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Oficina de Defensa del Anciano
¡El «Cervera» a la vista!
Acta de la última reunión del Consejo Soberano de Asturias y León.
Artículo publicado por Antonio Masip en el segundo número de la revista "EL BASILISCO" (Mayo-Junio de 1978)


"Durante varios años he ido recogiendo testimonios y textos de la guerra civil en Asturias y de forma especial sobre la retaguardia republicana. Sin embargo, dedicado a otras actividades, no he podido trabajar con el rigor que se requiere en todos los materiales que voy logrando recopilar. Por otra parte, pienso que no es bueno guardarse para sí documentos de excepcional importancia e impedir que otros, con más tiempo, profesión y capacidad, puedan estudiarlos mejor.

Es demasiado frecuente en la bibliografía acerca de la España contemporánea el historiador que refuta a los demás en base a su propio archivo y que no da a la luz íntegros los textos que descubre. Es algo que constantemente debe denunciarse. Desde mi modesto ángulo me decido a publicar el "Acta" de la que se autodenomina "Reunión extraordinaria del Consejo de Asturias y León correspondiente al día 20 de Octubre de 1937". Son tres folios de gran interés para el análisis de la guerra española por lo que contienen, pero también por tratarse de la última sesión en la Asturias republicana del que fue su máximo órgano de Gobierno, el Consejo Soberano.

ORIGEN Y CIRCUNSTANCIAS DE LA COPIA

Esta copia me fue entregada en Abril de 1973 en la ciudad de México por el profesor de Sociología en la ENP, Juan Pablo García Alvarez, uno de los más destacados socialistas asturianos en los años treinta y que fue presidente del Tribunal Popular de Gijón (N. del a.: Es en la actualidad -1978- presidente de la Sección de Sociología de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística. El Tribunal Popular celebró sesiones diarias en Gijón, de Octubre de 1936 a Octubre de 1937, sin que se produjeran más de dos o tres ejecuciones de penas de muerte. Saturnino Escobedo, el abogado de mayor número de procesados por este Tribunal, recuerda con admiración a Juan Pablo García, del que cuenta que al día siguiente de fusilar los nacionales a su padre en Oviedo, pedía emocionadamente al Jurado Popular de Gijón que no se condenara a un "fascista" que tenía ante sí -testimonio recogido el 4 de Enero de 1971-...) Este profesor a su vez la recibió de los representantes republicanos de izquierda, Maldonado y Ortega, en el Consejo Soberano.

Las hojas no vienen ni firmadas ni selladas. No obstante, consejeros supervivientes como Rafael Fernández, Juan Ambou y Ramón Alvarez Palomo, con los que tuve ocasión de dialogar ampliamente, la dan por auténtica. Está escrita a un solo espacio y sobre papel cebolla. Es probablemente la tercera copia del original, que se mecanografió con papel carbón azul (la letra y el papel no han sido examinados por peritos).

Si bien parece que no pueda dudarse de su autenticidad, es decir, que fue levantada por el secretario del Consejo, Antonio Ortega Fernández y que como tal acta fue entregada al gobierno de la República, sí procede cuestionar los elementos subjetivos introducidos en su redacción y que pudieran desfigurar ligeramente lo ocurrido. Y es que desde el momento en que Ortega tomó sus notas en Gijón hasta su paso a limpio y presentación oficial en la zona leal a la República, sucedieron acontecimientos de tal magnitud para los miembros del Consejo que necesariamente tuvieron que influir en la redacción definitiva. Mi opinión provisional es que la finalidad inmediata del documento era la de servir de apéndice al "Informe" que sobre su actuación hizo el Consejo Soberano al Gobierno de Negrín. De ser así, resulta evidente que el anexo no va a entrar en contradicción con la valoración política que hacen los autores del escrito principal y "debe" corroborar sus propias posiciones. En este sentido es muy de tener en cuenta que el "Informe" terminaba con una frase a la defensiva: "A la clara comprensión del Gobierno de la república exponemos estas apresuradas consideraciones para que se nos haga la más estricta justicia".
(Juan Pablo García me facilitó asimismo una copia, de trece hojas, de este documento, con las mismas características mecanográficas que el Acta. Sorprendentemente, no coincide con exactitud con el publicado como doc. 92 por Ramón Salas Larrazábal en su voluminosa obra "Historia del Ejército Popular de la República", pags. 2.958 a 2.971. En esta reproducción faltan tres párrafos y 84 variaciones en léxico y frases. Tratándose de un libro fundamental de consulta de una documentación a la que muchas veces sólo ha podido acceder el editor, supone un cierto peligro para la Historiografía el no mencionar en qué forma lo obtuvo. En todo caso, la obra de Ramón Salas es imprescindible para estudiar el período y la aparición del "Informe", aunque con retoques no sustantivos, permite que sea allí leído por cualquier estudioso. Es, sin embargo, curioso que en medio de la copia del informe que poseo se cita expresamente el "Acta" con un "véase el apéndice I" y Salas no figura esta llamada. Si alguien quiere cotejarlo puede ver la fotocopia que entregué en la "Biblioteca Asturiana" del Colegio Inmaculada de Gijón. Por otra parte, el Consejo Soberano estaba formado por quince vocales que se dispersan en diferentes misiones por la España republicana y que no volverán a reunirse como tales jamás. Los que se dirigen entonces al Gobierno son sólo una parte del Consejo, aunque se atribuyan la representación del mismo.)

