el crimen fue en Granada, ¡en su Granada!
Antonio Machado
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