"Durante varios años he ido recogiendo testimonios
y textos de la guerra civil en Asturias y de forma especial
sobre la retaguardia republicana. Sin embargo, dedicado
a otras actividades, no he podido trabajar con el rigor
que se requiere en todos los materiales que voy logrando
recopilar. Por otra parte, pienso que no es bueno guardarse
para sí documentos de excepcional importancia
e impedir que otros, con más tiempo, profesión
y capacidad, puedan estudiarlos mejor.
Es
demasiado frecuente en la bibliografía acerca
de la España contemporánea el historiador
que refuta a los demás en base a su propio archivo
y que no da a la luz íntegros los textos que
descubre. Es algo que constantemente debe denunciarse.
Desde mi modesto ángulo me decido a publicar
el "Acta" de la que se autodenomina "Reunión
extraordinaria del Consejo de Asturias y León
correspondiente al día 20 de Octubre de 1937".
Son tres folios de gran interés para el análisis
de la guerra española por lo que contienen, pero
también por tratarse de la última sesión
en la Asturias republicana del que fue su máximo
órgano de Gobierno, el Consejo Soberano.
ORIGEN
Y CIRCUNSTANCIAS DE LA COPIA
Esta
copia me fue entregada en Abril de 1973 en la ciudad
de México por el profesor de Sociología
en la ENP, Juan Pablo García Alvarez, uno de
los más destacados socialistas asturianos en
los años treinta y que fue presidente del Tribunal
Popular de Gijón (N. del a.: Es en la actualidad
-1978- presidente de la Sección de Sociología
de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística.
El Tribunal Popular celebró sesiones diarias
en Gijón, de Octubre de 1936 a Octubre de 1937,
sin que se produjeran más de dos o tres ejecuciones
de penas de muerte. Saturnino Escobedo, el abogado de
mayor número de procesados por este Tribunal,
recuerda con admiración a Juan Pablo García,
del que cuenta que al día siguiente de fusilar
los nacionales a su padre en Oviedo, pedía emocionadamente
al Jurado Popular de Gijón que no se condenara
a un "fascista" que tenía ante sí
-testimonio recogido el 4 de Enero de 1971-...) Este
profesor a su vez la recibió de los representantes
republicanos de izquierda, Maldonado y Ortega, en el
Consejo Soberano.
Las
hojas no vienen ni firmadas ni selladas. No obstante,
consejeros supervivientes como Rafael Fernández,
Juan Ambou y Ramón Alvarez Palomo, con los que
tuve ocasión de dialogar ampliamente, la dan
por auténtica. Está escrita a un solo
espacio y sobre papel cebolla. Es probablemente la tercera
copia del original, que se mecanografió con papel
carbón azul (la letra y el papel no han sido
examinados por peritos).
Si
bien parece que no pueda dudarse de su autenticidad,
es decir, que fue levantada por el secretario del Consejo,
Antonio Ortega Fernández y que como tal acta
fue entregada al gobierno de la República, sí
procede cuestionar los elementos subjetivos introducidos
en su redacción y que pudieran desfigurar ligeramente
lo ocurrido. Y es que desde el momento en que Ortega
tomó sus notas en Gijón hasta su paso
a limpio y presentación oficial en la zona leal
a la República, sucedieron acontecimientos de
tal magnitud para los miembros del Consejo que necesariamente
tuvieron que influir en la redacción definitiva.
Mi opinión provisional es que la finalidad
inmediata del documento era la de servir de apéndice
al "Informe" que sobre su actuación
hizo el Consejo Soberano al Gobierno de Negrín.
De ser así, resulta evidente que el anexo
no va a entrar en contradicción con la valoración
política que hacen los autores del escrito principal
y "debe" corroborar sus propias posiciones.
En este sentido es muy de tener en cuenta que el "Informe"
terminaba con una frase a la defensiva: "A la clara
comprensión del Gobierno de la república
exponemos estas apresuradas consideraciones para que
se nos haga la más estricta justicia".