Por otra parte, se puede observar cierto subjetivismo en alguna expresión concreta, como en la primera intervención del coronel Prada, en la que se lee: "pone ejemplos que robustecen sus opiniones". Estamos ante una palabra impropia de quien actúa como secretario, que no debería valorar. Quizá corresponda también al subjetivismo lo mucho que resalta que los delegados de Agricultura, Comunicaciones e Instrucción Pública se oponen a "respetar la vida de los presos" (Maldonado, en contraste, recuerda cómo Ambou era muy partidario de respetar la vida a todo el mundo y quería acabar drásticamente con los represores incontrolados. Estos causaron gran número de problemas al principio de la guerra en la zona occidental de Asturias y para intentar remediarlo, Maldonado se dirigió a Sama donde obtuvo un firme apoyo comunista, testimonio que le recogí en 1972). Los consejeros consultados no recordaban que sobre esta cuestión hubiese habido votación y no parece que el tema capital de la reunión haya sido ése. Da la sensación, por tanto, que se quiere demostrar que todos se portaron muy humanamente y que los únicos malos eran los tres representantes comunistas (sobre la actitud comunista sería imprescindible consultar el "Informe de Angel Alvarez", secretario regional del PCE, y que se menciona en el libro de Dolores Ibarruri y otros, "Guerra y Revolución en España", Ediciones Progreso, Moscú, 1971. Dicho informe está depositado en los archivos del PCE. La promesa efectuada por los dirigentes de esta organización hace algunos meses -1978- de abrir esos archivos a los historiadores podría contribuir a la clarificación del período). Otro dato para trabajar a fondo el documento es que Antonio Ortega hacía frecuentes y sinceras manifestaciones de su "anticomunismo" (para Ovidio Gondi, redactor que fue de "Avance" en Gijón, el "anticomunismo" de Ortega era visceral y me narró diversas anécdotas. Ortega vivió luego refugiado en Cuba y con la llegada de Castro se exiliaría en Venezuela).

En un plano distinto, es muy importante lo que fue tratado en la reunión y, sin embargo, el "Acta" omite. Es un problema que me plantea Ramón Alvarez Palomo en una carta de 1974. El escritor anarcosindicalista explica que la sesión se habría desarrollado "en dos partes" y que en la segunda decidieron la evacuación "tras haber consultado a las organizaciones" (Ramón Alvarez dice: "Recuerdo que esa reunión se celebró en dos partes, precisamente a proposición mía, cuya intervención en los debates y deliberaciones noto a faltar. Pedí la suspensión para que cada uno de nosotros informase de la situación militar a su organización y para que se pronunciase en torno a las sugerencias de evacuación del territorio (...). En la segunda parte de esa reunión, aprobamos la evacuación, ya mandatados todos por nuestras organizaciones y partidos. Cuando se celebraba esa reunión llegó don Valentín Fuentes, jefe de la Marina republicana en el Norte, para anunciarnos el hundimiento del "Císcar". -El hundimiento del "Císcar" precipitó los acontecimientos. Las autoridades asturianas habían desobedecido las órdenes de Indalecio Prieto que pretendió que el destructor zarpase de Gijón sin esperar el grueso de la evacuación-). Coincide en parte con Rafael Fernández, pues según éste tras "la reunión del Consejo, cada consejero se vio con su partido y en la Comisión Ejecutiva de las JSU, los que provenían de las Juventudes Comunistas criticaron la posición adoptada y dijeron que había mucho que hacer todavía para resistir en la provincia", opinión que tras analizarla se neutralizaría (esta manifestación fue recogida también por José Girón y José Uría, con cinta, en Hendaya en el verano de 1973. En el mismo sentido, Rafael Fernández declararía a preguntas de Juan Carlos G. Miranda el 31 de Diciembre de 1974 en Gijón. La voz opuesta la llevó Francisco Fernández, "Pancho". Fue, en opinión de Rafael Fernández, la primera y única vez que hubo discrepancias serias en el seno de las JSU asturianas. Los socialistas habrían dicho "pero, ¿con qué medios resistimos?", y ahí les convencieron). Juan Ambou no recuerda esa interrupción pero aporta como dato que esperando aviso de evacuar, el Consejo se distribuyó en grupos y "a los comunistas les correspondió con los republicanos" (palabras recogidas por Angel Mato-Leonardo Borque, en cinta, el 30 de Junio de 1974). Todo pone en evidencia que el "Acta" es insuficiente para conocer lo que se decidió y no refleja el proceso organizativo concreto de la evacuación.

