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Oficina de Defensa del Anciano         Asturias Republicana
   
   

En Gijón ya se fabricaban motos antes de Suzuki y antes de Puch. Pero el entreguismo que impera en el país es terrible
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Por Marcelino Laruelo.

 


Con Gonzalín, el de la Corriente, me encontraba a menudo por las calles de El Parrochu. Nos parábamos y echábamos una parrafada: “lo de Suzuki lo arreglaba yo muy fácil”, le dije una vez. Últimamente, se quejaba de la operación de caderas y de las piernas… Le eché en falta. Hasta que me enteré de su muerte. Lo sentí y me acuerdo de él. Si viviera, seguro que el viernes ocho estaba en Oviedo, delante de la Junta, en defensa de los ancianos, pidiendo que aprobaran la ley de moratoria y auditoría del ERA.

La UGT, como los multimillonarios de la era internáutica, también empezó en Gijón en un garaje. Ahí aprendimos cómo se celebraba una asamblea democrática: por votación se elegía al presidente, al secretario de actas y al secretario de palabras. Por votación, no adueñándose del megáfono o del escenario. Nadie nos enseñó nunca ni lo que es democracia ni cómo comportarse democráticamente. Por eso, “lo llaman democracia y no lo es”, que se gritaba en el lejanísimo y ya olvidado 15M. No pelearse: ni por un piso en Astilleros del Cantábrico, (¿hablamos de los que estuvieron en el negociete urbanístico?), ni por un Audi, ni por una moto, aunque sea Suzuki (¿alguien le preguntó al director de Suzuki por qué le había dado la manía de regalar motos, un suponer? No obligan a afiliarse ni a votar a la UGT. ¿No es peor y más triste que unos se vayan a los 50 jubilados con una talegada y otros a los 65 con una miseria y más de 40 cotizados y trabajados?

Al senador Oblanca, mientras desfilábamos en una manifestación en favor de la libertad para Morala y Cándido, acusados del asalto al Banco de España que, como todo el mundo sabe, había sido cosa de Durruti; le contaba a Oblanca mi solución para Suzuki: Se manda a un burócrata cualquiera del ministerio a ver al jefe máximo de Suzuki en Europa y que le diga el número exacto de vehículos de la marca que compran cada año las administraciones públicas. Nada más. A buen entendedor… En Gijón ya se fabricaban motos antes de Suzuki y antes de Puch. Pero el entreguismo que impera en el país es terrible.

Morala vale más que toda la Fundación de Servicios Sociales y todo el Ayuntamiento de tierra de Gijón juntos. La Asociación de Perjudicados por el ERA lleva un mes buscando un local (vale un buzón) para ponerlo como domicilio social en los estatutos y poder legalizarse, y no hay manera, y eso que gobierna la comuna. Va Morala y lo soluciona en un plis plas. Igual le van a tener que llamar para que les solucione también la falta de locales y medios para los juicios de Marea-Riopedre. En El Molinón, los Rolling montaron el escenario en cuatro días… ¿Y si en vez de sentencia les ponen penitencia? Unos padrenuestros y unas avemarías. Sale más barato.

No es contradictorio ser anticlerical y feminista por la mañana, y pro islamista y pro burka por la tarde. Es la multiculturalidad, que dicen. En San José me pusieron en la picota con nombre y apellidos: “una oveja (negra) que abandona el rebaño”. No me enteré porque yo andaba a sindicalerías e internacionalismos, y creía que era de San Pedro. Desde fuera y desde la lejanía del tiempo, ya hasta me parece progresista aquello, comparado con los ocho años de cárcel y los 800 latigazos que le cayeron a Ashraf Fayad. En la reciente matanza de cristianos en Pakistán, se recortaron las fotos para que no apareciera la cruz en los féretros.

Contaba un guardia civil que hasta mediados de los cuarenta habían muerto en Asturias 61 guerrilleros y 1.743 enlaces. Gerardo Iglesias, en su libro, da más nombres y más muertos. Doña Rafaela Lozana y otras mujeres, madres y viudas, que en pleno franquismo, años cincuenta, se enfrentaron a todos para defender un trato digno para los restos de los fusilados de Ceares.
“Nacieron, lucharon y murieron”.