(Juan Pablo García me facilitó asimismo
una copia, de trece hojas, de este documento, con las
mismas características mecanográficas
que el Acta. Sorprendentemente, no coincide con exactitud
con el publicado como doc. 92 por Ramón Salas
Larrazábal en su voluminosa obra "Historia
del Ejército Popular de la República",
pags. 2.958 a 2.971. En esta reproducción faltan
tres párrafos y 84 variaciones en léxico
y frases. Tratándose de un libro fundamental
de consulta de una documentación a la que muchas
veces sólo ha podido acceder el editor, supone
un cierto peligro para la Historiografía el no
mencionar en qué forma lo obtuvo. En todo caso,
la obra de Ramón Salas es imprescindible para
estudiar el período y la aparición del
"Informe", aunque con retoques no sustantivos,
permite que sea allí leído por cualquier
estudioso. Es, sin embargo, curioso que en medio de
la copia del informe que poseo se cita expresamente
el "Acta" con un "véase el apéndice
I" y Salas no figura esta llamada. Si alguien quiere
cotejarlo puede ver la fotocopia que entregué
en la "Biblioteca Asturiana" del Colegio Inmaculada
de Gijón. Por otra parte, el Consejo Soberano
estaba formado por quince vocales que se dispersan en
diferentes misiones por la España republicana
y que no volverán a reunirse como tales jamás.
Los que se dirigen entonces al Gobierno son sólo
una parte del Consejo, aunque se atribuyan la representación
del mismo.)
Por
otra parte, se puede observar cierto subjetivismo en
alguna expresión concreta, como en la primera
intervención del coronel Prada, en la que se
lee: "pone ejemplos que robustecen sus opiniones".
Estamos ante una palabra impropia de quien actúa
como secretario, que no debería valorar. Quizá
corresponda también al subjetivismo lo mucho
que resalta que los delegados de Agricultura, Comunicaciones
e Instrucción Pública se oponen a "respetar
la vida de los presos" (Maldonado, en contraste,
recuerda cómo Ambou era muy partidario de respetar
la vida a todo el mundo y quería acabar drásticamente
con los represores incontrolados. Estos causaron gran
número de problemas al principio de la guerra
en la zona occidental de Asturias y para intentar remediarlo,
Maldonado se dirigió a Sama donde obtuvo un firme
apoyo comunista, testimonio que le recogí en
1972). Los consejeros consultados no recordaban que
sobre esta cuestión hubiese habido votación
y no parece que el tema capital de la reunión
haya sido ése. Da la sensación, por tanto,
que se quiere demostrar que todos se portaron muy humanamente
y que los únicos malos eran los tres representantes
comunistas (sobre la actitud comunista sería
imprescindible consultar el "Informe de Angel Alvarez",
secretario regional del PCE, y que se menciona en el
libro de Dolores Ibarruri y otros, "Guerra y Revolución
en España", Ediciones Progreso, Moscú,
1971. Dicho informe está depositado en los archivos
del PCE. La promesa efectuada por los dirigentes de
esta organización hace algunos meses -1978- de
abrir esos archivos a los historiadores podría
contribuir a la clarificación del período).
Otro dato para trabajar a fondo el documento es que
Antonio Ortega hacía frecuentes y sinceras manifestaciones
de su "anticomunismo" (para Ovidio Gondi,
redactor que fue de "Avance" en Gijón,
el "anticomunismo" de Ortega era visceral
y me narró diversas anécdotas. Ortega
vivió luego refugiado en Cuba y con la llegada
de Castro se exiliaría en Venezuela).