Todas estas consideraciones no quitan valor al documento, hasta ahora inédito; únicamente pretenden contribuir a situarlo como fuente de lo que ha sido el fin de la Asturias republicana en el histórico día 20 de Octubre de 1937 (José Mata en una entrevista ofrecida a "El Socialista" el 19-3-78, afirma que a las ocho de la mañana del 21 de Octubre le ofrecieron todavía embarcar en Avilés para Francia, a lo que se negó. Los nacionales entraron en Gijón hacia las 15,30 de la tarde. La autoridad republicana estuvo ejercida, ya con los falangistas en la calle, por el coronel Franco que sería juzgado de nuevo y esta vez ejecutado, tras un proceso que, como el anterior -por los republicanos-, seguirá siendo discutido).

En las acotaciones se hace referencia a declaraciones que me hicieron los protagonistas y que hoy por hoy, sin un estudio más sistemático, no puedo todavía ofrecer en toda su amplitud. Confío en intentarlo más adelante.

Por último, aclarar que opto por llamar "nacionales" a los combatientes del bando franquista. No se trata de negar el carácter nacional de los republicanos como, sin duda, pretendía en su origen la denominación. Es, simplemente, la necesidad de encontrar un término inofensivo que cumpla la función de designar por su uso consuetudinario a una de las partes. Si se les llama "fascistas", "facciosos", "franquistas", etc., se introduce una carga política que no corresponde al tipo de análisis que aquí se intenta; si se llama "nacional" al bando republicano puede acertarse políticamente, pero se introduce confusión al no borrar la acuñación de un nombre tras tanta letra escrita unilateralmente durante tantos años. Pongamos, pues, "nacionales" a unos, "republicanos" a otros.


COMPOSICIÓN DEL CONSEJO SOBERANO DE ASTURIAS Y LEON EL 20 DE OCTUBRE DE 1937


Presidencia y Guerra: Belarmino Tomás Alvarez (PSOE) (Delegado del Gobierno de la República).

Comercio: Amador Fernández Montes (PSOE).

Marina: Valentín Calleja Lanza (UGT) (socialista).

Comunicaciones: Aquilino Fernández Roces (UGT) (comunista).

Justicia y Orden Público: Rafael Fernández Alvarez (JSU).

Hacienda: Luis Roca de Albornoz (JSU).

Industria: Segundo Blanco (CNT) (vicepresidente primero).

Asistencia Social: Maximiliano Llamedo (CNT).

Trabajo: Onofre García Tirador (FAI).

Pesca: Ramón Alvarez Palomo (FAI).

Propaganda: Antonio Ortega Fernández (Izquierda Republicana) (secretario).

Obras Públicas: José Maldonado González (Izquierda Republicana).

Instrucción Pública: Juan Ambou Bernat (PCE).

Agricultura: Gonzalo López (PCE) (vicepresidente segundo).

Sanidad Civil: Ramón Fernández Posada (Juventudes Libertarias).

