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Crítica republicana a la II República
"¿El frente único obrero?"
¡Unidad revolucionaria!

 

Nota del Comité Regional de la CNT

de la zona Centro.

Publicado en La Tierra el 2-1-1934

(Hemeroteca Mpal. de Madrid)

 

 

 

 

“En diferentes ocasiones ha dicho nuestro organismo confederal, CNT, que, una vez llegado el momento de que la reacción levantara su zarpa sobre la clase trabajadora, anulando las conquistas logradas a costa de inauditos esfuerzos, nos enfrentaríamos en lucha decisiva con el fascismo y la reacción que en cualquiera de sus formas tratárase de mostrar.

 

Pues bien: hoy, al fin, la reacción pretende erigirse en rectora de los destinos del país, labor que ha de dar como resultado la aplicación de las leyes promulgadas en la etapa parlamentaria anterior por aquellos que, olvidándose de haberse llamado hombres de izquierda, no pensaron que por su obra legislativa tenía la reacción el camino expédito, y, a merced de su voluntad, aplicárselas a los trabajadores que anhelaran una sociedad libre de la tutela capitalista.

 

La reacción, pues, está a las puertas del Poder. Ante esto, la Unión General de Trabajadores, por medio de su órgano, El Socialista, hace un llamamiento constante a los trabajadores revolucionarios que militan en organizaciones ajenas a dicha entidad. Como aseveración de esto que decimos, en el número 7.769 de dicho periódico apareció un editorial cuyo título es uno de los que encabezan este trabajo, y que, para conocimiento de todos los confederados de nuestra central sindical, copiamos en sus párrafos más interesantes:

 

“Las condiciones imprescindibles para que el frente único sea una realidad, vista la gravedad del momento español, que lo reclama a voces, son, a nuestro juicio, las siguientes: Primera, que cese toda hostilización mutua; segunda, que se olviden por unos y por otros los agravios recibidos; tercera, que la alianza no se intente por abajo, por equivaler a acentuar desavenencias, sino por arriba; cuarta, que en las partes negociantes haya verdadera voluntad de frente único, y quinta, que todos se hallen dispuestos a hacer a los demás las mayores concesiones.”

 

Ante este llamamiento, mucho es lo que pudiéramos exponer...; pero impónese la resolución de un problema importantísimo: leyes represivas nos molestan demasiado y no dejan a nuestras organizaciones sindicales en libertad para luchar con las armas de trabajo frente a la clase capitalista, lo que envalentona a ésta, y trata de arrebatarnos las mejoras morales y materiales logradas a fuerza de sinsabores y sacrificios, y esto, repetimos, hácenos olvidar actuaciones pasadas de ciertos elementos y reflexionar detenidamente sobre la sugerencia o iniciativa del mencionado periódico. Y lo mismo que nosotros meditamos esta iniciativa, consideramos que deben hacer todos los militantes de la Confederación Nacional del Trabajo, pues no hacerlo así sería tanto como dar a entender que desdeñamos la cooperación de unos trabajadores que, quizás por imperativo de la hora en que nos hallamos, encuéntranse dispuestos a aceptar la acción directa como única arma que ha de solucionar un problema de vital importancia para todos.

 

Mediten bien los confederados de toda España sobre los sucesos pasados, víctimas habidas y elementos que debiendo haberse sumado a nuestra causa se colocaron enfrente. Mediten esto y sométanlo a sus Sindicatos respectivos, y éstos a las Regionales, las cuales han de llevar a la discusión nacional el producto de sus meditaciones e iniciativas.

 

Es necesario, camaradas, que esto se haga con actividad y espontánea celeridad, pues no cabe ya, a las alturas que hemos llegado, más que un solo dilema para todos los trabajadores en general: o aniquilamos al fascio, o éste anulará a todas las organizaciones sindicales, ahogando en sangre a todo hombre consciente que no se sume a sus mesnadas.”