En
un plano distinto, es muy importante lo que fue tratado
en la reunión y, sin embargo, el "Acta"
omite. Es un problema que me plantea Ramón Alvarez
Palomo en una carta de 1974. El escritor anarcosindicalista
explica que la sesión se habría desarrollado
"en dos partes" y que en la segunda decidieron
la evacuación "tras haber consultado a las
organizaciones" (Ramón Alvarez dice:
"Recuerdo que esa reunión se celebró
en dos partes, precisamente a proposición mía,
cuya intervención en los debates y deliberaciones
noto a faltar. Pedí la suspensión para
que cada uno de nosotros informase de la situación
militar a su organización y para que se pronunciase
en torno a las sugerencias de evacuación del
territorio (...). En la segunda parte de esa reunión,
aprobamos la evacuación, ya mandatados todos
por nuestras organizaciones y partidos. Cuando se celebraba
esa reunión llegó don Valentín
Fuentes, jefe de la Marina republicana en el Norte,
para anunciarnos el hundimiento del "Císcar".
-El hundimiento del "Císcar" precipitó
los acontecimientos. Las autoridades asturianas habían
desobedecido las órdenes de Indalecio Prieto
que pretendió que el destructor zarpase de Gijón
sin esperar el grueso de la evacuación-). Coincide
en parte con Rafael Fernández, pues según
éste tras "la reunión del Consejo,
cada consejero se vio con su partido y en la Comisión
Ejecutiva de las JSU, los que provenían de las
Juventudes Comunistas criticaron la posición
adoptada y dijeron que había mucho que hacer
todavía para resistir en la provincia",
opinión que tras analizarla se neutralizaría
(esta manifestación fue recogida también
por José Girón y José Uría,
con cinta, en Hendaya en el verano de 1973. En el mismo
sentido, Rafael Fernández declararía a
preguntas de Juan Carlos G. Miranda el 31 de Diciembre
de 1974 en Gijón. La voz opuesta la llevó
Francisco Fernández, "Pancho". Fue,
en opinión de Rafael Fernández, la primera
y única vez que hubo discrepancias serias en
el seno de las JSU asturianas. Los socialistas habrían
dicho "pero, ¿con qué medios resistimos?",
y ahí les convencieron). Juan Ambou no recuerda
esa interrupción pero aporta como dato que esperando
aviso de evacuar, el Consejo se distribuyó en
grupos y "a los comunistas les correspondió
con los republicanos" (palabras recogidas por Angel
Mato-Leonardo Borque, en cinta, el 30 de Junio de 1974).
Todo pone en evidencia que el "Acta" es insuficiente
para conocer lo que se decidió y no refleja el
proceso organizativo concreto de la evacuación.
Todas
estas consideraciones no quitan valor al documento,
hasta ahora inédito; únicamente pretenden
contribuir a situarlo como fuente de lo que ha sido
el fin de la Asturias republicana en el histórico
día 20 de Octubre de 1937 (José Mata en
una entrevista ofrecida a "El Socialista"
el 19-3-78, afirma que a las ocho de la mañana
del 21 de Octubre le ofrecieron todavía embarcar
en Avilés para Francia, a lo que se negó.
Los nacionales entraron en Gijón hacia las 15,30
de la tarde. La autoridad republicana estuvo ejercida,
ya con los falangistas en la calle, por el coronel Franco
que sería juzgado de nuevo y esta vez ejecutado,
tras un proceso que, como el anterior -por los republicanos-,
seguirá siendo discutido).
En
las acotaciones se hace referencia a declaraciones que
me hicieron los protagonistas y que hoy por hoy, sin
un estudio más sistemático, no puedo todavía
ofrecer en toda su amplitud. Confío en intentarlo
más adelante.
Por
último, aclarar que opto por llamar "nacionales"
a los combatientes del bando franquista. No se trata
de negar el carácter nacional de los republicanos
como, sin duda, pretendía en su origen la denominación.
Es, simplemente, la necesidad de encontrar un término
inofensivo que cumpla la función de designar
por su uso consuetudinario a una de las partes. Si se
les llama "fascistas", "facciosos",
"franquistas", etc., se introduce una carga
política que no corresponde al tipo de análisis
que aquí se intenta; si se llama "nacional"
al bando republicano puede acertarse políticamente,
pero se introduce confusión al no borrar la acuñación
de un nombre tras tanta letra escrita unilateralmente
durante tantos años. Pongamos, pues, "nacionales"
a unos, "republicanos" a otros.