El Consejo Soberano de Asturias y León reunido en el antiguo instituto "Jovellanos". De izquierda a derecha: Onofre García Tirador, Ramón Fernández Posada, Maximiliano Llamedo (de pie), Antonio Ortega, Valentín Calleja, Belarmino Tomás, Juan Ambou, Gonzalo López, Rafael Fernández (de pie), José Maldonado y Aquilino Fernández Roces. Faltan: Segundo Blanco y Amador Fernández (realizando gestiones en Valencia); Ramón Alvarez Palomo (inspeccionando la salida de evacuados) y Luis Roca de Albornoz. (Colec. C.Suárez. Arch. Mpal. Gijón).

Coronel Prada, Jefe del Ejercito del Norte.
Comandante Ciutat, Jefe del Estado Mayor del Ejercito del Norte


REUNIÓN EXTRAORDINARIA DEL CONSEJO DE ASTURIAS Y LEÓN CORRESPONDIENTE AL DÍA 20 DE OCTUBRE DE 1937


A las doce y media de la mañana y en la Delegación del Gobierno.- Presidente Belarmino Tomás y asisten todos los Consejeros excepto el de Comercio que está ausente.- También asiste el Coronel-Jefe de E.M.- Prada.

PRESIDENTE: Dice que ha convocado a esta reunión extraordinaria con objeto de examinar la situación militar singularmente grave, tanto en el frente como en la retaguardia, para tratar de forma definitiva de la conducta a seguir. Concede la palabra al Sr. Coronel Prada para que informe al Consejo de la situación militar.

SR. CORONEL PRADA: Informa de que la situación de Asturias se agrava de día en día. Manifiesta que él, ya ha comunicado al Gobierno que de pasar el enemigo la línea del Sella, la situación sería muy comprometida, y desesperada si los facciosos llegaban a Villaviciosa.- Da cuenta de la baja moral de nuestros combatientes agravada por el sentir pesimista de la retaguardia.

Pone ejemplos que robustecen sus opiniones.- Dice que ha habido batallones que se negaron a combatir.- Habla de uno de ellos, de Sama, que acogido a un refugio se negó a salir de él.- Da cuenta de que los soldados decían a los comisarios y oficiales que se batieran ellos, ya que de entrar los facciosos en Gijón a los soldados nada había de sucederles.

Se refiere al material de guerra que se esperaba y dice que él en su día comunicó al Gobierno la necesidad de recibir ese material de guerra urgentemente y la precisión de que este material llegare a tiempo, ya que de venir tarde, las armas que se esperaban no servirían para nada.- Llegan tarde esas armas -declara hace 48 horas, y además son malas y viejas.- Explica a continuación cómo redujo el frente para darle más eficacia.- Todo esto lo hizo de pleno acuerdo con la Comisión de Guerra.- Estima que no es posible resistir más, y que sí es posible evacuar parte del Ejército.- Propone hacer un repliegue en 24 horas para concentrar las tropas en los puertos de Avilés, Candás y Gijón.- El se compromete en llevarlo a cabo y para ello sólo se necesita saber, en el término de dos horas, el número de barcos disponibles, capacidad de ellos y puertos donde se encuentran.- Esto puede hacerse hoy; mañana será tarde.

Nos ha derrotado la aviación y pretender resistir es inútil.- No cabe más que el repliegue si se quiere salvar parte del Ejército.-

PRESIDENTE: Dice que hay barcos para evacuar 50 mil o 60 mil hombres.- El mandó, hace ya tiempo que todas las embarcaciones estuvieran preparadas en carbón y víveres.- Pregunta si el Consejo está conforme con la propuesta del Jefe de E.M.

INSTRUCCIÓN PÚBLICA: Declara que la política conjuntamente con los cobardes que huyeron hace unos días: precipitaron los acontecimientos. Dice que los manejos de una organización secreta anticiparon los proyectos de evacuación.- Estima que es necesario evitar el desmoronamiento del frente oriental y aconseja que se proceda a la destrucción de fábricas etc.- (a la vuelta hoja 2)

El SR. CORONEL PRADA: Interrumpe para decir que urge determinar lo de los barcos pues las unidades tienen que recibir órdenes oportunas antes de las cuatro.-

COMUNICACIONES: Dice que sobran discusiones y que es preciso tomar decisiones rápidas.-

INDUSTRIA: Propone proclamar el estado de guerra.- No se acepta esta propuesta.-

SR. CORONEL PRADA: Da seguridades de poder realizar el embarque con orden.

TRABAJO: Propone facilitar al Coronel-Jefe de E.M. hombres de confianza de las organizaciones para que le ayuden en su tarea. Sugiere se prepare un barco especial para los hombres de confianza de los partidos.

