Relación
de los 64 prisioneros de la cárcel del Coto, de
Gijón, fusilados el día 10 de Enero de 1938.
Todos
fueron fusilados contra las tapias del cementerio de Ceares
por las tropas del ejército nacionalista al amanecer
del día 10 de Enero de 1938. No habían transcurrido
ni cuarenta y ocho horas desde la toma de Teruel por las
fuerzas republicanas, tras la rendición del coronel
Rey d'Harcourt. Fue la única vez, que se sepa,
que soldados del Ejército regular nacionalista
participaron en Asturias en la ejecución masiva
de prisioneros republicanos condenados a pena de muerte.
Esta tarea era desempeñada normalmente por piquetes
de la Guardia de Asalto y la Guardia Civil.
Al que no pudieron fusilar fue al médico Manuel
Zarracina Gónzalez, de 44 años,
les tomó la delantera. Cuando fueron a buscarle,
se encontraron con que se había suicidado
esa noche cortándose las venas. Era natural
de La Riera, en Cangas de Onís, donde había
sido concejal y presidente de Izquierda Repúblicana.
Durante la guerra fue director de los hospitales de Cangas
de Onís, de Covadonga y del Revillagigedo. Estaba
condenado a pena de muerte y se debió de enterar
de que a la mañana siguiente le ejecutaban.
En
el cementerio de Ceares vieron a
los vecinos de La Robellada, concejo de Onís, Fidel
Asprón Castro, de 44 años; Ramón
Zaragoza Suárez, de 43, que había
sido concejal; casados los dos. A Manuel Morán
Alonso, vecino de Onís, de 33 años,
casado; y a los guardias de Asalto y de Seguridad Daniel
Robles Fernández, de 34 años; Leopoldo
García Vilanova, de 28; Emilio
Bonet Salinas, de 36, y José María
Martínez Elejalde, de 29; Isidoro
Alvarez Gutiérrez, de 41 años,
los cinco casados.
Allí
estuvo Federico Vallina Cueto, de 27
años, secretario general de la CNT en Cangas de
Onís y concejal; instructor de milicias.
Fueron
muchos
los gijoneses o avecindados en la ciudad que se enfrentaron
a la muerte ese día: José del Llano
García, de 56 años, jefe de Telégrafos
de Gijón; Francisco Díaz Alvarez,
de 52 años, y José Alvarez Muñiz,
de 22 años y Manuel Pintado Alvarez,
de 47 años; de Cenero los tres. Manuel
Cuervo Rodríguez, de 19 años. Abel
Fernando Fernández Mijares, de 31 años,
casado, del PCE; consejero de Agricultura y capitán
y comisario político; había sido condecorado
con la medalla de La Libertad. Antonio Arruza
González, mecánico cenetista. Antonio
Alvarez Caso, de 42 años, viudo. Ignacio
Castro Blanco, de 24 años, soltero. Fernando
García Monestina, de 40 años, casado,
que parece ser que llegó a capitán. Gumersindo
Gandoy Rey, de 37 años, casado, guardia
municipal. Dionisio Varas Rodríguez,
de 50 años, casado. Alvaro Tuya Suárez,
de Jove, de 24 años, soltero. Félix
Arias Fuertes, cenetista, de 35 años,
casado. Bernardino Peñalosa Vallín,
de Poago, de 23 años, soltero. Mario Rodríguez
Muñiz, de 37 años, casado, de la
CNT, presidente del Comité Pro-Presos; director
durante un tiempo de la cárcel de El Coto; comandante
de una brigada penal. José Rivero Liñero,
de 37 años, casado.
Un
avilesino, José Mª Fernández
González, de 31 años, acusado de
ser el presidente de la UGT; y los
vecinos de Carreño, Eusebio Moreno Franco,
ferroviario de 29 años, que había estado
como de teniente en el frente, y Manuel Suárez
García, de Tamón, de 23 años,
casado.