COMPOSICIÓN DEL CONSEJO SOBERANO DE ASTURIAS
Y LEON EL 20 DE OCTUBRE DE 1937
Presidencia y Guerra: Belarmino Tomás Alvarez
(PSOE) (Delegado del Gobierno de la República).
Comercio:
Amador Fernández Montes (PSOE).
Marina:
Valentín Calleja Lanza (UGT) (socialista).
Comunicaciones:
Aquilino Fernández Roces (UGT) (comunista).
Justicia
y Orden Público: Rafael Fernández Alvarez
(JSU).
Hacienda:
Luis Roca de Albornoz (JSU).
Industria:
Segundo Blanco (CNT) (vicepresidente primero).
Asistencia
Social: Maximiliano Llamedo (CNT).
Trabajo:
Onofre García Tirador (FAI).
Pesca:
Ramón Alvarez Palomo (FAI).
Propaganda:
Antonio Ortega Fernández (Izquierda Republicana)
(secretario).
Obras
Públicas: José Maldonado González
(Izquierda Republicana).
Instrucción
Pública: Juan Ambou Bernat (PCE).
Agricultura:
Gonzalo López (PCE) (vicepresidente segundo).
Sanidad
Civil: Ramón Fernández Posada (Juventudes
Libertarias).
El Consejo Soberano de Asturias y
León reunido en el antiguo instituto "Jovellanos".
De izquierda a derecha: Onofre García Tirador,
Ramón Fernández Posada, Maximiliano Llamedo
(de pie), Antonio Ortega, Valentín Calleja, Belarmino
Tomás, Juan Ambou, Gonzalo López, Rafael
Fernández (de pie), José Maldonado y Aquilino
Fernández Roces. Faltan: Segundo Blanco y Amador
Fernández (realizando gestiones en Valencia);
Ramón Alvarez Palomo (inspeccionando la salida
de evacuados) y Luis Roca de Albornoz. (Colec. C.Suárez.
Arch. Mpal. Gijón).
|
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Coronel
Prada, Jefe del Ejercito del Norte.
|
Comandante
Ciutat, Jefe del Estado Mayor del Ejercito del
Norte
|
REUNIÓN EXTRAORDINARIA DEL CONSEJO DE ASTURIAS
Y LEÓN CORRESPONDIENTE AL DÍA 20 DE OCTUBRE
DE 1937
A las doce y media de la mañana y en la Delegación
del Gobierno.- Presidente Belarmino Tomás y asisten
todos los Consejeros excepto el de Comercio que está
ausente.- También asiste el Coronel-Jefe de E.M.-
Prada.
PRESIDENTE:
Dice que ha convocado a esta reunión extraordinaria
con objeto de examinar la situación militar singularmente
grave, tanto en el frente como en la retaguardia, para
tratar de forma definitiva de la conducta a seguir.
Concede la palabra al Sr. Coronel Prada para que informe
al Consejo de la situación militar.
SR.
CORONEL PRADA: Informa de que la situación de
Asturias se agrava de día en día. Manifiesta
que él, ya ha comunicado al Gobierno que de pasar
el enemigo la línea del Sella, la situación
sería muy comprometida, y desesperada si los
facciosos llegaban a Villaviciosa.- Da cuenta de la
baja moral de nuestros combatientes agravada por el
sentir pesimista de la retaguardia.
Pone
ejemplos que robustecen sus opiniones.- Dice que ha
habido batallones que se negaron a combatir.- Habla
de uno de ellos, de Sama, que acogido a un refugio se
negó a salir de él.- Da cuenta de que
los soldados decían a los comisarios y oficiales
que se batieran ellos, ya que de entrar los facciosos
en Gijón a los soldados nada había de
sucederles.