PRESIDENTE: Dice debe darse santo y seña.

SR. CORONEL PRADA: Propone sea éste: "Ya llegó". Se acepta.

Se invita al Sr. Coronel Prada a abandonar la reunión. Se va éste. Continúa reunido el Consejo.

PRESIDENTE: Da cuenta de que al salir ayer el General ruso Dambrosky ofreció al Consejo tres aviones que llegarán esta tarde, si se cumple lo prometido. Dice que por ello es necesario que se sepa en todo momento dónde están los Consejeros para avisarles.- El Coronel Prada propuso que en primer lugar saliera la mitad del Consejo y la mitad del E.M.- Pregunta si se está conforme con esa propuesta.

COMUNICACIONES: Dice que si son los militares los que se han comprometido a hacer la evacuación deben ser estos los últimos en salir.

AGRICULTURA: Estima que debe salir primero la mitad del Consejo y luego la otra mitad.

JUSTICIA Y O.P.: Discrepa.- Dice que deben salir todos o ninguno. Se acuerda que todos los miembros del Consejo salgan juntos.

PRESIDENTE: Dice que hay que preparar con toda rapidez la voladura de minas, fábricas, etc.- No se puede perder tiempo en volar minas sin importancia.- Pide se nombren compañeros que se encarguen de la voladura de bombas de achique, ventiladores y máquinas de extracción. Deben inutilizarse también las centrales eléctricas y cortar el cable del plano inclinado de la Florida.

COMUNICACIONES: Manifiesta que cada Consejero debe encargarse de la destrucción de aquello que a su custodia estaba encomendado.- Declara que sobre el particular, tenemos órdenes concretas del Gobierno.

Se acuerda proceder a la destrucción de todo lo que pueda tener interés de guerra.

JUSTICIA Y O.P.: Habla del problema que a última hora nos plantean los presos. (a la vuelta hoja 3)

PRESIDENTE: Dice que hay que respetar la vida de los presos. Pensemos -dice-, en lo que esto puede repercutir en el ámbito internacional.- La guerra no se solventa sólo en Asturias y es necesario pensar en la repercusión que pudieran tener nuestros actos.

SANIDAD: Conforme con lo manifestado por el Presidente; pero estima que si hubiera algún preso caracterizado convendría tomar medidas contra él.

JUSTICIA Y O.P.: Dice que los presos antifascistas han sido puestos en prisión atenuada y que a todos ellos se les pondrá en libertad.- Hizo una sola excepción: La de aquellos cuatro asesinos condenados a muerte por el Tribunal Popular.

Se acuerda poner en libertad a todos los presos antifascistas.

AGRICULTURA: Dice que de dejar a los presos fascistas con vida la gente que quede en Gijón sufrirá las consecuencias de tal medida.

COMUNICACIONES: Se muestra conforme con el criterio sustentado por el Consejero de Agricultura y se manifiesta partidario de tomar medidas extremas contra determinadas personas de la retaguardia.

PROPAGANDA: Se opone y habla de las repercusión que para la causa de la República pudieran tener estas medidas en el extranjero y aún en la propia España.

JUSTICIA Y O.P.: Opina lo mismo.

OBRAS PÚBLICAS: Dice que debe evitarse cualquiera clase de excesos. De hacer tal cosa podríamos provocar una reacción internacional que acabara con la República.

Con el voto en contra de los Consejeros de Agricultura, Comunicaciones e Instrucción Pública se acuerda respetar la vida de los presos.

Y no habiendo más asuntos que tratar se levantó la sesión a las dos menos cuarto de la tarde.

Torpedero nº 3 en el que llegaron a la ría de Burdeos altas autoridades militares y civiles. (Colec. Museo Naval) Destructor "Císcar" hundido por la aviación y reflotado por los nacionales Pesquero Abascal que arribó al puerto francés de Douarnez con Belarmino Tomás y la mayor parte del Consejo Soberano



ALGUNAS NOTAS A ESTE "ACTA" QUE ANTONIO MASIP INCLUYE EN SU ARTICULO


- El Consejero de Comercio estaba en Francia, probablemente tratando de conseguir protección para la evacuación. Otras opiniones contradictorias en Castro Delgado, "Hombres made in Moscú", pág. 576 de la edición de México de 1960.

- Aunque citado como Coronel-Jefe de Estado Mayor, Prada era el Jefe del Ejército. El Jefe del Estado Mayor era el comandante de Infantería, Ciutat.

