La
represión de la Revolución de Octubre
La
situación en las cárceles.
Desde el movimiento popular de Octubre, la mayoría
de las cárceles y presidios, comisarías,
cuartelillos de la Guardia Civil han sido teatro de horribles
palizas, torturas, vejaciones, se ha llegado a olvidar
el derecho de gentes. ASO recibía diariamente
docenas de cartas que expresaban el dolor del hombre acosado
en su encierro: "Y se me apaleó brutalmente…"
"Estuve a pan y agua en un sótano sin luz
durante un mes…" "Estamos treinta
presos hacinados en una celda de cuatro metros; dormimos
por turno" "No podemos vernos ni escribirnos
con nuestras familias y amigos".
Asturias
y León fueron las más castigadas. Allá
se trasladarían a fines de Enero del 35 los Srs,
Ortega y Gasset y Riscos, y Serrano Batanero y Tuñón
respectivamente, aportando una información
interesantísima sobre los millares de procesos
existentes y las condiciones en que se encontraban en
las cárceles los hombres, los pueblos enteros encerrados.
Toda nuestra labor a este particular ha girado alrededor
de continuas gestiones cerca de los Poderes Públicos
y Autoridades correspondientes para ver de conseguir rectificar
las arbitrariedades y atropellos cometidos, pero como
también la Agrupación ante el casi siempre
ineficaz resultado de aquellas habló al país:
hombres encerrados como bestias sufriendo un trato brutal;
es necesario que España eleve su protesta, pida
que el régimen de las cárceles sea más
humano. Del 15 de Noviembre al 25 de Diciembre, ligamos
la campaña de recogida de firmas contra las ejecuciones
y la pena de muerte a la del mejoramiento del régimen
de prisiones, que en un plano nacional hemos desarrollado
en unión de diversas personalidades y partidos
y organizaciones republicanas y obreras.
El
Penal del Fuerte de San Cristóbal, antigua fortaleza
en ruinas, habilitada para prisión, situada en
lo alto de un monte cerca de Pamplona, con fríos
horribles, incomunicada con la capital en invierno por
las nieves, sin agua potable que se llevaba en cubas de
la ciudad y sí un pozo que originó la epidemia
de tifus que asoló el penal, albergaba a cerca
de 800 presos. Las torturas, los espantosos apaleamientos
en este trágico penal no han tenido límites.
Muriéndose los enfermos de tifus sin asistencia,
médica, abandonados en medio de un patio, bebiendo
medio vaso de agua al día cada recluso con los
mayores calores del verano . Tal ha sido, que los familiares
de los presos allí recluidos vinieron a ASO, que
recogiendo sus anhelos levantó una campaña
tal que obligó al Ministro de la CEDA que ocupaba
la cartera de Justicia a trasladarse de incógnito
al Penal, siendo interpelado en el Parlamento por diputados
amigos y consiguiéndose que se trasladasen unos
centenares de presos a otras prisiones, reduciendo a la
mitad la población penal de aquella fortaleza.
El
22 de noviembre llegaron a Madrid varias mujeres de Asturias
comisionadas por los familiares de los presos de aquella
región que se encontraban en el Fuerte. ASO las
acompañó al Parlamento, visitando las redacciones
de los periódicos demócratas y, en unión
de la Liga de los Derechos del Hombre, visitaron al Presidente
del Consejo de Ministros, a quiene dichas mujeres hicieron
saber el deseo de todos los familiares de los penados
de San Cristóbal, de Asturias, de que fuese inhabilitado
el referido Fuerte para prisión.
Los
presos de la prisión cuartel de Astorga nos escribieron
una carta denunciándonos el terror que allí
existía. No se podía asomar a las
ventanas porque eran muertos a tiros. ASO dirigió
un escrito al Sr. Director General de Prisiones protestando
de estos hechos y pidiendo que en todo caso se trasladase
a los presos a otra cárcel.
El
28 de Octubre una comisión integrada por ASO y
diversas organizaciones antifascistas se entrevistó
con el Ministro de la Gobernación, denunciando
el trato que las detenidas políticas y sociales
sufren en la Dirección de Seguridad y
en el traslado de allá a la cárcel en el
coche celular, obligadas a permanecer con las detenidas
comunes, amontonados los hombres y las mujeres, así
como también las graves anomalías
que se aprecian en la Cárcel de Mujeres.
La
Cárcel de Madrid también ha sido objeto
de algunas visitas por Comisiones de la Agrupación,
debido a denuncias que recibíamos de los presos
por malos tratos y castigos. Una de ellas tuvo
lugar a raíz de las ejecuciones de Vázquez
y Argüelles debido a .que, por plantarse los presos,
fueron muchos trasladados a galerías, de comunes
y restringidos los derechos que hasta aquel momento disfrutaban.
El
24 de Diciembre, dirigió ASO dos escritos al "Director
General de Prisiones: uno, denunciando que en el Penal-Hospital
de Segovia, cuyos reclusos recibían un trato durísimo,
al preso Miguel Sánchez Fernández,
tuberculoso, se le denegaba la ropa, la medicina y los
alimentos que su familia y amigos le enviaban,
siendo constantemente castigado. El otro escrito acompañaba
una petición que los presos de Oviedo nos
hacían sobre el recluso Ramón G. Roza, tuberculoso,
que, condenado a cadena perpetua, había sido trasladado
al Penal de San Cristóbal; debiendo, por su condición
de enfermo grave, estar en un penal-hospital. Sobre
este último caso, el 12 de Febrero, otra Comisión
volvió a visitar al Director General de Prisiones,
quién prometió acceder a los deseos de los
reclusos de Oviedo que le trasladaba la Agrupación.
A
fin de poseer toda una serie de datos relacionados con
el régimen a que se veían sometidos los
detenidos en las cárceles, en Noviembre editó
ASO un cuestionario que se repartió profusamente
entre organizaciones, abogados y cárceles, que
dio como resultado el tener informes precisos sobre las
condiciones penitenciarias y represión en los siguientes
puntos: de las cárceles de Abenójar, Almodóvar
del Campo, Baeza, Cáceres, Cartagena, Coruña,
San Sebastián, Huelva, Jaén, Lugo, Miranda
de Ebro, Murcia, Pamplona (Fuerte de San Cristóbal),
Santa Cruz de la Palma y Valladolid, y de la represión
en Miranda y en Mendavia.