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Oficina de Defensa del Anciano | Asturias Republicana |
Por Marcelino Laruelo.
La Junta General del Principado aprobó el año pasado, con los votos de Podemos, PP e IU, una ley antisablazos para proteger a los ancianos del “bienestar” inverso del organismo autónomo Establecimientos Residenciales para Ancianos de Asturias (ERA). Esa ley establece la suspensión del cobro de “deudas” de los ancianos hasta que se realice una auditoría y se revisen los expedientes. El ERA, que dirige la ex consejera y preside la consejera, sigue cobrando los plazos de esa “deuda”. No recuerdo ahora cómo se dice cuando un cargo público actúa contra lo establecido en la ley. Y tampoco sabría cómo calificar, por ejemplo, la instalación a finales de diciembre, en plena ola de frío polar, de sistemas de refrigeración en las salas de estar de una residencia del ERA, cuyas ventanas, para más inri, miran al norte. ¡Ya lo pagarán los “paganos”! Los servicios sociales municipales, ¿no tienen nada que decir? Los familiares de ancianos fallecidos en las residencias públicas del ERA están recibiendo ahora certificaciones del ministerio, en Madrid, sobre las cantidades mensuales giradas a cada beneficiario de la llamada Ley de la Dependencia y el importe total recibido: ¿Dónde fue a parar ese dinero, varios miles de euros por anciano, que el ERA ni detalla, ni explica, ni descontó nunca, que se sepa, del importe de la “deuda” odiosa que luego reclamaba a los herederos? ¡Uy, uy, uy! En este “negocio” hotelero con los ancianos montado por el ERA, los contratos de hospedaje son nulos, pues no figuraba el precio, no se informaba de las subidas, no se emitían las facturas mensuales, no se establecía el coste de la plaza, no se practicaron liquidaciones provisionales de la supuesta deuda… Nada de nada. ¿Qué dice la comuna municipal (de tierra) y la pseudo izquierda caritativa de todo esto? Porque la caridad está bien, pero la equidad, la justicia y defender a los explotados está mejor. Y lo peor no es lo que acabo de contar, sino lo que acabo de callar.
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