Se
refiere al material de guerra que se esperaba y dice
que él en su día comunicó al Gobierno
la necesidad de recibir ese material de guerra urgentemente
y la precisión de que este material llegare a
tiempo, ya que de venir tarde, las armas que se esperaban
no servirían para nada.- Llegan tarde esas armas
-declara hace 48 horas, y además son malas y
viejas.- Explica a continuación cómo redujo
el frente para darle más eficacia.- Todo esto
lo hizo de pleno acuerdo con la Comisión de Guerra.-
Estima que no es posible resistir más, y que
sí es posible evacuar parte del Ejército.-
Propone hacer un repliegue en 24 horas para concentrar
las tropas en los puertos de Avilés, Candás
y Gijón.- El se compromete en llevarlo a cabo
y para ello sólo se necesita saber, en el término
de dos horas, el número de barcos disponibles,
capacidad de ellos y puertos donde se encuentran.- Esto
puede hacerse hoy; mañana será tarde.
Nos
ha derrotado la aviación y pretender resistir
es inútil.- No cabe más que el repliegue
si se quiere salvar parte del Ejército.-
PRESIDENTE:
Dice que hay barcos para evacuar 50 mil o 60 mil hombres.-
El mandó, hace ya tiempo que todas las embarcaciones
estuvieran preparadas en carbón y víveres.-
Pregunta si el Consejo está conforme con la propuesta
del Jefe de E.M.
INSTRUCCIÓN
PÚBLICA: Declara que la política conjuntamente
con los cobardes que huyeron hace unos días:
precipitaron los acontecimientos. Dice que los manejos
de una organización secreta anticiparon los proyectos
de evacuación.- Estima que es necesario evitar
el desmoronamiento del frente oriental y aconseja que
se proceda a la destrucción de fábricas
etc.- (a la vuelta hoja 2)
El
SR. CORONEL PRADA: Interrumpe para decir que urge determinar
lo de los barcos pues las unidades tienen que recibir
órdenes oportunas antes de las cuatro.-
COMUNICACIONES:
Dice que sobran discusiones y que es preciso tomar decisiones
rápidas.-
INDUSTRIA:
Propone proclamar el estado de guerra.- No se acepta
esta propuesta.-
SR.
CORONEL PRADA: Da seguridades de poder realizar el embarque
con orden.
TRABAJO:
Propone facilitar al Coronel-Jefe de E.M. hombres de
confianza de las organizaciones para que le ayuden en
su tarea. Sugiere se prepare un barco especial para
los hombres de confianza de los partidos.
PRESIDENTE:
Dice debe darse santo y seña.
SR.
CORONEL PRADA: Propone sea éste: "Ya llegó".
Se acepta.
Se
invita al Sr. Coronel Prada a abandonar la reunión.
Se va éste. Continúa reunido el Consejo.
PRESIDENTE:
Da cuenta de que al salir ayer el General ruso Dambrosky
ofreció al Consejo tres aviones que llegarán
esta tarde, si se cumple lo prometido. Dice que por
ello es necesario que se sepa en todo momento dónde
están los Consejeros para avisarles.- El Coronel
Prada propuso que en primer lugar saliera la mitad del
Consejo y la mitad del E.M.- Pregunta si se está
conforme con esa propuesta.
COMUNICACIONES:
Dice que si son los militares los que se han comprometido
a hacer la evacuación deben ser estos los últimos
en salir.
AGRICULTURA:
Estima que debe salir primero la mitad del Consejo y
luego la otra mitad.
JUSTICIA
Y O.P.: Discrepa.- Dice que deben salir todos o ninguno.
Se acuerda que todos los miembros del Consejo salgan
juntos.
PRESIDENTE:
Dice que hay que preparar con toda rapidez la voladura
de minas, fábricas, etc.- No se puede perder
tiempo en volar minas sin importancia.- Pide se nombren
compañeros que se encarguen de la voladura de
bombas de achique, ventiladores y máquinas de
extracción. Deben inutilizarse también
las centrales eléctricas y cortar el cable del
plano inclinado de la Florida.
