Compromiso
que el Comité republicano federal de Sevilla
exige a sus candidatos a diputados
a Cortes Constituyentes.
Ciudadano: habéis sido propuesto por la circunscripción,
y aceptado por este Comité provincial, para que representéis
en las Cortes Constituyentes al partido republicano federal.
En su virtud, debéis saber cuáles son vuestros
poderes, y ante nos, en nombre del partido, os exijo que
digáis claramente, y sin reservas, si los aceptáis
de la manera que subsiguen:
Presidente. ¿Prometéis votar á favor
de nuestra Constitución política en la forma
de República Federal?
Candidato. Sí prometo.
P. ¿Prometéis votar a favor de todos los derechos
individuales?
C. Sí prometo.
P. ¿Prometéis votar la libertad de cultos
y la independencia de la Iglesia y del Estado?
C. Sí prometo.
P. ¿Prometéis votar la abolición de
la esclavitud, la de quintas y matriculas de mar?
C. Sí prometo.
P. ¿Prometéis votar la abolición de
la pena da muerte?
C. Sí prometo.
P. ¿Prometéis votar á favor del establecimiento
del jurado para toda clase de delitos?
C. Sí prometo.
P. ¿Prometéis votar á favor de la reforma
de nuestro sistema penal penitenciario?
C. Sí prometo.
P. ¿Prometéis votar por el desestanco de todo
lo estancado?
C. Sí prometo.
P. ¿Prometéis votar á favor de la desamortización
de todo lo amortizado?
C. Sí prometo.
P. ¿Prometéis votar á favor de la reforma
gradual de nuestros aranceles, declarando libre desde luego
la introducción de las primeras materias, como el
carbón, hierro y algodón?
C. Sí prometo.
P. ¿Prometéis votar y defender las reformas
y principios conquistados ya por la Revolución si
volvieran a discutirse, tales como el sufragio universal,
libertad de enseñanza, etc., etc.?
C. Sí prometo.
P. ¿Prometéis votar á favor de la libertad
profesional?
C. Sí prometo.
P. ¿Prometéis no aceptar destino remunerado
del Gobierno durante vuestra representación ni cuatro
años después al menos?
C. Sí prometo.
P. ¿Prometéis no gestionar á favor
de nadie ante el Gobierno en solicitud de empleos, ni hacer
para ello recomendaciones, ciñéndose puramente
á dar informes cuando se os pidan por el Gobierno
mismo acerca de las circunstancias morales y políticas
de algún ciudadano?
C. Sí prometo.
P. La abolición de quintas y matrículas de
mar exigen la reforma del ejército. En su virtud
debéis sostener la creación de una Milicia
nacional, compuesta del personal de la Guardia civil, Carabineros
y cuerpos facultativos, dotados con estos y con los individuos
que voluntariamente deseen seguir la carrera de las armas;
esta fuerza será pagada por la nación y estará
a las órdenes del Gobierno central. También
sostendréis la creación de milicias provinciales,
formadas por alistamiento de todos los ciudadanos de 17
á 45 años, solteros, ó viudos sin hijos,
los cuales sólo tomarán las armas en caso
de guerra, por orden de las Cortes y con autorización
de las diputaciones provinciales. Sus cuadros se constituirán
con jefes, oficiales y sargentos del actual ejército.
Asimismo defenderéis la existencia de una Milicia
urbana, formada por ciudadanos voluntarios, organizados
por barrios en las grandes poblaciones y mandados por los
jefes que elijan, bajo las órdenes del presidente
del ayuntamiento.
Lo prometéis así?
C. Sí lo prometo.
P. ¿Prometéis votar la abolición de
todas las cargas llamadas de justicia, que gravan irritantemente
el presupuesto?
C. Sí prometo.
P. ¿Prometéis votar por la reforma profunda
de la administración para que, suprimiéndose
todos los destinos innecesarios, resulte la posible economía?
C. Sí prometo.
P. ¿Prometéis votar porque en lo sucesivo
no se reconozca derecho á jubilación ni cesantía?
C. Sí lo prometo. .
P. ¿Prometéis votar porque se rebaje a doce
mil reales el máximum de las jubilaciones y cesantías
actuales?
C. Sí prometo.
P. ¿Prometéis votar porque se abra una información
á todos los cesantes y retirados a fin de que los
que resulten poseer bienes de fortuna, cuya renta sea doble
de su sueldo, ó alcance á 12.000 reales, se
les deje de seguir asistiendo por el presupuesto?
C. Sí prometo.
P. Ciudadano candidato: El partido os recomienda la mayor
decisión y energía para rechazar cualquiera
provocación o indicio de amenaza de parte de gobiernos,
extranjeros, si toman una actitud desagradable ante nuestra
Constitución republicana.
¿Lo prometéis así?
C. Sí lo prometo.
P. Ciudadano candidato: os prevenimos que en crisis tan
graves como la actual, son muy posibles las guerras civiles,
sabedlo, y procurad en lo que esté de vuestra parte
salvar de ese peligro á la nación, y en todo
caso que jamás se diga que salió de vuestra
mano la primera piedra. ¿Lo prometéis así?
C. Sí lo prometo.
P. Los representantes de cada provincia deben gestionar
por el desarrollo de la riqueza de éstas, y ser el
intérprete de sus necesidades. ¿Prometéis
trabajar y votar para que la venta de las tierras pertenecientes
á lo actualmente amortizado, se verifique por reparto
vecinal, y á pagar en muchos plazos o a censo, de
modo que pueda crecer el número de pequeños
propietarios en esta provincia?
C. Sí prometo.
P. ¿Prometéis gestionar y hacer todo lo que
esté de vuestra parte á fin de llevar a cabo
el aprovechamiento para riegos de los afluentes del Guadalquivir?
C. Sí prometo.
P. Sabed quo se os dará copia de esta acta
para que tengáis presentes vuestros compromisos,
publicándose también, para que el partido
entero con ella á la vista os pueda fiscalizar.
Quedáis
proclamado por el partido candidato en la circunscripción
de....y recomendamos a todos nuestros correligionarios que
os favorezcan con su voto.
Ciudadano
candidato: El partido que os va á elegir confía
en vuestra honradez y patriotismo, y no duda que cumpliréis
exactamente cuanto habéis prometido, y que os obligáis
á dar cuenta exacta de vuestros actos cuando concluya
vuestra misión.
Conformes
en un todo con el Comité republicano de Sevilla,
creemos no deben aspirar á diputados constituyentes
aquellos que solemnemente no juren sostener en el Congreso
nuestros dogmas, y sujetarse á las condiciones que
reclama la salvación de nuestra revolución.
Pretender ir hoy al Congreso diputados que el país
sabe lo que han hecho en anteriores situaciones, es el colmo
de la audacia; si creen que por envolverse momentáneamente
en la bandera democrática, el país no los
conoce se equivocan. Y si su valor llega á tanto,
que, hechos los juramentos, van al Congreso con ánimo
deliberado de faltar, como acostumbran, á sagrados
compromisos, que sepan al menos que sus electores les pedirán
severa cuenta del poder que en ellos han delegado.