-Los nacionales alcanzaron Villaviciosa el 19 de Octubre. Los comunistas Galán (teniente coronel jefe del XIV Cuerpo de Ejército) y Roza habían establecido, según Ambou, la misma apreciación.
Sería relevante conocer completo el "Informe" de Francisco Ciutat.

-La reunión decisiva de la Comisión de Guerra se celebró el día 17 de Octubre. La Comisión de Guerra se había formado tras la declaración de soberanía del Consejo y la destitución del general Gamir Ulibarri. En su origen, estaba B. Tomás, Ambou, Onofre Garcia, Blanco, Calleja y el tte. Coronel Linares. Prada se incorporó al tomar el mando del Norte.

-Según el testimonio de J. Barreiro, que fue Secretario de la Consejería de Guerra: "Al compañero Valentín Calleja, consejero de Marina (...) le dio el encargo el Consejo Soberano de preparar las embarcaciones disponibles en vista de una eventual evacuación. El encargo se dio un poco tardíamente, de suerte que a la hora de efectuar el evento (...) la preparación de las embarcaciones era notoriamente incompleta" (recogido de un cuestionario que me contestó meses antes de fallecer en Chaun, Francia).

- (El Consejero de Instrucción Pública) se refiere a la huida en la draga "Somo" que tuvo lugar el 12 de Octubre desde el puerto de San Juan de Nieva. Sobre este hecho hay un interesante relato en el libro de Santiago Blanco de reciente aparición "El inmenso placer de matar un gendarme. Memorias de guerra y exilio" (Cuadernos para el Diálogo, 1977). Blanco era secretario de Belarmino Tomás y uno de los protagonistas de esa salida. A la vista del libro creo que no se le puede calificar de simpatizante trotskista, como hice en mi apunte.
(La organización secreta) se trata de la Masonería. Efectivamente, hubo en esa huida masones, pero otros muy significados como Maldonado y el alcalde de Gijón, Avelino G. Mallada, se quedaron hasta el final.

-La destrucción de fábricas) fue uno de los objetivos principales que se marcó el PCE, pero insuficientemente seguido. Ambou piensa que se tardó en hacerlo porque otros tenían la esperanza de pactar con el enemigo una buena retirada a cambio de las fábricas intactas. En unos cuadernos manuscritos inéditos sobre los últimos días de la guerra, Paulino Rodríguez, que fue alcalde socialista en San Martín del Rey Aurelio, narra cómo le visitó un oficial para llevar a cabo las destrucciones, al que pidió tiempo para convencer al Gobierno de que no se produjeran. Paulino, con otros dos gestores del Ayuntamiento, José Varela y Ceferino González, se trasladó a Gijón con el ánimo de convencer al Gobierno de las graves consecuencias para "toda la economía y la población civil".

-El embarque fue un auténtico desastre como reconoce el "Informe" del Gobierno. El escritor socialista de izquierda y entonces militante de las JSU, Alberto Fernández, traza una pincelada de lo ocurrido en su novela histórica "Procés á Madrid" y vuelve sobre el tema en la revista "Tiempo de Historia", nº 35 de Octubre de 1977.

-Pablo Fernández, traductor de los oficiales rusos, describe al joven historiador mejicano de origen asturiano, Paco Ignacio Taibo: "... se planeó la forma de salvar el personal soviético, y para tal efecto, se tomaron cuatro medios de efectuar la retirada (...) Un avión bimotor que se había comprado dos meses antes en Francia (...) lo teníamos escondido en Carreño (...) y había llegado con dicho aparato un piloto ruso sólo para este menester". (Fue el procedimiento utilizado). La promesa estaba en condiciones de hacerla, en mi opinión, porque en el interesante testimonio que me facilita Taibo se dice más adelante: "Había en la zona dos submarinos rusos que nadie de los españoles sabían y con los cuales nos comunicábamos todas las noches así como con Moscú...", lo que permitió sin duda concretar la ayuda para la evacuación.

-Fueron varios los milicianos juzgados por el Tribunal por haber asesinado a personas de derechas. Es una de las características diferenciales entre la justicia que se practicó en uno y otro bando.

-El Consejo se había dirigido, días antes, al margen del Gobierno de la República, a la Sociedad de Naciones, creando un incidente embarazoso, al que se refiere, entre otros, Zugazagoitia. El Consejo hacía en esa comunicación internacional amenazas sobre los presos.