COMUNICACIONES:
Manifiesta que cada Consejero debe encargarse de la
destrucción de aquello que a su custodia estaba
encomendado.- Declara que sobre el particular, tenemos
órdenes concretas del Gobierno.
Se
acuerda proceder a la destrucción de todo lo
que pueda tener interés de guerra.
JUSTICIA
Y O.P.: Habla del problema que a última hora
nos plantean los presos. (a la vuelta hoja 3)
PRESIDENTE:
Dice que hay que respetar la vida de los presos. Pensemos
-dice-, en lo que esto puede repercutir en el ámbito
internacional.- La guerra no se solventa sólo
en Asturias y es necesario pensar en la repercusión
que pudieran tener nuestros actos.
SANIDAD:
Conforme con lo manifestado por el Presidente; pero
estima que si hubiera algún preso caracterizado
convendría tomar medidas contra él.
JUSTICIA
Y O.P.: Dice que los presos antifascistas han sido puestos
en prisión atenuada y que a todos ellos se les
pondrá en libertad.- Hizo una sola excepción:
La de aquellos cuatro asesinos condenados a muerte por
el Tribunal Popular.
Se
acuerda poner en libertad a todos los presos antifascistas.
AGRICULTURA:
Dice que de dejar a los presos fascistas con vida la
gente que quede en Gijón sufrirá las consecuencias
de tal medida.
COMUNICACIONES:
Se muestra conforme con el criterio sustentado por el
Consejero de Agricultura y se manifiesta partidario
de tomar medidas extremas contra determinadas personas
de la retaguardia.
PROPAGANDA:
Se opone y habla de las repercusión que para
la causa de la República pudieran tener estas
medidas en el extranjero y aún en la propia España.
JUSTICIA
Y O.P.: Opina lo mismo.
OBRAS
PÚBLICAS: Dice que debe evitarse cualquiera clase
de excesos. De hacer tal cosa podríamos provocar
una reacción internacional que acabara con la
República.
Con
el voto en contra de los Consejeros de Agricultura,
Comunicaciones e Instrucción Pública se
acuerda respetar la vida de los presos.
Y
no habiendo más asuntos que tratar se levantó
la sesión a las dos menos cuarto de la tarde.
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Torpedero
nº 3 en el que llegaron a la ría de
Burdeos altas autoridades militares y civiles. (Colec.
Museo Naval) |
Destructor
"Císcar" hundido por la aviación
y reflotado por los nacionales |
Pesquero
Abascal que arribó al puerto francés
de Douarnez con Belarmino Tomás y la mayor
parte del Consejo Soberano |
ALGUNAS NOTAS A ESTE "ACTA" QUE ANTONIO
MASIP INCLUYE EN SU ARTICULO
- El Consejero de Comercio estaba en Francia, probablemente
tratando de conseguir protección para la evacuación.
Otras opiniones contradictorias en Castro Delgado, "Hombres
made in Moscú", pág. 576 de la edición
de México de 1960.
-
Aunque citado como Coronel-Jefe de Estado Mayor, Prada
era el Jefe del Ejército. El Jefe del Estado
Mayor era el comandante de Infantería, Ciutat.
-Los
nacionales alcanzaron Villaviciosa el 19 de Octubre.
Los comunistas Galán (teniente coronel jefe del
XIV Cuerpo de Ejército) y Roza habían
establecido, según Ambou, la misma apreciación.
Sería relevante conocer completo el "Informe"
de Francisco Ciutat.
-La
reunión decisiva de la Comisión de Guerra
se celebró el día 17 de Octubre. La
Comisión de Guerra se había formado tras
la declaración de soberanía del Consejo
y la destitución del general Gamir Ulibarri.
En su origen, estaba B. Tomás, Ambou, Onofre
Garcia, Blanco, Calleja y el tte. Coronel Linares. Prada
se incorporó al tomar el mando del Norte.