Varios
llaniscos estaban entre estos condenados: Restituto
Hueres Pontigo, labrador de 43 años, casado,
que fue alcalde de barrio de Rales. Benito Celorio
Celorio, herrero, de 55 años, vecino de
Posada. Angel Morán Villanueva,
de 55 años, de Puentenuevo. Virgilio Peláez
Cueto, de 40 años, casado, alcalde pedáneo
de Hontoria. Ismael Pérez Castro,
de Lledías, de 33 años, casado, secretario
de la UGT y teniente en el frente. Florentino
Galán Pérez, de Naves, al que,
al parecer, llamaban "Largo Caballero"; de 43
años, casado. Emilio González Platas,
de 41 años, de Piñeres. Francisco
García Gavito, de 46 años, secretario
de Izquierda Republicana y concejal. Angel Pérez
Montes, de 25 años, vecino de Posada,
panadero. Saturnino González Cueto,
de 33 años, casado, secretario de Izquierda Republicana
en Nueva.
Y los villaviciosinos Constantino Jove Suárez,
de 53 años, cenetista y delegado de Asistencia
Social, Vivienda y Evacuación; y Lotario
Rubiera Moro, de 48 años, concejal y alcalde
pedáneo de Quintueles.
Y
el veterano
militante del PSOE, Rafael Alvarez Arregui,
sierense afincado en San Martín del Rey Aurelio,
de 37 años, ferroviario y capitán en el
frente.
Y
los piloñeses
Felipe Sastre González, de 28
años, que fue herido dos veces en combate y que
llegó a ser comandante de un batallón. Celestino
Cuyar Prieto, de 40 años, de Espinaredo.
Gregorio Torres Martín, de 40
años, casado, maestro, vecino de Riofabar. Maximino
de la Parte Prieto, de 52 años, casado,
de Infiesto. Rafael Córdoba Lozano,
28 años, soltero, de Infiesto, secretario del PSOE
y enfermero en el frente. Laureano Blanco Tamargo,
comerciante de Infiesto de 29 años.
Y
el periodista José Sánchez Plazuelas,
de 50 años, redactor-jefe de La Voz de Guipúzcoa.
Después de estar en el frente, fue llamado por
el PCE para organizar el periódico Asturias; colaboró
en La Gaceta del Norte y dirigió el Boletín
del Norte.
Y los vecinos de Sariego, Justo Rebollar Prieto,
de 54 años;Manuel Parajón Arboleya,
de 34; Andrés Prida Suárez,
de 24; Benigno Ordiales Rimada, de 32;
Albino Vigil Ceñal, de 35, y;
Manuel Montequín Montequín,
de 35; casados y con familia todos ellos.
Y
Lucio Deago Bullón, de Olloniego, de 29
años, casado; que murió creyendo que a su
mujer la habían “paseado” y que, por
tanto, sus dos hijas iban a quedar huérfanas. Cuando
le llevaban a fusilar todavía tenía fuerzas
y valor para plantarles cara y gritarles: “Soltadme
una mano, solamente una mano. Que con una mano me basta
para acabar con todos vosotros.” Había sido
comandante de los batallones “Henri Barbusse”
y “Llaneza”, y mandó una brigada.
Y
de Oviedo
también era José Pintado Villanueva,
de 33 años, casado, guardia municipal; que había
salido con la columna Dutor en auxilio de Madrid; llegó
a mandar el batallón “Dutor” y fue
jefe de una brigada.
Y
leoneses eran Daniel
Fernández Fernández, de 24 años,
de Villablino, y Alfredo Pereda Vivanco,
avecindado en Madrid, de 21 años, que había
estado de teniente en el frente.
Y
Antonio Sañudo de la Rosa, de 22 años,
soltero, vecino de Madrid, del PCE, que después
de estar en el frente madrileño, hizo el curso
de teniente de Artillería en la Academia de Lorca
y fue destinado al Norte.
Y Julián Salgado Blanco, de 41 años,
soltero, maestro particular en Las Regueras y corresponsal
de “Avance”.
Y
Luis Domingo Fresno Arribas Priede, de Siejo,
en Peñamellera Baja, de 22 años, soltero,
y Pedro Tolosa García, de 32 años,
de Arenas de Cabrales.
Y
Félix Gallarreta Gaviño, de Baracaldo,
Vizcaya; de 35 años, casado, de la CNT; capitán
y comandante del batallón “Meabe”.