-Según
el testimonio de J. Barreiro, que fue Secretario de
la Consejería de Guerra: "Al compañero
Valentín Calleja, consejero de Marina (...) le
dio el encargo el Consejo Soberano de preparar las embarcaciones
disponibles en vista de una eventual evacuación.
El encargo se dio un poco tardíamente, de suerte
que a la hora de efectuar el evento (...) la preparación
de las embarcaciones era notoriamente incompleta"
(recogido de un cuestionario que me contestó
meses antes de fallecer en Chaun, Francia).
-
(El Consejero de Instrucción Pública)
se refiere a la huida en la draga "Somo" que
tuvo lugar el 12 de Octubre desde el puerto de San Juan
de Nieva. Sobre este hecho hay un interesante relato
en el libro de Santiago Blanco de reciente aparición
"El inmenso placer de matar un gendarme. Memorias
de guerra y exilio" (Cuadernos para el Diálogo,
1977). Blanco era secretario de Belarmino Tomás
y uno de los protagonistas de esa salida. A la vista
del libro creo que no se le puede calificar de simpatizante
trotskista, como hice en mi apunte.
(La organización secreta) se trata de la Masonería.
Efectivamente, hubo en esa huida masones, pero otros
muy significados como Maldonado y el alcalde de Gijón,
Avelino G. Mallada, se quedaron hasta el final.
-La
destrucción de fábricas) fue uno de los
objetivos principales que se marcó el PCE, pero
insuficientemente seguido. Ambou piensa que se tardó
en hacerlo porque otros tenían la esperanza de
pactar con el enemigo una buena retirada a cambio de
las fábricas intactas. En unos cuadernos manuscritos
inéditos sobre los últimos días
de la guerra, Paulino Rodríguez, que fue alcalde
socialista en San Martín del Rey Aurelio, narra
cómo le visitó un oficial para llevar
a cabo las destrucciones, al que pidió tiempo
para convencer al Gobierno de que no se produjeran.
Paulino, con otros dos gestores del Ayuntamiento,
José Varela y Ceferino González, se trasladó
a Gijón con el ánimo de convencer al Gobierno
de las graves consecuencias para "toda la economía
y la población civil".
-El
embarque fue un auténtico desastre como reconoce
el "Informe" del Gobierno. El escritor
socialista de izquierda y entonces militante de las
JSU, Alberto Fernández, traza una pincelada de
lo ocurrido en su novela histórica "Procés
á Madrid" y vuelve sobre el tema en la revista
"Tiempo de Historia", nº 35 de Octubre
de 1977.
-Pablo
Fernández, traductor de los oficiales rusos,
describe al joven historiador mejicano de origen asturiano,
Paco Ignacio Taibo: "... se planeó la
forma de salvar el personal soviético, y
para tal efecto, se tomaron cuatro medios de efectuar
la retirada (...) Un avión bimotor que se había
comprado dos meses antes en Francia (...) lo teníamos
escondido en Carreño (...) y había llegado
con dicho aparato un piloto ruso sólo para este
menester". (Fue el procedimiento utilizado). La
promesa estaba en condiciones de hacerla, en mi opinión,
porque en el interesante testimonio que me facilita
Taibo se dice más adelante: "Había
en la zona dos submarinos rusos que nadie de los españoles
sabían y con los cuales nos comunicábamos
todas las noches así como con Moscú...",
lo que permitió sin duda concretar la ayuda
para la evacuación.
-Fueron
varios los milicianos juzgados por el Tribunal por haber
asesinado a personas de derechas. Es una de las características
diferenciales entre la justicia que se practicó
en uno y otro bando.
-El
Consejo se había dirigido, días antes,
al margen del Gobierno de la República, a la
Sociedad de Naciones, creando un incidente embarazoso,
al que se refiere, entre otros, Zugazagoitia. El Consejo
hacía en esa comunicación internacional
amenazas sobre los presos.